Cien mil flores de papel rodearán a la Virgen de Bernardos en su romería

Bernardos vuelve a estar de celebración el próximo 31 de mayo de este 2020. Como la tradición indica desde 1940, cada diez años se preparan para la romería de la Virgen del Castillo, su patrona, que es llevada en procesión a la ermita situada a tres kilómetros del pueblo. Aunque en ese siglo no fue la primera vez en la que se hizo esta fiesta, ya que comenzó en 1806, sí es cuando se estableció el periodo decenal. Antes se hacía sin fechas fijas, pero siempre por algún motivo.

Los tiempos han cambiado. Antiguamente, la Virgen se sacaba en procesión para pedir una buena cosecha, porque el tiempo era malo o por una epidemia. En definitiva, por todos los motivos que conllevaba hacer religión. Ahora es más una tradición popular que aunque no ha perdido su fondo religioso porque continúa la devoción, posee muchas connotaciones culturales que la convierten en una fiesta cuyo motivo es «tradición pura y dura, además de muy castellana», indican fuentes del Ayuntamiento.

Desde el mismo día en el que termina la romería, todo el mundo se pone a pensar y a trabajar para la que tendrá lugar diez años después. Es una fiesta organizada por todo el pueblo. «Sobre todo es de los que viven allí, pero los que están fuera ayudamos en lo que podemos».

Es un acto al que acuden personas de todas las edades. «La gente joven que está más despegada de la religión se pasa toda la noche», señala el Ayuntamiento. La salida de la Virgen comienza por la tarde, pero las 16 horas y 37 minutos que duró en el 2010 hacen estimar que este año se conviertan en 17, por lo que la llaman procesión nocturna. Al mismo tiempo, en la plaza también hay fiesta, lo que abre un abanico de oportunidades inmenso. «Hay gente que va y viene toda la noche. Algunos están todo el tiempo en la procesión porque han realizado promesas, otros se van a un rato a casa a descansar, otros se van con amigos. La cosa es que al final a todas horas hay gente delante de la Virgen bailando jotas.

En el caso de las mujeres, son las que se encargan de hacer las más de 100.000 flores de papel que componen los seis arcos que rodean a la Virgen y que marcan los lugares en los que los danzantes del grupo de paloteo de Bernardos realizan en su honor. Son algunas de las labores que conllevan diez años de preparación.

El valor del momento ha conseguido que el pueblo esté haciendo gestiones con la Junta de Castilla y León para que lo declaren fiesta de interés turístico autonómico y con el Ministerio de Cultura para que lo declaren fiesta de interés turístico nacional. «No es fácil porque hay mucho papeleo pero, estamos moviéndonos para conseguirlo. Yo creo que lo que se presenta en Bernardos es bastante peculiar. Todo es bastante particular y llamativo».

Es un pueblo de apenas 500 habitantes que estos días multiplica la población por ocho con la llegada de personas que regresan para rendir culto a su patrona tras 10 años. «Es una fiesta muy emotiva», sostienen las fuentes del Ayuntamiento.