Borrar
Laura Sanz, en su despacho.
«Mis ganas de hacer cosas nuevas son una necesidad»

«Mis ganas de hacer cosas nuevas son una necesidad»

Laura Sanz siente desde siempre la vocación de ver crecer y desarrollarse lo que emprende, algo que ha canalizado desde su empresa que ofrece formación y asesoría

Rafael de rojas

Domingo, 24 de julio 2016, 17:06

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La posibilidad de optimizar un negocio entusiasmó a Laura Sanz desde su primera experiencia empresarial. Fue cuando terminó Administración y Dirección de Empresas en Madrid y canalizó esa inquietud emprendedora desde un pequeño negocio, el bar de la piscina de Boceguillas, su pueblo. «Empecé a trabajar a los 16 años, mientras estudiaba y seguí para cubrir los gastos de estudiar en Madrid. Desde los 18 años trabajaba en la piscina municipal y quise cogerla para desarrollar el negocio. Un poco más mayor lo hice y pude desarrollar esa capacidad de dirigir, organizar Vi la necesidad de que pudieras comer y cenar, en tus momentos de ocio, en un entorno muy cómodo y tuvo mucho éxito. Es algo muy común, pero no se había hecho», explica. A la vez, Laura probó a gestionar la asociación juvenil de su pueblo, que, en esa etapa, pasó de 150 a 300 socios y creó nuevos lazos de colaboración con las instituciones.

«Esas ganas de hacer cosas nuevas, de desarrollar y crecer, son un sentimiento interno, una necesidad», dice. Es esa vocación la que le llevo a entrar de becaria en una multinacional de alimentación infantil, Humana Spain, para terminar ascendiendo a la dirección de marketing en tan solo dos años. Y es, también, la que le llevó en mayo de este año a crear su sede franquiciada de servicios empresariales, Aicad Segovia. «No sabía muy bien qué tipo de negocio poner y me encontré con Aicad que está en expansión a nivel nacional. Investigué un poco, porque con las franquicias nunca sabes, así que fui a Las Palmas a conocer la sede y al director relata. Estuve 8 meses pensándolo».

Sobre Aicad, una empresa que ayuda a otras empresas a crecer, explica: «es una escuela de negocios con una infraestructura de productos y servicios. Está focalizada en el área de formación, con contenidos formativos multisectoriales adaptados a todos los perfiles, desde directivos a trabajadores de base. Y luego tiene otras dos partes: Internet business, dedicada al marketing digital, y Asesoría a empresas, que incluye recursos humanos, coaching, estrategia de marca, marketing, comunicación Analizamos con los clientes las necesidades que puedan tener para cubrirlas y establecer su adn». Lo que le convenció fue que «tiene una parte muy diferenciadora que es la innovación, no se queda estancada y desarrolla productos tecnológicos de utilidad para las empresas. Además, aunque sea una franquicia deja mucho campo libre para actuar».

Mucho esfuerzo

Laura reconoce que poner en marcha su empresa «ha sido duro». «Conlleva mucho esfuerzo, porque además yo soy bastante joven y las cosas cuestan más», dice. Para esta emprendedora de 27 años la juventud «puede ser una fortaleza y puede ser una debilidad. Por una parte, tienes la ilusión, las ganas y la fuerza, pero también cuesta más que te tomen en serio, que te reconozcan». Aunque en general considera que «cuesta que las empresas confíen», para su sorpresa se ha encontrado con que, en el poco tiempo que lleva trabajando, las cosas están funcionando bien porque «enseguida ves si te están tomando en serio, se ve en la mirada y en las preguntas que te hacen».

La clave para este éxito inicial, a su juicio es «la manera en la que cuento las cosas: me gusta mirar a los ojos y no poner una barrera delante del cliente. Les escucho, les intento entender sienten que les estoy escuchando de verdad y es que en general cuesta que la gente te escuche». «Al fin y al cabo una empresa puede no necesitar nada o sí. Según lo que te están contando ves lo que se necesitaría para mejorar. Puede que una empresa vaya mal porque la persona que está al frente no sabe dirigir o simplemente porque no se han parado un minuto a pensar qué cosas necesitan para mejorar», dice.

Sin miedo al cambio

«Sobre todo no tenemos miedo al cambio. Como se ha trabajado siempre está muy bien, pero ya hay muchas maneras de trabajar generando más eficacia o eficiencia. Lo que cuento a los clientes es que hay que parar para ver qué necesidades hay y cuál es la mejor manera de cubrirlas», explica sobre su trabajo. «Muchas empresas se inician con éxito, tienen algo que les permite mantenerse y no se molestan en seguir avanzando, cuando para todas siempre hay un hueco por donde avanzar. Lo difícil es descubrirlo, porque muchas están en su zona de confort, en lo que controlan y no quieren nada nuevo. Pero no hay que tener miedo al cambio», insiste.

Laura decidió instalar su empresa en el Vicam, el vivero de empresas de la Diputación de Segovia situado en el complejo Quitapesares de Palazuelos de Eresma. A Laura le convencieron sus instalaciones, que incluyen salas para dar formaciones con aforos de hasta 150 personas, pero también la posibilidad de no empezar sola. «Congenié muy bien con los asesores de la Diputación. Estás empezando y estás tú sola pero me han apoyado mucho, cada cosa que necesito les pregunto y siempre están dispuestos a ayudar», resume.

Laura ha financiado su empresa con recursos propios y se ha mudado a Segovia. «Siempre me había quedado con la espinita de vivir en Segovia; Boceguillas está a 100 kilómetros y sólo venías aquí a hacer trámites. Ahora estoy muy contenta, me gusta mucho la ciudad relata. Tengo la oficina en Palazuelos y tardo sólo diez minutos en coche, cuando en Madrid tardaba una hora. Allí cada uno está en su burbuja y va con prisas a todos los sitios. Aquí, además, puedes caminar».

Su día a día en estos primeros meses está siendo un poco locura. Sé cuándo empiezo, pero no cuándo termino». Su primer mes estuvo «bastante cargadito, ibas cada día superando una fase, una cosa más que estaba hecha». Aun así, Laura ha tenido tiempo para satisfacciones: «el día que más contenta me he ido a casa ha sido el día en que hice la selección de personal. A la semana siguiente, convoqué al equipo en la oficina y se creó una conexión entre los trabajadores. Lo mejor fue cómo se fueron de ilusionados con el proyecto». Aicad Segovia, tiene ya, además de a Laura, a tres trabajadores: una persona en plantilla, con perfil comercial, y dos consultores colaboradores.

Sedes nuevas

Sobre cómo se ve en unos años, Laura cuenta que le gustaría tener consolidada la empresa en Segovia, pero también abrir sedes nuevas en Burgos y en Ávila.

La emprendedora también destaca que la parte que más le gusta de sus ocupaciones es el coaching. Su trabajo soñado, el que ha empezado a hacer cada día, es el de «un consultor que analiza y descubre las necesidades de los clientes potenciales».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios