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Isidro Ferrer posa frente a algunos de sus cuadros. Antonio Tanarro

Esto no es un cartel de Isidro Ferrer

El artista recorre veinte años de trayectoria en el Palacio Quintanar

maría martínez

Segovia

Sábado, 1 de febrero 2020, 12:56

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La temporada en el Palacio Quintanar arranca con la exposición 'Esto no es un cartel', de Isidro Ferrer (Madrid, 1963), Premio Nacional de Diseño en 2002 y de Ilustración en 2006, que se podrá visitar hasta el 19 de abril. Se trata de una selección de 170 carteles, más objetos y libros del creador para hacer un recorrido por su trayectoria. Ferrer adentra al visitante en su manera de concebir el arte desde hace más de dos décadas combinando metáforas, paradojas, analogías, elipsis, ironía y metonimias. Todas las piezas cuentan con la impronta inconfundible del diseñador, que se caracteriza por una aparente sencillez.

En la presentación de ayer, a la que asisitieron el director general de la Fundación Siglo para el Turismo y las Artes de Castilla y León, Juan González-Posada; el delegado Territorial de la Junta, José Mazarías Pérez y el director del Palacio Quintanar, Giovanni Ferraro, afloraron los recuerdos vinculados a Segovia. Ferrer diseñó el cartel de la Muestra de Cine Europeo Ciudad de Segovia (Muces) en 2009. Era una imagen de un caracol con pestañas enormes simbolizando un ojo, pero para el artista la experiencia fue más allá. Aunque afirma no visitar mucho las tiendas de cosméticos ni usar demasiadas cremas, su creación le demandó sumergirse en ese universo. Para lograr las largas pestañas de las que presumía el festival tuvo que adentrase en una de las tiendas Sephora, pedir unas postizas y someterse a las miradas de las dependientas. No entendían por qué el artista se las estaba pidiendo. «Me vino la imagen viendo unas fotografías de Man Ray. El caracol se convierte en un ojo que tiene una mira centrífuga que de alguna manera hace referencia también al tiempo detenido».

El creador y cartelista, graduado en Arte Dramático y Escenografía, muestra sus creaciones durante ocho temporadas para el Centro Dramático Nacional y sus últimos 19 años de trabajo. También exhíbe varios de sus cuadernos, dos de ellos al completo. Uno es un proyecto que realizó para la editorial Zorro Rojo de un libro de Okakura, un autor japonés de finales del siglo XIX. «Hay un trabajo casi botánico de ejercicio naturalístico de salir a pintar y dibujar flores», explicó Ferrer. A ello le acompaña un ejercicio de estilo «gamberro» para la modificación de un ejemplar de una ilustradora polaca. «Salió hace poco un libro suyo sobre el pensamiento artístico y yo lo que he hecho es transformarlo en un libro nuevo. He dibujado sobre sus textos y he convertido su libro en otro».

Elemento de comunicación

En el caso de los objetos, no tenían la finalidad de exponerlos porque «no son artísticos». Cada uno de ellos está pensado para ser un elemento de comunicación. «La función de un objeto es convertirse en imagen», señaló. Al encontrase en una sala completamente pintada de negro podría recordar a la distribución que cada uno hace en su casa y, en su caso particular, a las acumulaciones de esos mismos objetos en su estudio. A pesar de estas confesiones con cierto toque de humor, Isidro Ferrer sí destaca de ellos el valor testimonial. «Son el lazo y la unión entre el cartel y esa parte proyectual del trabajo gráfico, que normalmente no se visibiliza y que pertenece al sustrato del proceso. Es aquello que compone la esencia, en mi caso, de lo que es un cartel».

Aunque nunca había estado de manera física en el Palacio Quintanar, lo conocía por anteriores exposiciones de compañeros suyos. «La felicidad fue recibir la invitación para realizar esta muestra que me permite volver a hacer el ejercicio de enfrentarme con mi propio trabajo desde una óptica y una perspectiva completamente distinta», sostiene el artista.

A la hora de visitar las salas, el creador ha intentado que se entiendan algunos detalles, como la importancia del objeto en los carteles, al haber una sala dedicada a ellos, el hecho de que no estén enmarcados o el significado de la agrupación de los verbos que encontramos antes de entrar en la exposición. «Yo trabajo a través de la manipulación analógica de objetos y cosas y, de la construcción de distintos elementos. De alguna manera es una seña de identificación de mi trabajo», recalcó Ferrer.

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