Depósito de vehículos en la calle Guadarrama. Antonio Tanarro

El Ayuntamiento de Segovia registró 57 vehículos abandonados en 2020 y 15 fueron destruidos

Si un vehículo tiene desperfectos graves que impiden su circulación se procede a la retirada de la vía pública

claudia carrascal

Segovia

Sábado, 17 de julio 2021, 11:01

Coches de avanzada edad, algunos de ellos sin neumáticos ni espejos retrovisores e incluso con los faros y las ventanillas rotas acaban ocupando plazas de ... aparcamiento durante meses. El estado de deterioro de los vehículos abandonados es muy variado. En Segovia la concejalía de Seguridad se encarga de establecer los protocolos y en colaboración con la Policía Local retiran estos vehículos cuando se constata el abandono por parte del propietario.

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El problema es que estos coches continúan sufriendo el deterioro como consecuencia del tiempo y del vandalismo, ya que les arrancan diferentes piezas y llega un momento en el que no es posible que circulen de forma autónoma. Cuando esto ocurre los agentes inician el tratamiento como vehículo abandonado.

No obstante, la concejala de seguridad del Ayuntamiento de Segovia, Raquel de Frutos, advierte de que «no hay que olvidar que es una propiedad privada y como tal hay que ser muy cautelosos a la hora de retirarlo». De hecho, manifiesta que el proceso dura entre 3 y 6 meses porque es «muy garantista». Cuando se encuentra mal aparcado en un acceso peligroso o en medio de la entrada a un garaje se llama a la grúa de inmediato y se actúa como con cualquier otro vehículo, independientemente de su estado de deterioro, recalca De Frutos.

El 2020 comenzó con un acumulado de 11 coches abandonados del año anterior y se encontraron a lo largo del año otros 46. Un total de 40 fueron retirados por sus propietarios en la vía pública o en la campa y otros 15 fueron depositados en el Servicio de limpieza viaria y recogida de residuos. Al final del año quedaron dos pendientes de retirada porque todavía no habían concluido las diligencias.

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Por otra parte, hubo 36 vehículos considerados como mal estacionados por llevar más de 15 días en la misma ubicación y presentar cierto deterioro. En este caso, 28 fueron retirados por su propietario y se dieron por abandonados por el avance de sus desperfectos y la falta de respuesta de la propiedad dos más. Otros 6 seguían en la calle al final del año, ya que continuaba el seguimiento por parte de las patrullas, así como las reiteradas notificaciones.

En 2019 la concejalía registró 38 vehículos abandonados, una cifra ligeramente inferior a la de 2020, mientras que en 2018 fueron 16 y en 2017 se abandonaron un total de 35 vehículos. Unos datos muy variables que, según De Frutos, no responden a un patrón ni tienen que ver con la pandemia de la covid-19 porque 2020 también ha sido el año con el mayor índice de retirada por parte del propietario, cerca del 70% frente al 31,6% de 2019 o al 25% de 2018.

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El jefe de la Policía Local, Julio Rodríguez, asegura que el problema del abandono de coches viene de lejos. De hecho, en sus 36 años de trayectoria en el cuerpo reconoce que ha habido años en los que la ciudad tenía más problemas de este tipo. «A finales de los 80 y principios de los 90 el proceso era más complejo y para poder retirarlos de la vía pública había que acudir a un decreto del Ministerio de la Gobernación porque ni la normativa de tráfico ni la de residuos lo contemplaban. Ahora al menos tenemos cobertura legal», puntualiza.

Además, comenta que en la actualidad hay un volumen muy inferior de vehículos abandonados en las calles y es que en esa época contabilizaban unos 300 al año. Este descenso se debe a varios motivos, entre ellos, destaca la antigüedad del parque de automóviles a finales de los años 80. «Es cierto que había muchos menos vehículos, pero eran más viejos y se iban quedando en la vía pública».

