Verescence tiene un plan de inversiones de 35 millones de euros en cinco años
La fábrica de La Granja amplirá a la plantilla fija hasta los 450 empleados
Miguel Ángel López
Domingo, 18 de diciembre 2016, 23:10
La nueva cartelería con el nombre de Verescence tiene una imagen de un frasco de perfume y debajo el lema Made of glass and passion. En inglés porque la empresa persigue afianzarse en otros mercados, en exportar (Mario López Sánchez, el director general, afirma que para la empresa pensar en exportación es hablar de fuera de Europa) a países asiáticos, de América y África. Hecha de cristal y pasión, Verescence, tiene asegurada su permanencia en el Real Sitio de San Ildefonso «al menos durante los próximos 15 años». El horizonte temporal queda así ampliado por lo menos hasta 2032, comenta el director, pues este año aún lejano será en el que habrá que realizar de nuevo la reconstrucción del segundo de los dos hornos de la fábrica, que hay que hacer cada 12 años. De hecho, en 2018 está previsto reconstruir el primero de los dos, y en 2021, el segundo.
Los hornos son «el corazón de la fábrica», sostiene López Sánchez. El otro puntal son los trabajadores. Declara el director general que se van consiguiendo los objetivos y que en gran medida es gracias «al compromiso y la flexibilidad de toda la plantilla». Porque «lo primero es el empleado, y cuando el empleado está bien, lo demás viene solo». En la actualidad la plantilla la componen 423 trabajadores fijos y otros 70 eventuales, y el plan estratégico a cinco años que finaliza en 2020 prevé una inversión global de 35 millones (que incluye la reconstrucción de los dos hornos) con la que la plantilla se ampliará hasta unos 450 trabajadores fijos y casi un centenar temporales.
El nuevo nombre, Verescence, de la antigua SGD está siendo ya aplicado y difundido. Obedece a la decisión de la compañía de dotar a cada división de actividad de una identidad propia, tras la separación este verano de los negocios de envases de farmacia y de perfumería y aisladores. Significa relanzar el proyecto del grupo enfocado al plan industrial y comercial de cinco años de duración, que tiene también un componente de valores de calidad y «de integración de la fábrica en el entorno». Pero no solo desde el punto de vista de la generación de empleo y de la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente, sino también por su implicación en la comunidad donde se asienta, en las actividades sociales, la presencia en publicaciones, el apoyo a equipos deportivos de la localidad a las Noches Mágicas del real Sitio o la iluminación navideña, remarca López.
La compañía sigue perteneciendo al fondo de inversión americano Oaktree, el mismo propietario que desde 2009. La «peor fase de crisis» de la fábrica fue entre aquel año y 2012, cuando entró en pérdidas y la plantilla bajó a 323 empleados, sin que se realizara ninguna contratación temporal. Aquella crisis está superada. Ahora la plantilla de personal fijo es de 423, con 70 trabajadores temporales, y la cifra de negocio prevista para el cierre del ejercicio de 2016 es de 64 millones de euros, con una expectativa de crecimiento del 10% y una facturación de 71 millones de euros en 2017, apunta López.
El director, no obstante, asegura que en Verescence «somos autocríticos». Y quizá esta es una de las claves del cambio de tendencia. «Cuando llegó la crisis era una fábrica ineficiente, no era competitiva; éramos caros lentos y malos», explica. Ahora la impresión del mercado es la contraria. Si hace unos años las empresas chinas o alemanas les quitaban los clientes, ahora, tanto en frascos para perfumería como en aisladores eléctricos, es «muy competitiva» y ofrece un servicio impecable y una calidad de las mejores. Lo demuestran el aumento de las exportaciones, y que después de unos años «circunscritos al arco Mediterráneo», cuando los directivos de Verescence hablan de exportar no cuentan las ventas en Europa sino en los mercados de América, África y Asia.
Formación y empleo
Las ventas fuera de Europa son ya el 70%, y eso ha supuesto gastos de homologación, desarrollo de nuevos producto, la ampliación del equipo humano, la apuesta por la formación y salir a ferias a presentar la producción. Como muestra de la nueva dinámica, el director señala que este área de la fábrica ha pasado de tener diez titulados universitarios hace 15 años a más de 60, y subraya que «invertimos mucho en la formación de toda la plantilla». Todos los días hay clases de inglés y francés en la misma fábrica y en los próximos dos meses, recalca López, «vamos a ser centro homologado de formación de la Junta de Castilla y León porque vamos a entrar en los programas de FP Dual y desde hace años estamos en los programas de contratación con garantía de empleo». Es de las empresas que más contratos de este tipo ha realizado, 85 hasta ahora, y en 2017 tiene presupuestado contratar otros 32 con estos programas. «La expectativa es crecer en empleo todavía más en los próximos tres años», indica el director. Y a la plantilla fija habrá que sumar los empleados de las empresas de contratas, que en la actualidad son 180.
En el primer trimestre de 2017 la fábrica pondrá en marcha tres líneas nuevas de decoración de frascos de hotstamping, serigrafía y encolado con ocho personas más en cada turno, lo que supone 25 nuevos empleos. Está en pleno proceso de selección y formación de este personal, para lo que cuenta con la ayuda «inestimable» de la Junta de Castilla y León. Es la empresa más grande del sur de Castilla y León, y la Junta la ha incluido en el programa Lanzadera dentro de las industrias estratégica de la región, lo que permite trabajar en un crédito del Banco Europeo de Inversiones que, señala López, «cubriría, con la financiación adicional, 50 millones de euros en los próximos cinco años para las inversiones y el gasto en investigación y desarrollo».
Liderazgo
Verescence mantiene el liderazgo en el sector de frascos de perfumería en España, Francia y el Reino Unido y es colíder en Italia, con una capacidad de producción anual de alrededor de 150 millones de frascos y cinco millones de aisladores eléctricos, que podría crecer un 10% en caso de necesidad.
Las expectativas son buenas. López cree que «la madurez y el compromiso» de la plantilla y la vinculación de las mejoras económicas a los resultados de la fábrica fue un buen acuerdo en el convenio colectivo, y aplaude la flexibilidad del comité de empresa. Y ahí está el resultado: el director calcula este año un ebitda (beneficio bruto de explotación) del 18% respecto a 2015.