El castillo de Castilnovo sigue con el cartel de 'se vende'

El cartel virtual de 'se vende' sigue vigente. Lo bueno de estos anuncios 'on-line' es que el tiempo parece no pasar por ellos, al contrario de lo que puede ocurrir con sus objetos de compra, venta o alquiler. No con todos, porque entre sus miles y miles de ofertas de venta sobresalen las torres y almenas del histórico castillo de Castilnovo. Más de un año después de ponerle la etiqueta de 'en venta', la fortaleza, emplazada en el pequeño núcleo de población de Condado de Castilnovo, de apenas un centenar de vecinos, continúa cerrada a la espera de nuevos dueños.

Quince millones de euros. Ese es el precio que hay que pagar si alguien alberga el interés de hacerse con este castillo impregnado de historia y leyenda. Y es que «después de la muerte de Felipe 'El Hermoso', se dice que Juana 'La Loca' pasó una temporada alojada en el castillo del Condado de Castilnovo, una fortaleza de estilo gótico-mudéjar por la que antes ya habían pasado sus padres, los Reyes Católicos, que la convirtieron en residencia palaciega», relata en su reclamo publicitario Idealista.com, portal especializado en transacciones del mercado inmobiliario.

Hipotecado

El origen concreto está sin determinar, aunque historiadores se lo han atribuido a Abd-al Rahmán I, en el siglo VIII, y otros expertos se lo adjudican a Almanzor, dos centurias después. En el siglo XV, el rey de Castilla Juan II otorgó la fortaleza a su persona de confianza, Álvaro de Luna, a cuya muerte Enrique IV se lo entregó a Juan Pacheco.

Aunque el precio se puede negociar, según fuentes consultadas, todavía nadie ha terminado por decidirse. ¿Visitas al anuncio? Decenas de miles. Pero entre tanta y tanta curiosidad, son pocas las ofertas y menos las negociaciones. Y es que esos quince millones de euros no están al alcance de cualquiera. Además, como reza el anuncio, el castillo está hipotecado, con una cuantía de 49.356 euros. Asimismo, está exento de certificación energética.

Los muros no solo son testigo de un trocito de la historia del Reino de Castilla y de España, también han sido durante muchos años un fenomenal lugar de encuentro artístico, social, económico, cultural e incluso diplomático entre España y México. Este impresionante edificio medieval que se alza a los pies de la sierra en el kilómetro 15 de la carretera SG-205, pertenece a una sociedad anónima, Castilnovo SA, de la que ejerce de apoderado desde hace dos años el abogado Manuel Corpas.

México y España

En aquella operación, publicada por el Boletín Oficial del Registro Mercantil, se sustituyó el consejo de administración de la sociedad (en el que Corpas era secretario) por la figura de un administrador único, que recayó en el que era presidente de la Fundación Cultural Hispano-Mexicana de Castilnovo.

José Gárate Murillo, empresario hostelero, fue el principal promotor e ideólogo de que el castillo en tierras segovianas fuera el escenario elegido para los eventos de intercambio y convivencia entre las delegaciones de ambos países. Eran famosas las fiestas que organizaba amenizadas con grupos de aquí y de la otra orilla del Atlántico.

De hecho, muchos lugareños añoran aquellos tiempos por el dinamismo que daba a esta pequeña población. Entre los objetivos de la fundación estaba el de «estrechar relaciones entre los pueblos de España y México a través de conferencias, exposiciones, campamentos de verano infantiles y festivales».

Además, el castillo es un auténtico almacén de obras de arte y artesanía hispano-mexicanas. Alberga las bibliotecas Miguel Alemán Valdés y Marqués de Lozoya, con más de 50.000 volúmenes, ensalza el anuncio. Por desgracia, ese patrimonio que custodia la fortaleza no ha pasado desapercibido para los cacos. En agosto del año pasado, se tuvo conocimiento del robo de once monedas de inversión mexicanas acuñadas en 1930 en oro y plata, con un peso de 41 gramos cada una de estas piezas históricas . La intervención efectuada entonces por agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil permitió imputar a un hombre. El valor económico del botín era de unos 9.000 euros.

La penúltima vida que ha tenido el castillo fue hostelera. En abril de 2012, abrió como hotel-restaurante. Estuvo en funcionamiento algo más de un año. La fortaleza cuenta con 5.457 metro cuadrados construidos y cinco plantas con 21 dormitorios y 24 cuartos de baño, todo ello en buen estado de conservación.