Así afecta el verano a la lista de espera quirúrgica: más pacientes y más retrasos
El Hospital General Universitario de Segovia encara la recta final de 2025 con más cirugías pendientes que se demoran entre tres meses y un año
La actividad asistencial del sistema público de salud se ralentiza en verano. Es un hecho. La maquinaria de consultas con el especialista, la petición de ... pruebas, los diagnósticos y la cita con el quirófano, en caso de que el paciente requiera una intervención quirúrgica, funciona más lenta. La faltan piezas y la correa no va tan fluida. Los profesionales de las diferentes áreas ejercen su derecho a las vacaciones y no siempre la cobertura prevista suple al 100% las ausencias estivales. La consecuencia se ve habitualmente en las listas de espera. Termina el verano, la Consejería de Sanidad de la Junta publica los datos recabados de las diferentes Gerencias de Asistencia Sanitaria y esas estadísticas revelan los efectos del paréntesis veraniego que va de julio a septiembre, ambos meses incluidos, en el que la dinámica baja, por lo que se alargan los retrasos medios para ser operados y aumenta la cartera de enfermos que aguardan una cirugía.
El comportamiento no es el mismo en todos los complejos hospitalarios de la comunidad autónoma; al igual que también hay diferencias entre servicios y especialidades. Algunos salvan mejor este periodo vacacional que otros, que acusan más las carencias de la reducción de la actividad.
La cifra
1.399 pacientes
en la lista de espera quirúrgica del Hospital General Universitario de Segovia al finalizar el tercer trimestre del año en curso.
El impacto del tercer trimestre del año en curso en el Hospital General Universitario de Segovia se resume en más intervenciones quirúrgicas en el debe a fecha de 30 de septiembre y una tardanza algo mayor para pasar por los quirófanos que han estado habilitados a lo largo de los meses centrales del verano. Así, el portal Salud Castilla y León en el que la Consejería de Sanidad da cuenta de forma periódica de la gestión llevada a cabo en determinados ámbitos de Sacyl que revisten de un interés ciudadano, como pueden ser las listas de espera, pone de manifiesto que la época de vacaciones dejó tras de sí un total de 1.399 pacientes que aguardaban en la provincia una operación.
Estos son los enfermos que conforman la denominada lista de espera quirúrgica estructural, que se refiere a todas aquellas personas que se encuentran pendientes de una cirugía y que la tardanza que acumulan se atribuye a la organización del sistema de salud y a la disponibilidad de los recursos pertinentes y necesarios para llevar a cabo la actividad quirúrgica. Es decir, los afectados directamente por el cierre provisional de quirófanos en los complejos asistenciales como el de Segovia y por la insuficiente cobertura del personal que ejerce su derecho a las vacaciones durante el verano.
La tarea a mayores con la que se han encontrado los equipos al inicio de este mes de octubre es de 146 operaciones más en cartera acumuladas dentro del paréntesis que abre junio y clausura septiembre. O lo que es lo mismo, un incremento de la lista de espera del 11,6% con respecto al segundo trimestre de este 2025.
La agenda de casi 1.400 pacientes que aguardan ser intervenidos quirúrgicamente por la sanidad pública en Segovia es también más numerosa que la que estaba pendiente de pasar por quirófano cuando el presente año comenzó a deshojar el calendario. En concreto, un 12,8% más que al inicio del ejercicio.
La ralentización que conlleva el verano en la actividad de la Atención Especializada ha devuelto prácticamente a la casilla de salida de este año 2025 la gestión de las listas de espera quirúrgicas del Hospital General Universitario, el único de referencia para la población residente en la provincia, mientras se hace de rogar el impulso a la archidemandada y necesaria nueva infraestructura, que hace poco acabó las obras de urbanización, pero para la que el anteproyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad para 2026 solo asigna, en principio, 399.000 euros a invertir en 2026 por parte de la Junta de Castilla y León.
Toca remontar y recuperar el camino desandado en los últimos tres meses del año. No solo la cartera de cirugías es más abultada, también los retrasos medios se han prolongado como consecuencia del descenso del ritmo asistencial durante el verano. Los datos oficiales que ha hecho públicos recientemente la Consejería de Sanidad que dirige Alejandro Vázquez acreditan una demora media de 52 días para una operación, aunque la mayor o menor tardanza depende de la especialidad.
