El comercio segoviano se resiste al Bizum
Su uso en las tiendas de Segovia es aún residual
CLAUDIA CARRASCAL
Segovia
Domingo, 26 de diciembre 2021, 20:12
La pandemia ha traído cambios de hábitos a nivel social y de consumo, algunos temporales y otros definitivos. Un claro ejemplo es la forma de pago en los establecimientos tradicionales. Antes de la llegada de la covid los clientes pagaban en su mayoría en efectivo, aunque el uso de la tarjeta iba en aumento. No obstante, la necesidad de evitar el contacto para protegerse del virus ha supuesto el impulso definitivo para el uso de tecnologías asociadas al pago, relegando monedas y billetes a un segundo plano.
Los comerciantes de la ciudad coinciden en que la tarjeta de crédito o débito, ya sea física o a través de aplicaciones móviles, ahora es el sistema mayoritario, aunque algunos comercios han decidido dar un paso más y ofrecen a sus clientes la posibilidad de pagar a través de Bizum. Se trata de una plataforma para enviar y recibir dinero a través del teléfono móvil de forma instantánea, que no deja de ganar usuarios gracias a la rapidez y la seguridad que ofrece.
El presidente de la agrupación Fomento de Empresas de Comercio de Segovia (Fecose), Roberto Manso, asegura que en la ciudad el uso de Bizum es anecdótico. En su caso, a pesar de que su negocio, TodoÚtil, está muy próximo a la universidad y gran parte de su clientela es gente joven explica que «no suelen preguntar por el pago con Bizum, como mucho una persona al mes, por eso, ni siquiera lo ofrecemos».
Eso sí, reconoce que «la gente ya no suele llevar efectivo y aunque sea una fotocopia de 5 céntimos la pagan con tarjeta». Esto en parte se debe, según Manso, a que las comisiones que tenían los comercios por cada cliente que pagaba con tarjeta han pasado a la historia. «No se si hay bancos que mantengan ese importe mínimo a algún establecimiento que realice muy pocas transacciones, pero no es lo normal». Por eso, ahora la mayoría aceptan el pago con tarjeta con independencia del importe.
Rosetta García de Chocolat Zapatería Infantil hace uso de Bizum desde que comenzó la pandemia. «No sabía ni que existía, pero me lo empezaron a decir mis clientas y me di de alta porque lo vi útil para los pedidos a domicilio, ya que en ese momento no se podía salir de casa», detalla. Eso sí, tras los meses más duros de confinamiento admite que el uso de esta aplicación en su negocio ha descendido de forma significativa, hasta el punto de que apenas el 10% de los pagos que recibe son con Bizum.
Tras la pandemia, sus clientes lo siguen empleando sobre todo para los pedidos a domicilio o en casos puntuales en los que presta el calzado para que se lo prueben a los niños en casa. Si el cliente decide quedárselos los suele pagar con esta aplicación. También lo emplean cuando la persona que recoge el pedido no es quien lo va a pagar. «A veces la abuela me encarga los zapatos y los recoge el hijo, pero me pide que se lo cobre a ella por Bizum», apunta.
Aunque el uso en su tienda no es masivo, reconoce que en estas ocasiones es muy cómodo y permite ahorrar tiempo porque antes «tenían que volver a la tienda a pagar o ir yo con el datáfono y ahora es mucho más sencillo, me hacen el pago en el acto y a distancia». A su juicio, no compite con la tarjeta de crédito, pero sí que ha sustituido a las transferencias bancarias, que «ahora son prácticamente inexistentes».
En cuanto al perfil de los usuarios, García señala que es muy diverso. No solo lo emplean las clientas jóvenes o de mediana edad, «me he sorprendido porque hay señoras mayores que también prefieren pagar con Bizum si no puede acudir en persona a la tienda». En todo caso, cree que el pequeño comercio tiene que adaptarse a las demandas de su clientela y entre los beneficios de este sistema destaca la inmediatez, la seguridad o que al cliente no le cobran comisión como, en ocasiones, ocurre con las transferencias. Por eso, tiene claro que «si los bancos no se aprovechan de la situación y empiezan a cobrar comisiones desorbitadas» seguirá teniendo el Bizum vinculado a su teléfono de empresa.
Otro de los escasos comercios de Segovia que se ha sumado a esta iniciativa es la tienda de cosmética natural El rincón de Bottega. Su propietaria, María José Dorrego, indica que fue una señora mayor la primera persona que le preguntó por este modo de pago. «Me llamó la atención que fuera una persona de avanzada edad, pero la acostumbraron los hijos durante la pandemia para no tener contacto personal. Le hacían la compra, se la dejaban en la puerta de casa y ella les hacía un Bizum», manifiesta.
Fue entonces cuando Dorrego preguntó a su banco y decidió activar este sistema. A día de hoy, aunque Bizum ya no acapara el 90% de los pagos que recibe como ocurría durante los meses de confinamiento, lo sigue utilizando con frecuencia. En este sentido, matiza que lo emplea sobre todo cuando envía pedidos a Barcelona, Murcia o Valladolid, entre otros lugares de España, así como a los pueblos de la provincia.
Además de los pedidos a domicilio, comenta que hay casos muy puntuales de venta en tienda física en los que sus clientes también se decantan por esta opción. «A veces van con prisa me hacen el pedido por Whatsapp, les mando la foto del ticket, me lo pagan por Bizum y cuando me dan un toque se lo saco a la puerta». Una costumbre que también ha surgido con la pandemia porque «se nota que la gente es más consciente de que su tiempo es escaso y valioso y quieren emplearlo para estar con su gente, para pasear o para el ocio. Les gusta venir a las tiendas, pero buscan más facilidades y sobre todo comodidad», asevera.
Desde su punto de vista las ventajas de este método son muchas y destaca la posibilidad de pagar a distancia en el momento porque «con las transferencias bancarias hay mucha picardía, ya que el cliente puede anular el pago». También considera que es un método más seguro para los usuarios porque no tienen que aportar ningún dato personal, tal y como ocurre cuando quieren realizar un pago a distancia con tarjeta, ya que deben proporcionar el número completo y la fecha de caducidad.
En su opinión, Bizum ha llegado para quedarse, por eso, su intención en seguir potenciando el uso entre su clientela. Asimismo, confirma que esta ha sido forma de reciclarse en plena pandemia porque «la gente es exigente y solo podremos sobrevivir junto a las grandes plataformas de comercio electrónico si ofrecemos las mismas facilidade». Una entrega rápida, pago con Bizum y portes gratis, pero sin perder la esencia y el trato personalizado son, en su opinión, las claves de un comercio tradicional que logra adaptarse a la realidad, y «aun así nadie nos asegura que podamos salir de esta crisis», sentencia.
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