Nochevieja tranquila y a bajo cero

El peregrinaje de regreso al hogar en busca de la cama para acurrucarse durante unas horas entre mantas y edredones da fe de que la Nochevieja ha estirado la fiesta hasta bien entrada la madrugada. Algunos aún llevan el abrigo de la mano. Sus cuerpos aún no han notado que Segovia ha amanecido helada. Congelada con el rocío estratificado alfombrando gélidamente jardines, parques y los tejados más sombríos.

Las primeras horas de 2017 han transcurrido sin grandes sobresaltos. Incidencias ha habido, lógico, pero no de gravedad. El pasarse de la raya con la bebida o algún conato de pelea entran dentro de la lógica liturgia de la despedida del año viejo. Así lo cuentan los responsables de la Policía Local y del cuerpo de Bomberos de la capital, quienes bosquejan en que el nuevo año ha llegado tranquilo (y así esperan que continúe).

Como en botica, esta Nochevieja ha habido de todo para disfrutar de una madrugada de jarana. Música con Los Teo o La Banda del Búho; bonocopas y rutas de bares, cotillones con el kit de serpentinas, matasuegras y gorro , y , por supuesto, las barras habituales que han abierto en una noche especial. También ha habido quienes han preferido cenar fuera de casa, ahorrarse el ajetreo doméstico de cacharros y fogones y comerse las uvas en hoteles que prepararon un menú para la ocasión con su fiesta y bailoteo pertinentes.

-12º en Cuéllar

Eso sí, todos al resguardo del frío, que en la capital rozó los dos grados en negativo. Mucho más gélido ha sido el tránsito festivo entre 2016 y 2017 en la zona de Tierra de Pinares. Cuéllar, por ejemplo, ha pasado la Nochevieja bien abrigada porque los termómetros han bajado hasta los 12º bajo cero.

Este entorno mesetario la provincia segoviana se mantiene en alerta de nivel amarillo por el riesgo de temperaturas mínimas muy bajas.