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Nélida Cano, con un grupo de niños de niños durante su estancia en Kenia. El Norte

La profunda huella de África

La ONG tiene proyectos en Samburu que favorecen una alimentación adecuada y el acceso al agua potable y a la sanidad

aurora martín

Jueves, 11 de agosto 2016, 11:12

La región de Samburu, en Kenia, acumula numerosos problemas de todo tipo, pero uno de los que más afectan a la población es la ausencia de agua potable. En la zona, alrededor de 23.000 mujeres y niños menores de 5 años no tienen acceso directo a agua. Esto parece impensable desde muchos rincones del planeta donde el simple gesto de abrir el grifo permite disponer de agua depurada.

Desde la fundación Amref Salud África se trabaja por hacer más sencillo el acceso a agua en estas regiones africanas. La delegada en Segovia de la organización solidaria, Nélida Cano, acaba de volver de Kenia, donde ha trabajado por el objetivo más inmediato de la organización, conseguir una mejora de vida a través del acceso adecuado a fuentes de agua seguras y potables. Durante los doce días que ha estado en la región ha visitado los pozos de agua de la zona, subvencionados por la Junta de Castilla y León, pero gestionados allí por el Ministerio del Agua. Además, ha visitado otras comunidades donde la labor consiste en colocar bidones de entre 5.000 y 10.000 litros que recogen el agua de la lluvia para aprovecharla en épocas de sequía.

«El agua es nuestra vida», afirma Nélida Cano, quien recuerda que es fundamental para la salud de las personas y que sin ella, «los problemas de diarreas, glaucoma o malaria son constantes». Además, estas cuestiones que aquí carecen de importancia, para ellos son un mundo, al no tener acceso directo a la asistencia sanitaria adecuada. «Por una simple infección de ojos, los niños se pueden quedar ciegos», indicó la delegada en Segovia de la ONG. Por ese motivo, además de trabajar por el acceso directo al agua se intenta darles una alimentación adecuada a sus necesidades y poner a su disposición de manera inmediata un sistema de asistencia sanitario. «Les ayudamos a través de ambulancias y zonas hospitalizadas. Sin embargo, la gran labor que realizamos es la de formar allí personal sanitario», indicó Nélida Cano. De esta forma, el equipo que trabaja en la zona está constituido en un 97% por africanos formados por la organización y el 3% restante por voluntarios procedentes de Europa y Estados Unidos.

Una de las grandes misiones de formación es la que se lleva a cabo con las matronas. «Esta figura es fundamental para que las mujeres dejen de dar a luz en sus casas y así se reduzca el riesgo de mortalidad entre las madres», señala Cano. Desde que la organización comenzó con la instrucción de las matronas hace tres años, han logrado formar a 8.500 mujeres. Además, los organizadores de este proyecto, que se está llevando a través de todas las oficinas de Amref Salud África, prevén que para 2018 el número de mujeres formadas para asistir al parto sea de 15.000 africanas.

La sensación que Nélida ha traído de su viaje a África es un tanto agridulce. «Vienes satisfecha porque ves que la labor puesta en marcha allí está funcionando, pero su situación muchas veces te produce cierta amargura», declara la delegada de la organización en Segovia. «Piensas que aquí tienes problemas porque económicamente estamos mal, pero si tu hijo se pone malo le puedes llevar inmediatamente a un centro sanitario. Eso tiene un valor incalculable», reflexiona. A pesar del duro trabajo de estos días vuelve con muchas ganas de seguir trabajando y acompañada de su cuaderno, repleto de nuevas ideas para poner en marcha.

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