«Cualquier avance para que la gente pueda sobrevivir al cáncer es muy satisfactorio»

Senovilla les habló de su carrera, que comenzó en el instituto, hasta llegar a donde está hoy y cómo poder vivir como científico supone todo un logro «y más siendo mujer». Solo el 22% de los directores de grupos de investigación son mujeres y en ese porcentaje se encuentra ella, lo que es «muy satisfactorio». Se acaba de incorporar como investigadora distinguida en Valladolid, donde creará una unidad de estudios preclínicos.

En cuanto a la inmunología del cáncer, Senovilla explicó a los alumnos cuál es el papel del sistema inmune, tanto en el desarrollo tumoral como la implicación que tiene en los tratamientos, lo que «es un tema muy novedoso». En la actualidad se está estudiando la inmunoterapia con las células CAR-T a través de cinco productos aprobados por la Agencia del Medicamento Americana, dos de los cuales han sido aprobados este mismo año, por lo que «es algo de muchísima actualidad y esperemos que tenga un beneficio y que pueda implantarse en todos los hospitales en un futuro espero que no muy lejano».

Otro de los grandes avances en terapias contra el cáncer es el comienzo de los ensayos en humanos con la vacuna contra el cáncer de mama, lo que para los investigadores «es una gran satisfacción». Senovilla apuntó que en 2018 había 18 millones de personas en el mundo con cáncer «y se estima que para 2040 haya 29 millones de personas. Eso quiere decir que cada vez va a haber mayor porcentaje de personas con cáncer, pero lo más importante es que sean personas que sobrevivan a la enfermedad».

Es por ello que el desarrollo de terapias, fármacos y vacunas contra el cáncer es un logro claro a nivel científico, «que la gente sea capaz de sobrevivir a esta enfermedad que hace unos años era un tabú porque era sinónimo de muerte, cualquier avance es muy satisfactorio».

Senovilla comienza ahora una nueva etapa como investigadora en Valladolid. A tan solo unos kilómetros de su Cuéllar natal quiere continuar la investigación sobre su último trabajo, que se ha publicado hace apenas dos semanas. En el mismo estudia cómo existe un tipo de células a las que les faltan dos proteínas «y cuando esas dos proteínas no están siempre se ha considerado que generan una resistencia a los tratamientos».

Sin embargo, en su trabajo se ha encontrado un mecanismo por el cual estas células no son capaces de proliferar «con lo cual enfermedades que no tengan estas dos proteínas pueden beneficiarse de este nuevo 'descubrimiento'». «Hemos visto que este tipo de deficiencia existe en un tipo de tumor infantil muy raro y en colaboración con un médico de París empezamos el año pasado a realizar algunos estudios y vimos que hay ciertos tumores de este tipo que no tienen estas proteínas», por lo que su trabajo también se centrará en estudiar si estos tumores se pueden beneficiar de este tipo de tratamientos, También ha contactado con médicos endocrinos del Hospital Clínico de Valladolid y junto a ellos estudiará la enfermedad de Graves, una enfermedad autoinmune que genera hipertiroidismo.

Además de todo ello, la razón por la que dijo 'sí' a la propuesta de dejar París e investigar en Valladolid durante los próximos cuatro años es «porque querían que creara una unidad de ensayos preclínicos». A su juicio en Valladolid se realiza investigación básica «muy buena y clínica muy buena, pero la preclínica se encuentra un poco más ausente y ese es mi punto fuerte, en lo que más he trabajado, en desarrollar modelos animales que permitan hacer esos estudios un poco trasnacionales» y por ello está luchando ahora y buscando financiación.