Celtas Cortos vuelve a llenar Nava de la Asunción, que despide sus fiestas patronales
El grupo vallisoletano recordó su primera actuación en la localidad, hace treinta y dos años
fernando de la calle
Nava de la Asunción
Lunes, 23 de septiembre 2019, 11:37
Si el concierto del grupo Mago de Oz, el pasado viernes, en las fiestas de Nava de la Asunción fue un rotundo éxito de público, el de Celtas Cortos de la noche del sábado, no se quedó atrás y consiguió reunir a varios miles de personas a lo largo de toda la Calle Real navera, superando lo que parecía imposible, más público que en el abarrotado concierto del Nuevo Mester de Juglaría en las fiestas de 2016.
El carácter gratuito del espectáculo y lo que parecía iba a ser una buena noche, climatológicamente hablando, atrajeron hasta Nava a público de toda la comarca. Y los de Valladolid no decepcionaron. Puntuales y con una sencilla puesta en escena, hicieron un repaso de su último trabajo discográfico, 'Energía positiva' aparecido en el mercado hace justo un año. Pero tampoco se olvidaron de sus temas clásicos, coreados por un público entregado. «Han sido 30 años de emociones, de juntar la noche con el día», recordaba el cantante del grupo, Jesús Cifuentes. Cifu se atrevió a cantar uno de sus temas más conocidos con su hija Violeta. Su hijo Martín, también se animó a subir al escenario. El líder de Celtas Cortos también aprovechó para recordar su primera actuación en Nava. «Fue en la discoteca Osiris, actuamos por 50.000 pesetas y las cenas. No recuerdo las otras veces que vinimos, pero aquella primera ocurrió en nuestra etapa preescolar en la música», señaló el cantante, quien junto a su grupo continúa en una gira que califica de «intensa, larga y dura».
Tras cantar '20 de abril', acompañados de un grupo de dulzaineros de Cuéllar y en plena despedida del concierto, comenzó una lluvia que ya no pararía a lo largo de toda la madrugada, motivo por el cual, muchos de los miles de visitantes que acudieron a Nava para asistir al concierto, no tardaron en abandonar la localidad. Al resto, no pareció importarle que tuviera que suspenderse la verbena posterior junto al Caño del Obispo, ya que las ganas de fiesta convirtieron las peñas y los bares, en los centros neurálgicos de una noche marcada por las precipitaciones.
Encierros
Por otra parte, ayer domingo, se celebraron los dos últimos encierros urbanos de las fiestas. A mediodía, las reses realizaron el recorrido habitual en varias ocasiones, con mucho público a lo largo del trayecto y en la suelta de reses posterior. Al igual que el encierro, la capea se desarrolló sin ningún incidente y fue el momento de ver en el ruedo navero a todo el ganado utilizado a lo largo de los festejos. Tras un vermú multitudinario y numerosas actuaciones de música en directo por toda la zona centro, se celebró el último encierro de vaquillas, con las calles abarrotadas y algún golpe a jóvenes demasiado confiados. Tras el último festejo taurino, los más pequeños tuvieron su momento con un encierro ecológico. Los cohetes desde el balcón del ayuntamiento, pusieron fin a diez intensos y mojados días de festejos.