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articipantes en la iniciativa artística, muchos de ellos niños, junto a las balas de paja pintadas.
El grafiti salta de los muros a los campos de Segovia

El grafiti salta de los muros a los campos de Segovia

Desde hace seis años, un grupo de vecinos y visitantes se citan en La Higuera para pintar sobre las pacas de paja en las tierras de cereal

álvaro martín

Domingo, 7 de agosto 2016, 12:58

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Si ha pasado cerca de La Higuera puede que haya notado algún cambio sustancial en los campos de cereal, incluso algún rostro que le observa desde las enormes alpacas de paja que reposan sobre las tierras. Y es que el arte del grafiti ha saltado de las calles a las galerías de arte, a los museos. y ahora también a los campos.

Vecinos de La Higuera, liderados por José María San Segundo, llevan ya seis años con la iniciativa artística Mypuerta Gallery, que pretende descubrir una faceta diferente en nuestros pueblos y disfrutar del entorno con otros ojos, incentivando experiencias originales y diferentes. El objetivo es dar una pincelada de color al campo y entretener, sobre todo, a los más pequeños. «El atardecer es muy bonito aquí y se nos ocurrió esta idea para acompañarlo y quedó muy bonito», explica San Segundo.

Los implicados en la iniciativa pidieron permiso a los agricultores propietarios de las alpacas, muchos de los cuales accedieron, siempre que se cuidaran. Para protegerlas, se han rodeado con un plástico sobre el que se pinta. Los vecinos se encargan de llevar sprays, aunque la organización siempre tiene de sobra. Una vez protegidas las balas de paja, se colocan lo más cerca posible de la carretera para que se puedan ver bien, y se comienza a pintar.

Las expresiones artísticas son de lo más variadas, y en algunas se aprecia la presencia en el grupo de un profesional. «En estos años hemos contado con la ayuda de entre 30 y 50 vecinos, a los que después se les da un aperitivo», indica José María San Segundo, quien insiste en que «es todo muy espontáneo, su valor es muy importante, conseguimos que los chavales se entretengan y les encanta».Como novedad, este año se ha incorporado un espantapájaros, que funciona a modo de bendición a todos los que transitan y hace de guardián de las obras, además de presidir los campos y augurar buena suerte a todos los curiosos.

La inciativa es efímera. A la semana de haberlas pintado, las alpacas se retiran y los agricultores se las llevan para dar de comer al ganado después de haber retirado los plásticos con los dibujos.

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