La ciudad de Segovia soporta cada día una media de 100.000 desplazamientos de vehículos

Una barbaridad, sobre todo teniendo en cuenta las características tan singulares que hacen que Segovia sea miembro del selecto club de las urbes declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El dato, los 100.000 desplazamientos en vehículos que recorren de media cada jornada las arterias de la capital figura, precisamente, en un documento en el que distintos responsables de cada uno de los quince municipios integrados en el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España (GCPHE) diagnostican los problemas de tráfico, movilidad y accesibilidad en enclaves tan delicados a los cambios como son estas localidades. Conjugar conservación y circulación se antoja en estos entornos harto complicado.

El documento que parieron esos análisis –que en el caso de Segovia lo firma el intendente jefe de la Policía Local, Julio Rodríguez Fuentetaja– y las propuestas que se facilitaron para mejorar en esa ardua conciliación citan la peatonalización de los cascos históricos como una de las soluciones posibles a adoptar, según figura en el Libro Blanco sobre la Movilidad en las Ciudades Patrimonio.

El equipo de gobierno surgido en el Ayuntamiento de Segovia después de las últimas elecciones municipales, con el PSOE al frente y sus socios de IU en el organigrama, se ha puesto deberes. De hecho, la paulatina disminución del tráfico de vehículos por el centro histórico hasta dejarlo en la mínima expresión es uno de los puntos sobre los que se sustentó el acuerdo de gobierno que dio la Alcaldía a Clara Luquero y que también pactó Podemos-Equo para apoyar el nombramiento de la regidora.

Por el momento, la intención y la voluntad prevalecen, según confirma la concejala de Turismo y Tráfico, Claudia de Santos. Las restricciones efectuadas en la jornada de este domingo al paso de vehículos hacia el recinto amurallado con motivo del Día sin Coches ha supuesto una prueba más a evaluar a la hora de tomar medidas, explica la edil.

De Santos apunta que la jornada final de la Semana de la Movilidad transcurrió con los citados cortes al tráfico, pero «sin incidencias». El plan «ha funcionado perfectamente», se congratuló. En cuanto al compromiso adquirido de avanzar en la peatonalización del casco antiguo de la ciudad, la concejala revela que «se está trabajando con diferentes propuestas y proyectos que habrá que consensuar con los otros grupos y con vecinos y negocios».

Pone la tirita antes de que se produzca la herida, a sabiendas de que le tema es carne de polémica. Por ejemplo, la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado (AVRAS) lleva tiempo manifestándose contraria a la completa peatonalización de la zona al deducir que esta solución remataría la creciente despoblación que sufre el barrio.

De Santos anticipa que el objetivo de suprimir el tráfico en el casco histórico no busca la muerte de este entorno, sino todo lo contrario, desea «revitalizarlo». Así, la representante municipal afirma que «en ningún momento se van a mermar derechos», ya sean de los propios residentes como de los establecimientos que aún lo habitan.

La concejala de Tráfico insiste en que esos 100.000 desplazamientos diarios que soporta la red viaria del término municipal es «una barbaridad». El informe que recoge el Libro Blanco de la Movilidad de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España deja entrever la enorme influencia que ha tenido la evolución demográfica. El 37% de los vehículos que transitan cada día por las arterias de la capital procede de otras localidades.

Ese análisis del intendente jefe de la Policía Local de Segovia también cita el contexto en el que se mueve este tráfico. Y es que el 28% de los empleados que tiene la ciudad residen en otros municipios, principalmente en un alfoz al alza en cuanto a población. «Segovia además ve agravados sus problemas de movilidad por su peculiar estructura y trama urbana, diseñada en la época romana y medieval», expone Julio Rodríguez Fuentetaja en su diagnóstico.

Al colocar la lupa sobre las dificultades que ofrece el casco histórico en lo que al tránsito de vehículos se refiere –y que condiciona también la posibilidad de intervenir en él–, el estudio recogido en el Libro Blanco de las Ciudades Patrimonio describe un espacio «rodeado por una muralla con tan solo tres entradas aptas» para el tráfico rodado, lo que complica la convivencia entre peatones y automóviles debido a «estrechez de las vías en el centro urbano, a la complejidad de su trazado y a la falta de estacionamientos».

A ello se suma la alta intensidad de tráfico, que se traduce, según el informe de la Policía Local incluido en el documento del GCPHE en que el casco histórico asume el 18% de esos 100.000 desplazamientos. Es decir, que en torno a 18.000 trayectos en vehículos transitan por el centro urbano de Segovia.