¿Alguien quiere patrocinar la sustitución de la Virgen del Acueducto por una réplica?

«Bajar la Virgen, restaurarla y exponerla en la Casa de la Moneda es el objetivo. Entendemos que la Moneda es su sitio, porque la imagen es una donación que los monederos segovianos de la vieja Ceca hicieron a la ciudad», expuso la edil, partidaria de que la operación coincida con el quinto centenario de la colocación de la Virgen en el nicho occidental del Acueducto, que tuvo lugar en 1520, según Diego de Colmenares.

El proceso no debiera ser excesivamente costoso, pero el Ayuntamiento de Segovia quiere que una entidad, empresa o institución, lo patrocine. «Estamos en busca de patrocinio. No nos parece mal que una entidad vincule su nombre al Acueducto y contribuya así a la conservación de esa imagen de la Virgen», añadió De Santos, convencida de que la restauración y el traslado de la estatua pueden tener una gran repercusión social.

Como se recordará, hace unas semanas se desprendió un fragmento de la escultura y cayó sobre el Azoguejo. Ya entonces el Ayuntamiento apuntó la posibilidad de restaurarla y trasladarla a la Casa de la Moneda. Aunque no existe consenso en cuanto a la identidad de la Virgen, el profesor Félix Gila y Fidalgo sostiene, en su 'Guía y plano de Segovia' de 1906, que se trata de Nuestra Señora de la Cabeza. Según Gila, en 1520, con motivo de la retirada de todas las letras que componían la cartela del Acueducto (eran un peligro porque se desprendían), se procedió a cambiar las estatuas que había en los nichos superiores (al parecer representaban a Hércules), por la de Nuestra Señora de la Cabeza al oeste y la de San Sebastián al este. El ensayador de la vieja Ceca, Antonio Jardina, pagó los gastos. La antigua fábrica de moneda pertenecía a la parroquia de San Sebastián, templo construido bajo las advocaciones de San Sebastián y Nuestra Señora de la Cabeza.

La concejala también se refirió a la ordenanza que el Ayuntamiento prepara para la protección del entorno del Acueducto. El borrador está; de hecho, ayer mismo lo puso en manos de los grupos políticos con representación municipal, a cuyos ediles pidió «discreción» y un estudio sosegado del documento. «Creemos que se trata de un proyecto de ciudad que debe contar con el mayor consenso posible». Si nada se tuerce, el pleno de junio aprobará la ordenanza.