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Madres musulmanas con sus hijos, en Segovia. Antonio de Torre
La comunidad extranjera en Segovia registra el mayor aumento en ocho años

La comunidad extranjera en Segovia registra el mayor aumento en ocho años

La provincia terminó el año pasado con 154.407 empadronados, 900 menos que en 2016

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Martes, 26 de junio 2018, 10:11

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El Instituto Nacional de Estadística (INE) ofreció ayer el dato que faltaba para completar la fotografía demográfica de Segovia. Con la natalidad más baja de al menos el último medio siglo y una cifra de defunciones que se mantiene constante e incluso al alza, el crecimiento vegetativo no tenía más remedio que dar negativo. Sin embargo, faltaba por saber con cuántos habitantes empezó a caminar este año. Los precedentes no eran precisamente halagüeños como para pensar en un repunte demográfico. Y así lo reflejan los números oficiales. La provincia volvió a perder residentes. Quédense con esta cifra: 154.407. Son los empadronados a 1 de enero de este 2018. Son 900 menos que justo doce meses antes. El mal presagio de que la sangría demográfica no cesa se cumplió por séptimo año consecutivo. Sin embargo, para quienes prefieren ver el vaso medio lleno, se pueden sonsacar un par de apuntes, dos destellos que arrojan las estadísticas publicadas ayer.

Por un lado, que el descenso de población experimentado el curso pasado no es tan acusado como los registrados en los años precedentes, en los que en términos absolutos la hemorragia superaba con creces los mil vecinos. En relativos, la reducción sufrida en 2017 fue del 0,6%. Por otra parte, dicho descenso demográfico se concentró durante la primera mitad del año, ya que a lo largo del segundo semestre de 2017 la pérdida de población no llegó a los cien habitantes. Para esos optimistas del vaso medio lleno, el dibujo de la tendencia empieza a bosquejar una cierta estabilidad en la bajada de población, como si prácticamente se hubiera tocado suelo. Así pues, el fenómeno de la despoblación continúa azotando a la provincia segoviana; pero en los últimos doce meses lo ha hecho con menos fuerza. En cuanto a los argumentos que justifican una disminución demográfica más amortiguada, las estadísticas del INE sobre migraciones ofrecen una respuesta razonable. Tras unos años de retroceso, la locomotora de la inmigración parece haber recobrado fuerza y volvió a tirar del padrón provincial en 2017. El curso pasado se empadronaron en la provincia 1.199 ciudadanos procedentes de otros países.

Para hacerse una idea. Desde el año 2009 Segovia no recibía un contingente tan numeroso de personas de otras nacionalidades. Entonces llegaron 1.314 'nuevos' segovianos. A pesar de ese repunte, son cifras que todavía se encuentran muy lejos de los 1.820 extranjeros que eligieron, hace ahora diez años, la provincia para buscarse y labrarse un futuro más digno que el que dejaban en sus países de origen.

Y es que antes de que esa locomotora demográfica irrumpiera en el lúgubre túnel de la crisis generalizada, el tractor de las comunidades extranjeras era suficiente para aupar a Segovia al frente de las provincias que más población ganaban en la comunidad autónoma. La dichosa crisis explotó y la inmigración levantó el pie. Ya no solo no venían tantos foráneos, sino que el sentido de la corriente migratoria se había invertido y muchos se marchaban más allá de las fronteras segovianas en busca de unas oportunidades laborales más propicias

Con las incorporaciones del curso pasado, la comunidad inmigrante que posee una nacionalidad distinta a la española ha crecido hasta volver a superar la barrera de los 17.000 y situarse en los 17.441. Un año antes, ese segmento de población asentada y residente en la provincia era de 16.281 ciudadanos extranjeros. Los ciudadanos de países de la Unión Europea, y el Viejo Continente en general, ya no miran tanto a Segovia como destino para fijar su proyecto de vida. El Instituto nacional revela que este origen es cada vez menos habitual dentro de la comunidad extranjera empadronada en la provincia.

Mientras las puertas parecen reabrirse para la comunidad extranjera, la puerta giratoria mantiene la dinámica y la falta de oportunidades enseña el camino de salida a españoles que se ven obligados a hacer las maletas. El año pasado se fueron 985 ciudadanos con un destino en el extranjero. Por lo tanto, la resta entre los inmigrantes que se asentaron en Segovia procedentes de otros países y los españoles emigrantes que salieron del país se resuelve a favor de las entradas de población.

Por lo tanto, el descenso demográfico en el que sigue sumida la provincia, aunque apaciguado, obedece sobre todo a la baja natalidad y a un nivel de defunciones que convirtió 2017 en segundo ejercicio más luctuoso desde 1975 con 1.732 fallecimientos. Con estos datos, el crecimiento vegetativo no solo se afianza en negativo, sino que además se agranda la diferencia entre óbitos y nacimientos.

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