Ada de Cantimpalos será la única galga segoviana en el campeonato nacional

Además de la galga segoviana, la Comunidad de Castilla y León ya tiene al resto de representantes. Clasificada está también Pelaya de Safesa, del Club La Medinense e hija de Única de Safesa y de Sueco de la Puebla de la Sueca. Las otras dos representante serán Fábula de Tron del Club Matacán, hija de Hache de Galgueros de Castilla y Cortega de los Sánchez; y Chaparra de Triki, del Clun Tricol, hija de Faruq de la Tata y Zagala de Triki. Los representantes de la Comunidad salieron de las finales disputadas el pasado 22 de diciembre en Aldeaseca (Ávila), organizadas por la Federación de Castilla y León de galgos y en las que se dieron cita más de 3.000 personas procedentes de toda España.

En el subgrupo II participó la galga Ada de Cantimpalos, que era desde el principio la favorita del grupo, pues había eliminado en las fases previas a los perros de los clubes San Antonio, Lebrel Salmantino, C. La Suerte y Nápoli. Los propietarios de la galga, los hermanos José María y Carlos Soto, acompañados de sus respectivas familias, recogieron el trofeo en el pabellón polideportivo de Aldeaseca.

Según manifiestaron los dueños de Ada, los galgos de competición necesitan muchas horas de entrenamiento y cuidado, como cualquier deportista de élite. Como corredores activos que son, se les da una dieta alta en proteínas, se les cuida las zonas almohadillas de las patas que tienen contacto con el suelo, se controla su peso...». Para que un galgo pueda competir «no solo es necesario que tengan buenos genes, sino que hay que entrenarles desde los primeros meses de vida, simular la competición, haciendo muchos kilómetros con vehículos a motor y liebres mecánicas. Los perros también necesitan cariño, pues son animales muy inteligentes; cuando les hablas, parece que lo entienden, y cuanto más cariño les das, más trabajan para ti», afirman.

Adrenalina, velocidad y excitación son las emociones que se viven durante la carrera, el galgo se siente bien porque tiene libertad y utiliza su fuerza y energía en la competición, y los dueños disfrutan viendo su trabajo de entrenamiento recompensado.