Tres nuevas cámaras ayudarán a detectar los vehículos que circulan sin seguro en Segovia

«El factor humano está detrás de todo». La conclusión es del jefe provincial de Tráfico de Segovia, Pedro Pastor. Lo argumenta. En materia de seguridad vial, hay tres cuestiones que entran en liza: la carretera y los fenómenos atmosféricos; el vehículo, y el conductor. La teoría del responsable deduce que «el conductor es el único que puede variar» para que la ecuación no se cumpla. Pastor matiza que también hay que tener en cuenta la existencia de vías que «son difíciles», pero nada comparado con ese determinante factor humano y su influencia en la circulación, y lo que es peor, en una accidentalidad que el año pasado repuntó.

La distracción y la somnolencia están detrás del 43% de los siniestros mortales que hubo que lamentar en Castilla y León el curso anterior. Dentro de estas razones cabe, por ejemplo, el creciente empleo indebido del teléfono móvil mientras se está al volante. En las luctuosas estadísticas de la accidentalidad al cabo del ejercicio, hay otra que llama poderosa la atención: el 21% de los fallecidos en las carreteras de la región en 2015 no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido poner todo el coto posible a esta infracción que puede terminar en tragedia. Como explica el jefe provincial, vuelve a ser el factor humano el que puede evitar que la ecuación acabe en fatalidad. La decisión está tomada y anunciada. Se colocarán cámaras para vigilar el adecuado empleo del cinturón de seguridad en carretera, tanto por parte del conductor como del acompañante que viaja en el asiento delantero. En la red que atraviesa la provincia, Pedro Pastor concreta que habrá tres nuevas cámaras, que completarán la labor de control que ya de por sí hacen los radares repartidos por diferentes tramos de carretera.

Los dispositivos previstos por la DGT van a ser capaces de comprobar si los ocupantes de un turismo o de una furgoneta llevan correctamente abrochado el cinturón y, en caso contrario, enviar al centro de control los datos para formular la denuncia correspondiente. Estas cámaras captan unas cincuenta imágenes por segundo. Esta característica, amén de tratar de ganar en exactitud y de disminuir el margen de error, lo que hace proporcionar las pruebas necesarias para identificar el vehículo.

Los objetivos perseguidos son varios, añade el responsable segoviano. Además del cinturón, las cámaras servirán para detectar a los conductores que utilizan el teléfono móvil mientras circulan, así como los vehículos que viajan sin asegurar. No son pocos los conductores y propietarios que incurren en esta última irregularidad, se extrae de las explicaciones que facilita Pastor. En caso de percance de tráfico, esta práctica bastante extendida «puede causar un enorme perjuicio a la sociedad, y en particular al accidentado», subraya.

Doble perjuicio

Hay que tener en cuenta que al carecer de una póliza, la persona ha de responder con sus bienes. En el supuesto de que el valor de ese patrimonio no alcance para cubrir el siniestro, entonces ha de ser el Consorcio de Compensación de Seguros el que se responsabiliza del resto. Este órgano tiene un fondo de financiación que se rellena con las aportaciones de todos los asegurados, ya que un porcentaje del precio de la póliza va a parar a él.

De ahí que el jefe provincial de Tráfico advierta del doble perjuicio que ocasionan los conductores que viajan sin el perrtinente seguro, tanto sobre sus propios bienes como sobre la reserva «en la que hemos participado todos».

Dos de las tres cámaras especiales para velar por el uso del cinturón de seguridad por parte del concudtor y del pasajero que viaja en el asiento delantero se ubicarán en la A-1. La otra se colocará en la autopista AP-6, señala Pedro Pastor. El jefe provincial insiste en que los radares que detectan los excesos de velocidad también ayudarán a comprobar si los vehículos poseen el pertinente seguro. Será una consulta casi instantánea al cotejar la matrícula con los datos disponibles en la base de tráfico, añade el responsable provincial.

Señalizados, aunque no se obligatorio

Según anticipó a principios de este mes la Comisión Regional de Tráfico presidida por la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro las cámaras se encontrarán en los paneles informativos así como acopladas a radares móviles. Permanecerán conectadas al Centro de Gestión de Tráfico y, sus fotografías, serán remitidas a través de la propia red de fibra óptica de la DGT al Centro Estatal de Tratamiento de Denuncias Automatizadas (Estrada), ubicado en León, desde donde se gestionarán y tramitarán las correspondientes denuncias a los infractores.

Las críticas y quejas ya han empezado a resonar en los círculos y foros automovilísticos, que ven en estos dispositivos una medida recaudatoria. Sin embargo, Pedro Pastor pone de manifiesto que los radares «están señalizados, cuando no existe la obligación de ello, lo que demuestra que la intención no es ir a la caza del conductor» .