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Varíos jóvenes de Cuéllar muestran una maqueta del proyecto para la First Lego League.
Un robot al rescate de los rebaños

Un robot al rescate de los rebaños

Un grupo de estudiantes cuellaranos de Secundaria participa en el desafío internacional de la First Lego League con un proyecto que busca evitar los ataques de lobos a ovejas

mónica rico

Lunes, 13 de febrero 2017, 06:18

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Bajo el nombre de D3SCON3CT3D EX, nueve jóvenes cuellaranos, estudiantes de los dos institutos de la localidad, participan este año en la First Lego League (FLL), un desafío internacional que busca despertar el interés de los jóvenes por la ciencia y la tecnología mediante desafíos temáticos para involucrarlos en la investigación, la resolución de problemas y la ciencia.

Los participantes diseñan, construyen, prueban y programan robots utilizando la tecnología Lego Mindstorms, investigan y resuelven desafíos, aplican conceptos de matemáticas y ciencias en la vida real y desarrollan habilidades y competencias como el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la comunicación. En esta edición, los equipos se deben poner en la piel de los animales, de la mano del desafío 'Animal Allies' y buscar una solución a un problema real relacionado con el mundo animal. Así, el proyecto del equipo cuellarano se ha centrado en encontrar una salida para los ataques del lobo a las ovejas.

El proyecto comenzó con los jóvenes documentándose al respecto, hablando con un guarda forestal, que les puso de manifiesto algunos de los problemas existentes en la comunidad, entre ellos los ataques del lobo a los rebaños. Para profundizar en el tema hablaron con varios pastores, quienes les detallaron el caso y, tras recoger toda la información, optaron por elegir esta idea debido a la importancia y la extensión del problemaen España. Se calcula que se producen alrededor 4.650 ataques de lobos al ganado.

La investigación les llevó a descubrir algunas de las maneras que se utilizan en la actualidad para proteger los rebaños frente a estos ataques, como la presencia de otros animales como perros o burros que ahuyentan a los lobos, pero que son ineficaces frente a una manada entera; la instalación de cercados eléctricos rodeando al rebaño, lo que evita los ataques pero atenta contra la salud de las ovejas; o la orina de lobo, que, según explicaron, evita los ataques, pero es una solución temporal que además produce nerviosismo en las ovejas, por lo que tampoco es completamente eficaz.

Un collar

Según apuntan en su proyecto, cuando el lobo ataca, se dirige a las ovejas más indefensas, como las crías o embarazadas. En comparación con otros animales como ciervos o jabalíes, las ovejas son más propensas a sufrir un ataque de lobo, ya que son presas fáciles. Estos ataques son planeados y el animal realiza un reconocimiento previo del ganado para ver cuando son más vulnerables. Los ataques se producen normalmente de noche, cuando el pastor no está presente y no puede protegerlas.

Teniendo en cuenta estas premisas, los alumnos han optado por una solución en forma de collar que se pondría a las ovejas y que mediría su ritmo cardiaco. En caso de superar las 150 pulsaciones (una oveja tranquila tiene entre 60 y 80 por minuto), el dispositivo mandaría una señal a un sistema informático, que avisaría al pastor, mediante un mensaje o una llamada. Proponen colocar el collar a un mínimo de siete ovejas del ganado, pero esto dependería del tamaño del rebaño, por lo que apuntan que entre un 10 y un 15% de los animales debería contar con el dispositivo.

El sistema informático controlaría también a un pastor electrónico que ellos mismos han diseñado. Sería un maniquí con una luz led en la mano y una serie de bocinas que imitan la voz del pastor real. Se podrían instalar varios en distintos puntos del recinto y así situarse en los lugares más probables donde pudiera aparecer el lobo.

Las ovejas serían localizadas por unas antenas situadas sobre las cajas en las que estaría escondido el pastor eléctrico. Este sistema sería una forma para dar más tiempo de respuesta al pastor real y así salvar al máximo número de ovejas posibles.

Además, los jóvenes también destacaron que el sistema se puede complementar con un sistema de petardo o pólvora, imitando el disparo de una escopeta.

El trabajado proyecto de los jóvenes también apunta al futuro, cuando la iniciativa se podría aplicar a una mayor variedad de animales e incluso para distintos estudios sobre los ataques de los lobos, pues con un análisis se podrían determinar variantes como el momento del año en el que el lobo ataca más.

El coste de cada uno de los collares se situaría en unos 18 euros, y los maniquíes que actuarían como pastores electrónicos tendrían un precio de entre 50 y 80 euros, dependiendo de sus características. Además, el proyecto se podría ampliar o realizar variaciones, como utilizar espantapájaros o incluso incorporar al sistema un equipo de cámaras que vigilarían a las ovejas y facilitarían el recuento de las mismas. La decisión sobre el equipo final sería del pastor.

El desafío de la FLL incluye un proyecto científico, en el que los equipos deben usar su creatividad para diseñar una solución innovadora, como en este caso los collares para las ovejas y los pastores electrónicos; y una segunda parte en la que los equipos deben diseñar, construir y programar robots usando la tecnología Lego Mindstorms para superar una serie de misiones de manera autónoma en un tablero de juego.

Los motores

Para esta segunda parte del desafío, los jóvenes han construido un robot y una controladora EV3 con diferentes sensores y piezas lego y han realizado programaciones para conseguir distintas pruebas consistentes en sacar comida de un frigorífico, dejar una abeja sobre un panal, un lagarto en un determinado lugar o dejar comida a animales, entre otras. Realizan programaciones para distintos elementos, unos para los motores grandes, que son los que mueven las ruedas del robot, y otros de menor tamaño, que se encargan de mover los utensilios y así poder realizar las diferentes tareas.

Aldara, Pablo, Iker, Daniel Arranz, Leire, Inés, Daniel Avellón, Guillermo y Unai son los nombres de estos alumnos de entre 13 y 17 años de edad, que llevan varios meses trabajando en el desafío FLL, ayudados por David y Óscar, que actúan como entrenadores y que ya participaron como concursantes en ediciones anteriores.

Todos ellos se reúnen varias veces por semana en un local del Centro Cultural Santa Clara, donde tienen montada ya la maqueta les llevará el próximo sábado 25 de febrero hasta Salamanca, donde se celebra la fase regional de la FLL, y a la que acudirán con 'Willy', la mascota que desde hace años acompaña a los equipos cuellaranos a estas competiciones.

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