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La ausencia de normativa y las dificultades a la hora de dar con el propietario también ralentizaban el proceso. Al respecto, indica que «había muchas personas que compraban un vehículo, pero no se preocupaban de ponerlo en el registro de la DGT a su nombre, por lo que costaba mucho localizar a su poseedor. Hoy en día las bases de datos están actualizadas y son más ágiles, lo que facilita la labor». Entonces también se le ofrecía al propietario la posibilidad de renunciar al vehículo y la Policía se encargaba de realizar todos los trámites para darlo de baja. Un servicio que ya no está en vigor porque con el cambio de normativa el propietario «lo tiene fácil, tan solo tiene que contactar con una empresa homologada y ellos se encargan de todo».

A su juicio, en este aspecto la ciudad ha mejorado y aunque «a veces pueda parecer que no somos diligentes hay una normativa y unos plazos administrativos que tenemos que cumplir y que alargan el proceso». Otra de las trabas con la que se encuentran es que en ocasiones los vehículos tienen una orden de precinto judicial y antes de retirarlos tienen que hacer un requerimiento al juzgado correspondiente.

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Tanto la concejalía de Seguridad como la Policía Local trabajan para que estas máquinas destartaladas no se acumulen en las calles y evitar así un problema de seguridad y de salubridad. El óxido o las fugas de aceite pueden ser causa de accidentes, pero también la rotura de piezas como los cristales. «Algunos están ubicados cerca de centros escolares y cuando se convierten en un residuo peligroso entrañan muchos riesgos porque los niños jugando pueden cortarse». Asimismo, aclara que están ocupando un espacio público, que es muy necesario en determinadas zonas donde las plazas de aparcamiento escasean.

Coche abandonado durante meses en el barrio de San José. El Norte

Hace años había zonas concretas en las que era frecuente ver automóviles abandonados. Entre ellas, Rodríguez Fuentetaja apunta al camino del Tejerín y las calles Madrona o Huertas, así como las áreas cercanas a dependencias militares. Ahora la tendencia ha cambiado y no hay puntos en los que se concentren estos vehículos, sino que se reparten por toda la ciudad.

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La mayoría de los vehículos abandonados son coches antiguos de diferentes marcas, aunque el jefe de la Policía Local subraya que todos son de gama media o baja. También encuentran algunos industriales como furgonetas y de forma puntual motocicletas o ciclomotores. El principal motivo que lleva a un propietario a abandonar estos coches son las averías. «Son tan viejos que no les compensa arreglarlo porque el coste es mayor que valor del vehículo y lo terminan dejando en la vía pública».

Sin embargo, cree que hoy en día el coste de darlo de baja no es un motivo para el abandono porque «la empresa autorizada siempre lo tasa en un pequeño valor que compensa los gastos de gestión». La concejala de Seguridad, Raquel de Frutos, añade que también se encuentran con frecuencia vehículos con reiteradas ITV sin pasar y sin el impuesto de circulación en vigor. En estos casos, «los conductores no quieren asumir gastos de arreglar los desperfectos para que puedan pasar la ITV».

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Mejor sin pegatina

Las patrullas trabajan con una zonificación de la ciudad en secciones lo que les facilita la labor de detectar cuando están abandonados. Aunque tal y como recuerda, el papel de los vecinos es fundamental, ya que muchas veces son ellos los que dan la voz de alerta de que un coche lleva demasiado tiempo en su calle. «Su colaboración es básica para la mejora de la convivencia y la protección del medio ambiente», resalta.

En muchas zonas del país se identifica a estos vehículos con una pegatina para que los agentes los puedan localizar con facilidad durante el procedimiento, una marca que en Segovia se eliminó porque «incitaba al vandalismo. Esa pegatina suponía anunciar que el coche estaba abandonado y comprobamos que a estos coches les quitaban más piezas de lo habitual porque saben que es más difícil que haya consecuencias. La Policía Local hizo una valoración y decidimos dejar de ponerlas para la que la ciudadanía no tuviera la confirmación oficial».

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A pesar de los esfuerzos y de recursos destinados de forma anual al control de estos vehículos «el abandono no es la tónica general en la ciudad» y advierte de que al final del año lo normal es que queden menos de cinco coches pendientes de recogida. En la misma línea Rodríguez Fuentetaja pide a los ciudadanos que cuando quieran deshacerse de un vehículo se pongan en contacto con las empresas homologadas o con la Patrulla Verde de la Policía Local para que les informen de los trámites pertinentes, ya que actuar de otro modo «va en contra de la seguridad y la convivencia».

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