Amplían las catas en la plaza de La Soledad para documentar los restos arqueológicos hallados
En octubre se descubrió la base de un muro de origen desconocido, por lo que ahora se trata de completar la documentación de esa estructura
El Ayuntamiento de Cuéllar retomó hace unos días los trabajos de arqueología en el cuadrante este de la plaza de La Soledad, en la ... zona más próxima al antiguo convento de San Francisco, una vez que, a finales de diciembre, la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural autorizara una nueva intervención arqueológica de carácter preventivo en el lugar.
El motivo de esta nueva intervención es documentar los posibles restos arqueológicos que pudiesen aparecer, en un área donde ya se han localizado algunos restos a una cota muy somera, evitando de este modo posibles paralizaciones cuando se inicien las obras de adecuación y reforma, a la vez que se completa la documentación de las estructuras arqueológicas halladas en los trabajos previos solicitados por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Segovia.
Fue el pasado mes de octubre, con el inicio de las catas arqueológicas previas al comienzo de las obras de adecuación y reforma de la plaza de La Soledad, cuando se descubrió una base de un muro, cuyo origen se desconocía hasta el momento. El muro se vislumbró en el primer momento en el que comenzó la cata, en concreto en la que se realizó más cercana a la puerta del antiguo convento de San Francisco.
Ya entonces el hallazgo se notificó a la sección de Patrimonio del Servicio Territorial de Cultura y Turismo de Segovia. El siguiente paso fue una ampliación de dicha cata, lo que se realizó para conocer algo más sobre este muro, que ha intrigado a cuellaranos y autoridades, pues se desconocía la existencia de una estructura así en el lugar.
Mientras se esperaba la respuesta de Patrimonio para saber cómo continuar con la actuación, desde la villa se comenzó a buscar documentación que pudiera sugerir qué podría ser o a qué construcción correspondería la base de ese muro, aunque no se cuenta con planos de la zona anteriores a los que se tenía constancia y no se ha conseguido conocer qué es esa estructura.
La cercanía del lugar de la cata a la iglesia y al convento de San Francisco ya hacía presagiar la posibilidad de aparición de distintos restos, si bien en un primer momento se esperaban tumbas o excavaciones similares, por lo que la aparición de la base de estructura urbana es todo un misterio, puesto que se desconoce tanto su origen como qué tipo de construcción podría ser, ya que no se tienen referencias al respecto.
Tras el hallazgo, las obras previstas, que se encontraban inscritas dentro del plan municipal de reforma de viales del conjunto histórico de la villa, se decidieron retrasar, al menos hasta documentar la base del muro hallado. Un muro que se convirtió en varios y así en una estructura de vivienda o similar al extenderse la cata, en la segunda ocasión. Con la nueva ampliación, que comprende casi el 50% de la superficie, se continuará el trazado de este muro desconocido.
Obra
El proyecto de la obra que se pretendía ejecutar en el espacio ya contaba con que este punto era susceptible de hallazgos de restos arqueológicos, ya que la ubicación de la plaza de La Soledad, en el entorno del convento de San Francisco, hacía que se enmarcara dentro de las zonas de interés arqueológico prioritario.
De hecho, contaba con la existencia probada de restos arqueológicos de importancia singular o de alta probabilidad de aparición, según aparece en el proyecto de obra, donde también se incluye la realización de un seguimiento arqueológico y toma de datos durante la excavación de zanjas para la dotación de servicios. Con la autorización de la Comisión de Patrimonio ahora las intervenciones arqueológicas continuarán y serán los especialistas los que deberán determinar a qué corresponden los muros que están siendo descubiertos.
La superficie prevista en la actuación de la obra de la plaza de La Soledad era de 1.027 metros cuadrados comprendidos entre la calzada de la avenida de los Toros, la iglesia de San Francisco, donde no está prevista la modificación total del frente existente, los jardines de San Francisco y la zona de Los Paseos.
Los trabajos, que comenzarán en fecha aún por determinar, a la espera de la conclusión de los estudios arqueológicos, se centrarán en la pavimentación de calzadas, aceras, la instalación de mobiliario urbano y la renovación de las infraestructuras de servicios básicos en todos los espacios. Todo ello con el objetivo de crear áreas de estancia peatonales cualificadas y mejorar sus recorridos, resolviendo también la relación entre los circuitos rodados y peatonales y solucionando el paso de vehículos hacia la plaza, donde se proponen varios aparcamientos en el interior y en el exterior, junto a la calzada.
La obra contempla la demolición de los elementos existentes en estos momentos en la plaza, entre los que se encuentra el muro de mampostería que limita este espacio con los paseos de San Francisco. También se eliminará el monolito de piedra ubicado junto a dicho muro, los tres abetos situados entre la plaza y los jardines y el recinto canino existente.
Entre otros objetivos, la obra busca la mejora de los recorridos peatonales, por lo que se configurará un viario de coexistencia mediante la ejecución de todo el ámbito al mismo nivel, diferenciando los espacios mediante marcas en el pavimento a través de encintados.
También se pretende una mejora y regularización del pavimento previo al acceso al convento, la organización de zonas de estancia en la plaza, lo que se realizará con mobiliario específico y diversa vegetación, y se pretende el mantenimiento y mejora de las instalaciones de talanqueras en los márgenes de la avenida para el desarrollo de los recorridos de los toros, teniendo en cuenta que la actuación se encuentra dentro del recorrido de los encierros que se realizan en la villa, por lo que la instalación de las talanqueras se tendrá en cuenta en la intervención.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión