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Sara Dueñas, en la taquilla del teatro Juan Bravo con el cartel de cerrado.
Las obras en la fachada del Juan Bravo empezarán en otoño y durarán dos meses

Las obras en la fachada del Juan Bravo empezarán en otoño y durarán dos meses

El teatro permanecerá cerrado hasta el otoño de 2017 y reabrirá con una programación especial

Elena Rubio

Martes, 6 de septiembre 2016, 06:32

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El teatro Juan Bravo, adscrito al área de Cultura de la Diputación Provincial de Segovia, es el único de la capital. La infraestructura cultural está a las puertas de cumplir su primer centenario y el objetivo de la Diputación es que luzca con un aspecto renovado pero manteniendo la esencia de lo que ha sido durante casi cien años. Los trabajos que se acometerán con el proyecto de remodelación aprobado estarán básicamente centrados en dos ejes. Por un lado, está previsto realizar una obra fundamentalmente estética, y por otro, una serie de mejoras en el interior y en las instalaciones para que los espectadores se sientan más cómodos cada vez que acuden a ver alguna función o actividad en el interior del Juan Bravo.

Casi un siglo de cultura

  • En el frontispicio de la fachada del teatro Juan Bravo aparece una fecha con números grandes y blancos, 1917. De ahí que sean muchos los segovianos que creen que ese fue el año de inauguración del teatro. Nada más lejos de la realidad. Fue el año de su construcción según los planos del arquitecto Cabello Dodero. Tendría que llegar el 26 de octubre de 1918 para que se inaugurara de forma oficial el espacio escénico con la obra La alcaldesa de Hontanares, de José Rincón Lazcano.

  • Según la prensa de la época, el público que acudió salió encantando, teniendo en cuenta que estaba acostumbrado a la capacidad del teatro Miñón, y las mejoras que tenía por aquel entonces, donde «una copiosa iluminación hacía resaltar con vivas claridades los tonos blanco y oro de las balaustradas y los cortinones de peluche rojo que cubren el fondo de los palcos».  

  • Espectáculos como el de La Argentinita pocos meses después de su inauguración, el debut de Agapito Marazuela en 1920, una conferencia de Miguel de Unamuno en 1922 mítines republicanos o incluso proyecciones de cine mudo como Tarzán o el hombre mono, en 1921, son algunos de los hechos destacados.

  • Diez años después de su inauguración, el industrial Aurelio García compró el teatro y lo inauguró con la obra Desdichas de la fortuna o Juanillo Valcárcel, de Antonio y Manuel Machado, presentes en el estreno. «El teatro lució un aspecto nuevo, con los palcos, los antepalcos y el pasillo alfombrados, los porteros y acomodadores uniformados, y una orquesta con once músicos que hizo las delicias de todos los presentes», según recoge el periodista Carlos Álvaro en el artículo Juan Bravo cumple noventa. Don Aurelio en el recuerdo.

  • Otras reformas

  • A lo largo de su dilatada existencia, el teatro Juan Bravo ha experimentado más reformas. Terminada la Guerra Civil, el propietario acometió unas obras que transformaron la decoración, sustituyeron los palcos centrales por un anfiteatro, colocaron butacas en las localidades altas y cambiaron las del patio. El teatro reabrió con la proyección de una película, La florista de la reina.

  • Mayor fue la reforma de los años ochenta. La familia de Aurelio García, propietario desde 1928, lo vendió en 1980 a la Diputación, y la Institución Provincial emprendió una gran remodelación que culminó en 1989. El 23 mayo de ese año lo reinauguró la reina Doña Sofía con la actuación de la Orquesta Sinfónica Reina Sofía y desde entonces funcionó de manera ininterrumpida hasta 2007, año en que la Diputación y la Junta de Castilla y León invirtieron 600.000 euros. Esta última reforma culminó a comienzos del año 2008.

