Segovia estrena la nueva depuradora de residuales adaptada a la normativa europea
Las instalaciones situadas al final del valle de Tejadilla duplican la capacidad de tratamiento y limpian los caudales de Segovia, los polígonos de El Cerro y Hontoria y los municipios de La Lastrilla y San Cristóbal
Miguel Ángel López
Lunes, 4 de abril 2016, 14:36
La amortización y explotación de las obras con las que ha sido ampliada la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Segovia, que ha supuesto una inversión de 21,6 millones de euros (IVA incluido), ha ocasionado en parte el tasazo, la subida de la tasa de agua aprobada para este año y los sucesivos por el Ayuntamiento de Segovia. Otro motivo para ejecutar el proyecto ha sido la necesidad de poner al día las instalaciones obsoletas y de capacidad reducida que comenzaron a tratar el agua en 1996. La Edar está ahora actualizada a las exigencias de la normativa europea, tiene prácticamente el doble de capacidad de tratamiento (hasta 41.280 metros cúbicos al día) y una vida útil planificada para una población equivalente de casi 148.000 personas, es decir, de entre 30 y 50 años.
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La planta produce metano para generar el 40% de la energía
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La nueva Edar de Segovia utiliza tecnologías punteras en el tratamiento de las aguas residuales. Las obras, diseñadas para optimizar los procesos, el consumo de energía y la calidad de los vertidos de agua tratada al Eresma, han consistido en la remodelación de las instalaciones de pretratamiento (antes descubiertas), la rehabilitación de los depósitos de hormigón aprovechables, la mejora de los equipos electromecánicos, la construcción de un edificio cerrado y la instalación de un sistema para minimizar los olores en todos los procesos.
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También son nuevas las instalaciones de decantación primaria, y han sido remodeladas y ampliadas las del proceso del reactor biológico (los depósitos donde se eliminan el carbono, el nitrógeno y el fósforo los nutrientes que favorecen la eutrofización del río mediante bacterias), así como las de decantación secundaria. El proyecto ha incluido una nueva línea de tratamiento, almacenamiento y evacuación de fangos con capacidad para todos los lodos que produce la depuradora, que tras su deshidratación final son transportados en camiones para su uso en agricultura como abono o para llevarlos al vertedero.
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Las obras las ha dirigido Javier Romero de Córdoba, de Acuaes, quien explicó que la planta «incorpora las últimas tecnologías de depuración», semejante a la que utilizan grandes ciudades españolas en el nivel de tratamiento secundario, y la diferencia con las que aplican ya el novedoso tratamiento terciario es que este permite que los efluentes que se devuelven a los ríos sean de un agua de mayor calidad.
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Pero una de las novedades de la Edar es que aprovecha el gas metano que se genera en el proceso de fermentación y secado de los lodos y que es almacenado en un gasómetro. El biogás se utiliza para alimentar un sistema de cogeneración de energía eléctrica de hasta 305 kilovatios, lo que supone alrededor del 40% del total del consumo de electricidad de la Edar, que es de entre 800 y 900 kilovatios.
La alcaldesa, Clara Luquero, la directora general de la empresa pública Aguas de las Cuencas de España (Acuaes, antes Acuanorte), Aránzazu Vallejo, y el director del proyecto y de las obras, Javier Romero de Córdoba, presentaron ayer las instalaciones de la Edar situadas en la confluencia de los valles del Eresma y de Tejadilla. Y las aguas depuradas que se vierten al río, que suman a las de Segovia y los polígonos de El Cerro y Hontoria las de La Lastrilla y San Cristóbal, cumplen ya los parámetros europeos.
Las obras han sido financiadas de acuerdo con el convenio firmado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que ha aportado el 72,3% (15,6 millones de euros) mediante Fondos de Cohesión de la Unión Europea, y el Ayuntamiento de Segovia, que ha invertido los 6 millones de euros del 27,7% restante y que asume los costes de explotación y amortización, 1,8 millones de euros al año, una cifra con la que el equipo socialista justificó hace unos meses la necesidad de subir la tasa del agua. En las obras, iniciadas en marzo de 2014 según el proyecto aprobado en 2013 y de acuerdo con el convenio firmado un año antes, realizadas por la unión de empresas GS Inima Environment SA y Obrascón Huarte Laín SA, con la asistencia técnica de Ingiopsa, han trabajado más de un centenar de trabajadores.
La conexión de la red de saneamiento de SanCristóbal de Segovia con la Edar mediante un colector de 4,5 kilómetros ha sido una obra complementaria, ejecutada por Dragados SA con una inversión de 1,8 millones de euros financiada también por Acuaes con fondos europeos y con una aportación del 20% a cargo del Ayuntamiento de San Cristóbal.
Cooperación
Las obras de la Edar son un ejemplo de cooperación entre administraciones, el Ayuntamiento de Segovia y el Ministerio a través de Acuaes, porque «hubiera sido imposible para las arcas municipales sin ese respaldo», señaló Luquero, y la ejecución del proyecto «ha sido compleja», como indicó la directora de Acuaes. Aránzazu Vallejo explicó que «a veces una ampliación de una depuradora es más compleja que construir una nueva independiente». Los 22 metros de desnivel entre la parte superior y la más próxima al río han sido una de las dificultades a superar, y también el hecho de que «las antiguas instalaciones tenían que seguir en marcha mientras se realizaba la ampliación».
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La alcaldesa remarcó que las nueva Edar supone «un cambio sustancial en la mejora de la calidad de depuración», además de la obligada adaptación a la normativa europea y de conseguir una mayor capacidad de tratamiento que « permite una importante expectativa de desarrollo en el futuro y trabajar a largo plazo». La proyección de futuro, comentó Vallejo, se ve en el aumento de la capacidad de tratamiento de la planta anterior, que era de entre 20 y 25 metros cúbicos de media al día y que ahora prácticamente se duplica y alcanza 41.280 metros cúbicos al día, pero además la nueva Edar tiene una instalación de tratamiento de tormentas que permite tratar una vez y media más cantidad de agua (hasta 4.400 metros cúbicos por hora) cuando aumenta el caudal instantáneo medio por lluvias intensas.
Estas características están pensadas para «un horizonte de treinta o cincuenta años» y requieren una explotación y un mantenimiento en el día a día que haga que la inversión de hoy pueda seguir siendo rentable y a futuro», destacó la directora de Acuaes, quien además subrayó que «lo importante de la instalación, que muchas veces pasa desapercibido a los ciudadanos, es la calidad medioambiental, la calidad de la flora y la fauna de los ríos que se consigue con inversiones muy importantes y con un gran sacrificio de todos», aunque estas obras, añadió, «muchas veces no tienen a visibilidad de obras que se hacen en la calle». Pero se ve en el río: la plantilla de la Edar la componen entre 13 y 16 trabajadores a turnos para atender las instalaciones las 24 horas del día. Su trabajo permite cumplir la Directiva Europea 91/271 y devolver el agua tratada el río Eresma en buenas condiciones.
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