Las primeras viviendas públicas de alquiler en el medio rural

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró ayer en Abades que el parque público de viviendas en alquiler ha integrado más de 300 inmuebles «en poco más de un año», desde que empezó la legislatura. Un conjunto que ha pasado a tener 1.500 viviendas, respecto a las 1.100 existentes en el arranque de ese periodo. Suárez-Quiñones destacó el cambio en la política de vivienda de la Junta, con una mayor orientación al alquiler sobre la compra-venta, «dadas las dificultades económicas y de financiación desde hace ya algunos años». Un cambio de paradigma que también ha llegado a la Administración regional, como señaló el consejero, con motivo de la entrega de llaves en Abades a los inquilinos de seis viviendas públicas en alquiler con opción a compra.

Son seis inmuebles que se integran en un total de 136 que han «rescatado» en Castilla y León de la venta al alquiler. Estas viviendas de Abades formaban parte de un grupo de 17 que la Junta promocionó en su día para la venta y de la que se adquirieron once. Los inquilinos acceden con una renta «adaptada a los ingresos», según Quiñones, y que se sitúa en unos 110 euros mensuales de media.

En esta línea, el consejero subrayó también la reciente publicación de las ayudas al alquiler, que suman 11,3 millones de euros y que llegarán a 9.000 familias de la región. Suárez-Quiñones ha recordado que subvencionan «hasta el 40 % de la renta, con un máximo de 1.280 euros al año». El 78% de los auditantes que cumplían los requisitos han obtenido estas ayudas. En Segovia, entre las de este año y las del año pasado se alcanzan los 1.550.000 euros en un total de 1.195 ayudas concedidas. Así, el consejero ha argumentado que la política de vivienda de la Junta es «social» y trata de «ayudar al que menos puede». A ello contribuye el cambio de bases que ya entró en vigor el año pasado, con la eliminación de un mínimo de ingresos para optar a la subvención y que la ayuda llegue «al que más lo necesita».

Para la asignación de las viviendas en alquiler que han sido ocupadas este viernes en Abades se han seguido «criterios lógicos», según el consejero, de modo que se ha dado preferencia «a quien menos recursos tiene y quien más integrantes de la unidad familiar» reúne y, en caso de empate, «quien tiene hijos menores es preferente sobre quien tiene hijos mayores».

Se trata de viviendas unifamiliares, con jardín, de 90 metros cuadrados repartidos en dos plantas. Cuentan con tres dormitorios, uno en la planta baja más garaje y trastero y han sido adjudicadas a tres familias de la localidad y a otras tres de fuera, en régimen de alquiler con opción a compra durante un periodo de cinco años, como han confirmado desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

Los inquilinos debían estar inscritos en el Registro Público de Demandantes de Vivienda de Protección Pública de la Junta de Castilla y León y disponer de unos ingresos entre 1 y 6,5 veces el Iprem, no disponer de otra vivienda en propiedad y utilizar el inmueble alquilado como lugar de residencia habitual y permanente.

Depuradora

Por otro lado, el consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aprovechó su presencia en Abades para visitar también la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), que tiene una capacidad de 600.000 metros cúbicos al años, en la que se han invertido inicialmente 40.000 euros y cuya explotación está encomendad a Somacyl desde finales de 2015 y por un periodo de 25 años.

Entre las actuaciones abordadas en el espacio se encuentra la realización de un nuevo aliviadero, para evitar el mal funcionamiento tras los arrastres provocados por las tormentas, la instalación de un nuevo tamiz de pantalla continua y de un nuevo sistema de recirculación de fangos, entre otras.

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