Repunta la siniestralidad: un accidente laboral cada dos horas en Segovia
Comisiones Obreras ha vuelto a reclamar el cumplimiento y la adecuación de los planes de prevención de riesgos de las empresas, porque «muchos simplemente están en la estantería»
César Blanco Elipe
Lunes, 25 de abril 2016, 15:50
El calendario de conmemoraciones y causas tiene pintado de rojo el 28 de abril como el Día de la Salud Laboral. Los sindicatos, una vez más, alertan del poco caso que las empresas prestan a la prevención de riesgos, a pesar de la existencia de una ley que data de 1995 y que se ha ido modificando a golpe de reales decretos. Sin embargo, muchos industriales empleadores parecen tener su plan de prevención como un adorno más, un documento «en la estantería» que ni revisan ni aplican, llaman la atención los responsables de la Unión Provincial de Comisiones Obreras (CC OO).
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Sin embargo, las estadísticas oficiales dan la razón a las organizaciones sobre la necesidad de tener muy vigentes y presentes esos protocolos de precaución y actuación acordes con la normativa. Mientras la población activa desciende, se da la paradoja de que hay más accidentes ocurridos en el puesto de trabajo, así como en los trayectos de ida y vuelta del centro laboral (los denominados percances 'in itinere').
«Hay miedo a darse de baja por el mercado laboral está muy difícil»
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día internacional de la salud laboral
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La responsable de Salud Laboral y Seguridad de la Unión Provincial de Comisiones Obreras (CC OO), Maribel Roldán, se queja de que «cada vez son menos los recursos» que las empresas dedican a cuidar por la seguridad de sus trabajadores. «Los planes de prevención deben ser algo activo y vivo, no pueden dejarse morir en una estantería» sin implantarse. La jornada internacional que tendrá lugar este martes es un «toque de atención» para los industriales y también para los propios trabajadores, quienes han de vigilar su salud y controlar su exposición a los riesgos que conlleva su labor. Las coyuntura económica y laboral sigue siendo complicada, de ahí que «haya mucho miedo a darse de baja».
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Por otra parte, Roldán reclama un esfuerzo de los empleadores para actualizar sus planes de prevención y adecuarlos a las necesidades de sus empleados. En esta línea, el secretario general de CC OO en la provincia, Juan Antonio López Murillo, lamenta que «la gente acepte situaciones de riesgo porque a día de hoy es más complicado encontrar trabajo». Para el dirigente sindical, «la crisis y la reforma laboral» han contribuido a que la siniestralidad en los puestos de trabajo no solo no baje, sino que experimente ligeros repuntes. «Las inversiones de las empresas en prevención de riesgos se han visto aminoradas», extrae como consecuencia de la aplicación de estas políticas laborales.
El secretario provincial de Comisiones Obreras en Segovia, Juan Antonio López Murillo, alerta de la contradicción y rebusca en las razones que puedan estar detrás del «repunte» que se registra en la cifra de accidentes laborales. A tenor de los números publicados por la Junta de Castilla y León, en los dos primeros meses del año se han producido más incidentes que en el mismo periodo del ejercicio anterior. El volumen acumulado en enero y febrero de percances ocurridos en el desarrollo de una labor profesional asciende en total a 691. Son 84 más que los contabilizados en el arranque de 2015.
Un 14% más que en 2015
Este incremento general de la siniestralidad ronda el 14%. Pero para López Murillo aún es más llamativo el aumento de los accidentes 'in itinere', y en especial los que no conllevan la baja del afectado. Durante los dos primeros meses del año en curso se han registrado 411, de los que 20 llevaron aparejada la incapacidad temporal del trabajador. En el mismo periodo de tiempo del ejercicio anterior, las bajas por incidentes sucedidos durante el desplazamiento de ida o de regreso del tajo fueron 31 (once más que en 2016); pero los que no supusieron baja sumaron 53 menos que este año.
«Puede ser porque ha habido un incremento del tiempo de movilidad en el trabajo», intuye el secretario general de CC OO en la provincia. Es decir, que cada vez hay más gente que vive alejada de su centro laboral y que ha de emplear el transporte particular o de la empresa para acudir a su puesto de trabajo.
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Ese repunte del que se hace eco el sindicato se produce en mayor o menor medida en casi todos los sectores de actividad que estudian las estadísticas de la Junta. Los accidentes han aumentado en el segmento agrario (de 31 a 40); en la industria (de 46 a 72), y en la construcción (de 24 a 38, siendo uno de ellos grave). La excepción que confirma la regla observada por Comisiones Obreras se localiza en el principal nicho de ocupación en la provincia, que es el sector servicios.
Un fallecido entre enero y febrero
En este caso se ha pasado de los 137 contabilizados entre enero y febrero de 2015, en los que hay que tener en cuenta dos incidentes catalogados como graves y un fallecido, a los 130 del cómputo global de los citados dos meses en el curso actual. Uno de ellos tipificado como de gravedad para la víctima que lo sufrió y un deceso.
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Si se tiene en cuenta el conjunto de la siniestralidad laboral que padece la provincia segoviana, cada dos horas hay que lamentar el accidente de un trabajador en el desempeño de su tarea profesional. Aunque parezca una barbaridad, y lo es, hay que precisar que en la inmensa mayoría de los casos se trata de percances leves que no suponen la baja del lesionado.
Pero Comisiones también quiere matizar este aspecto. La técnico de Salud Laboral en la Unión Provincial, Maribel Roldán, asegura que «hay mucho miedo a darse de baja, dado lo difícil que está mercado laboral actual». Asimismo, habla del «enmascaramiento» que se da en las contingencias profesionales, que se maquillan y se revisten de «comunes».
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La representante sindical pone el ejemplo de un trabajador que ya ha superado los 50 años y que por su desempeño acumulado de mucho tiempo arrastra una enfermedad profesional. «Él sigue teniendo una lesión, pero ya no se le reconoce; y ahora se les trata como enfermedades degenerativas por la edad», apunta la técnico de Salud Laboral. Roldán critica esta práctica que «enmascara» la realidad de las patologías profesionales.
Pérdida de prestaciones
La consecuencia más directa es que si ese trabajador no obtiene la pertinente acreditación oficial de que padece un mal provocado por el desarrollo habitual de su trabajo, a posteriori tampoco se le reconocerá el tratamiento y perderá prestación económica al jubilarse por ser considerado como aquejado por una enfermedad común y no profesional.
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Una prueba cuantitativa de esa crítica que hace la representante sindical es que en los dos primeros meses del año, en Segovia solo se han registrado dos casos de enfermedad profesional, ambos detectados en el sector de actividad de servicios. Luego hay que añadir los cinco expedientes provocados por accidentes 'in itinere' sin baja.
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