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De izquierda a derecha, la concejala Marisa Delgado; Nuria Alonso, de Amfar Segovia; Esperanza Vázquez, directora general de la Mujer; Carmen Well, gerente de Servicios Sociales; Javier López-Escobar, delegado de la Junta, y Lola Merino, presidenta de Amfar.
La agricultura solo emplea al 3,4% de las trabajadoras autónomas del medio rural

La agricultura solo emplea al 3,4% de las trabajadoras autónomas del medio rural

Amfar celebra en Segovia una jornada formativa sobre las oportunidades de la PAC con más de 200 mujeres de Castilla y León

Miguel Ángel López

Domingo, 16 de octubre 2016, 11:21

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Formadas e informadas. Y con oportunidades para conciliar el trabajo y la vida familiar. Son condiciones que si las poseen las mujeres que viven en el ámbito rural les facilitarán su desarrollo y el acceso a las ayudas que contempa el Programa de Desarrollo Rural, dotado hasta 2020 con 1.820 millones de euros de fondos europeos vinculados al sector agrario. Las mujeres son «esenciales» para el desarrollo sostenible del medio rural de Castilla y León, manifestó ayer en Segovia Lola Merino, presidenta nacional de la Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (Amfar). La comunidad es la tercera de España en porcentaje de mujeres autónomas y, sin embargo, explicó Merino, el sector agrario solo ocupa al 3,4% de las mujeres, frente al sector servicios, que lidera el empleo femenino en Castilla y León al dar trabajo al 87,9% de las ocupadas.

La realidad es tozuda. En una comunidad con más de 2.250 municipios y el 88% de ellos de menos de mil habitantes, en el conjunto de estos pueblos viven 440.000 mujeres (38.000 en la provincia de Segovia) que permiten que sigan existiendo, pues «aquellos pueblos que se quedan sin mujeres acaban desapareciendo», declaró Lola Merino. Las mujeres, explicó, «son las últimas salir de los pueblos y las últimas en volver» y las que se quedan tienen cada vez más edad y «se les complica el emprendimiento, el desarrollo rural o que se pongan al frente de las explotaciones agrarias». A pesar de que ya en Castilla y León hay 90 mujeres (de un total de 200 en toda España) que se han incorporado a la Titularidad Compartida, un indicio que destacó Lola Merino de que las mujeres ya están dando los pasos necesarios para «activar» el desarrollo rural a través del emprendimiento.

Políticas transversales

Merino asistió a la jornada con la que Amfar celebró el Día Mundial de la Mujer Rural, a la que asistieron más de 200 asociadas de todas las provincias de Castilla y León. La iniciativa de la organización contaba de antemano con el respaldo de la Dirección General de la Mujer de la Junta, cuya responsable, Esperanza Vázquez, les explicó el trabajo tranversal que realizan todas las consejerías del gobierno regional para intentar frenar la despoblación, dotar al medio rural de servicios y fomentar políticas que permitan aprovechar los 1.820 millones de euros de fondos europeos del Programa de Desarrollo Rural que finaliza en 2020.

En Castilla y León, comentó Esperanza Vázquez, el 40% de las mujeres viven en zonas rurales a las que la Junta presta «especial atención» para que, en definitiva, puedan adquirir habilidades empresariales y emprender. «Estamos avanzando porque los últimos datos apuntan a que el 54% de las personas que emprenden en el medio rural son mujeres y un 27% son ya titulares de explotaciones agrarias», destacó. Porque el gobierno regional «apuesta por asentar servicios sociales para que las mujeres y las familias puedan asentarse; hablamos de centros de educación infantil, de residencias de mayores, del programa Conciliamos... porque si queremos que la mujer sea visible en el medio rural y se empodere tiene que haber una conciliación de la vida familiar y laboral y una corresponsabilidad», indicó.

En este sentido, la presidenta de Amfar consideró que «la mujer es esencial» para las explotaciones agrarias, en un sector que es «la segunda potencia económica de España» y un nicho de empleo muy importante para las mujeres, «pero necesitamos que las mujeres puedan quedarse en los pueblos». Fondos hay, y «cosas para hacer también», recalcó Merino, y añadió que cada zona tiene sus propios recursos «para llevar a cabo cualquier tipo de negocio».

Oportunidades

La reivindicación de Amfar es diáfana: que la sociedad en general y en concreto las instituciones y el tejido empresarial «tengan en cuenta que para poder salvar el mundo rural la mujer tiene que ser protagonista de cualquier tipo de política que se lleve a cabo a nivel regional o municipal».

Destacó Lola Merino el papel esencial de ayuntamientos y diputaciones en esta tarea porque «necesitamos mujeres en los pueblos, que puedan emprender, abrir un negocio, crear empleo y frenar el envejecimiento, porque si no tendremos una España con un 85% desierto y un 20% de ciudades superpobladas».

Y aseguró que «Castilla y León sabe a pueblo y ahí son necesarias las mujeres», aunque para quedarse «necesitan calidad de vida, servicios sociales, infraestructuras, atención para todas nuestras personas dependientes y que la red de banda ancha llegue a nuestros municipios», tanto porque a través de Internet pueden obtenerse muchos servicios como porque es necesario para abrir un negocio o vender los productos artesanos: «Tenemos que evitar lo que pasa hoy en día, que para poder coger la reserva de una casa rural tengas que subir a lo alto de una montaña en tu pueblo y atender a una persona. Lo que queremos es igualdad de oportunidades», subrayó la presidenta de Amfar.

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