El citado retraso, fechado a 30 de septiembre, supone postergar seis jornadas más la espera media para entrar en quirófano en el complejo hospitalario universitario de Segovia. De 46 a 52 días, si se compara con el anterior trimestre; pero si la referencia temporal se retrotrae al comienzo del año, el aumento de la tardanza es mucho más modesto: se tarda 24 horas más. Si el espejo en el que se mira es el trimestre inicial del curso, esa tardanza se estira nueve días más.
Aún así, son dilaciones y cifras de pacientes en espera de ser operados que se equiparan -y hasta mejoran- a las que había antes de que irrumpiera la pandemia de la covid-19. Al comparar mismos trimestres, en 2019 el retraso medio se situaba en 54 días al término de aquel verano, dos más que ahora. Además, hace seis años había más cirugías pendientes de realizarse: 1.463 frente a las 1.399 con las que se despidió el último septiembre.
Por especialidades
La experiencia dice que la disminución de la actividad en la época de vacaciones estivales suele traer consigo que haya demoras ya existentes que aún se alarguen más.
Es un revés asumido e incluso planificado; sin embargo, esos mismos números que definen el comportamiento de las listas de espera en los terceros trimestres de cada curso vuelven a atestiguar que, al regreso de los descansos, hay más cirugías con tardanzas más dilatadas. Así se extrae de la clasificación sobre la que trabaja la Administración sanitaria regional y en la que reparte los tiempos de espera en la atención quirúrgica.
En este sentido, los datos de la consejería dan cuenta de un incremento de la cantidad de intervenciones quirúrgicas que se demoran entre tres y seis meses con respecto al trimestre con el que se llegó al ecuador del año. Al término del pasado septiembre, de las 1.399 operaciones en espera estructural, la que está condicionada por los recursos y la organización, 284 acumulaban entre tres y seis meses de retraso. Una de cada cinco cirugías pendientes. Esto quiere decir que, a lo largo del verano, 172 pacientes han pasado a arrastrar dilaciones de entre 90 y 180 días para entrar en quirófano, el 65,1% más que los que estaban en esta situación al acabar el trimestre anterior y un 45,6% más que al inicio del presente curso.
Además, casi se han cuadruplicado los segovianos que acumulan entre medio año y un año de espera para ser intervenidos. De tres que había en la lista quirúrgica a mitad de este ejercicio, se ha pasado a once, como se extrae de las estadísticas del tercer trimestre de 2025.
Ese mismo informe también revela cuáles son las especialidades que más acusado el efecto vacacional. Cirugía General y del Aparato Digestivo ha sido la más damnificada. Buena parte de los casos que ha sumado la lista de un trimestre a otro se concentran en este área. Al finalizar septiembre, había 389 pacientes en la lista aguardando entrar en quirófano. Son casi un centenar que los que había al cerrar el mes de junio. Un 33,6% más, en términos relativos. Además, el tiempo medio para ser operado se prolongó durante el verano hasta los 38 días, nueve más que en el trimestre anterior.
Urología, por su parte, también vio cómo acumulaba más trabajo al tener más cirugías en cartera: de 128 a 173, un aumento del 35,5%; aunque esta especialidad recortó la tardanza media de 54 a 51 jornadas. Oftalmología, que había tirado del carro en anteriores trimestres gracias al alivio de su lista de espera quirúrgica, en los meses de verano a vuelto a sumar operaciones pendientes: 150, dieciséis más que tres meses antes, lo que supone prácticamente un 12% más. El retraso se queda prácticamente igual, en 48 días, uno más que al finalizar junio.
Dermatología multiplica por tres los pacientes en espera de entrar en quirófano (de 16 a 40), aunque rebaja los tiempos al pasar de 20 a 17 jornadas de media. Ginecología es la otra especialidad que suma pacientes que aguardan ser intervenidos (de 23 sube a 31), pero tiene el 'honor' de ser la más rápida, ya que la demora desciende a dos semanas.
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Por su parte, las que han logrado adelgazar la cartera de cirugías en espera son Traumatología y Otorrinolaringología. Especialmente destacable es la primera, que sigue siendo la que más pacientes tiene pendientes de una operación, con 488, el mejor dato desde que empezara el año en curso. La cruz, los trece días más de media que aguardan esos enfermos la intervención quirúrgica. La segunda apenas arroja variaciones entre el segundo y el tercer trimestre del ejercicio. Pasa de 127 a 122 cirugías en espera; pero también se dilata más tiempo el paso por el quirófano. En concreto, diez días más, hasta los 57.
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