  • El ballet de Ángel Corella fue el encargado de reinaugurarlo con la representación de Corsario el 2 de febrero de 2008.El público que acudió ese día a la función inaugural encontró un teatro muy distinto al de antes de las obras.

  • Lo más llamativo fue el cambio de color, pues el rojo sustituyó al verde en el telón, las cortinas de los palcos y el peluche de las butacas y los pasamanos. También se dio a las barandillas un elegante color dorado, se mejoró la iluminación y se sustituyó todo el patio de butacas, dotándole de un mecanismo retráctil que en estos últimos años ha permitido utilizar el espacio para diversas actividades. También se resaltaron las pinturas del techo, realizadas por el taller de Lope Tablada Maeso en 1918.

Con estas premisas, el área de Cultura de la Diputación Provincial trabaja desde hace meses en este proyecto que «va más lento de lo esperado», como ha manifestado la diputada delegada del área, Sara Dueñas. De todas formas, los trámites burocráticos siguen su curso y con la llegada de septiembre se irán acelerando porque el objetivo es que las obras de mejora de la fachada comiencen «en otoño, con un plazo de dos meses», según ha confirmado Dueñas.

Aún es pronto para indicar cuándo se comenzarán a instalar los andamios en la fachada (que serán la parte más visible de cara al exterior del proyecto), porque los responsables del teatro están a la espera de la adjudicación de la empresa responsable de las obras, aunque Dueñas afirma que las «molestias serán pocas para la Plaza Mayor».

Lo que se pretende es rehabilitar la fachada, donde se asegurarán las estructuras decorativas y funcionales y se luego pintará «como cualquier otra fachada de la ciudad». Por eso, la diputada espera que los trabajos estén terminados para la próxima Navidad, de manera que se se pueda afrontar a principios del 2017 el inicio de las reformas en el interior con las que se pretende conseguir así que «el espacio sea más confortable». De momento, ya se han «contrapeado las butacas». Es decir, las butacas han sido recolocadas para evitar la formación de puntos muertos de visión y mejorar así la óptica del escenario, para que «cuando estás sentado no tengas enfrente la cabeza de la persona de delante», explica Dueñas.

Austeras

Una mejora en la «confortabilidad» a la que hay que sumar la renovación de la calefacción y del sistema anti-incendios, partes del proyecto que «están en proceso». Además, el inmueble verá mejoradas «todas las dependencias» de una manera general, pues también van a ser reacondicionados los camerinos o la sala de exposiciones.

De todas formas, las reformas que se realizarán en el teatro Juan Bravo para ponerlo a punto acorde al siglo XXI serán «austeras», según indicó Dueñas. Para este 2016, las obras cuentan con una inversión prevista de unos 440.000 euros, y la parte que no sea ejecutada se «trasladará al presupuesto del año que viene». Dueñas insiste en que esta mejora global que se está preparando en el edificio no supondrá una «gran transformación» porque no hay que olvidar que el teatro Juan Bravo es «un Bien de Interés Cultural», de modo que para emprender reformas de más entidad requeriría otro tipo de proyecto.

De momento, los segovianos tendrán que esperan para poder ver funciones en el interior del teatro hasta dentro de un año porque «hasta otoño del 2017 estará cerrado». La programación de diversos espectáculos no es compatible con las obras que están en marcha, y por eso, el teatro echó el cierre a comienzos de este verano.

El propósito de los responsables del teatro es que todo esté preparado para el carrusel de espectáculos que se sucederán tanto en el 2017 como en el 2018, ya que el año próximose conmemorará el centenario de su construcción, en 1917 tal y como figura en la fachada del edificio, y la puesta escénica del teatro, que tuvo lugar en octubre de 1918, al siguiente. Para esta reapertura, el departamento que dirige Dueñas está preparando una «programación especial porque jugamos con las dos fechas». Y ese anhelo pasa irremediablemente por arriar el telón y echar el cierre provisional.

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