La única clínica de Vitaldent en Segovia mantiene su actividad «normal»

Los pacientes esperan con total normalidad en la sala que hay justo a la derecha al acceder a la única clínica que Vitaldent posee en Segovia, un moderno local en el paseo Ezequiel González. Una madre juega con su retoño y otras dos personas leen una revista. La encargada de la secretaría atiende amablemente una llamada mientras nos explica que ella no es la indicada. Mejor hablar con el director de la clínica. A tenor de las respuestas que daba a su interlocutor telefónico, parece que las curiosidades eran las mismas: ¿qué va a pasar con el centro? Una preocupación lógica entre los clientes, aunque los trabajadores son los primeros en transmitir tranquilidad tras las detenciones del dueño de Vitaldent, Ernesto Colman, así como del vicepresidente, Bartolomé Conte, y de varios miembros de la cúpula de la empresa. Al parecer, supuestamente por desviar sin declarar el dinero en metálico que exigían a sus franquiciados.

Poco antes de la pausa para irse a comer y luego volver a la oficina para continuar con el trabajo habitual, el director segoviano hace hincapié precisamente en eso, en «la normalidad que está habiendo en el funcionamiento». En el caso de Segovia, la clínica es una de las franquicias de la compañía y quien la adquirió es un empresario local. Después, está el servicio propiamente asistencial que se presta en el centro de Vitaldent, del que es responsable Sergio García.

Reconoce el aumento en las llamadas recibidas ayer, la inmensa mayoría pacientes en tratamiento y clientes de la clínica, para preguntar qué pasaba. Y en todos los casos la respuesta ha sido la misma: «tranquilidad porque la clínica está abierta y funciona normalmente». No hay motivos para lo contrario, insistía el director. «No hay ningún problema», reiteraba. Salvo el revuelo del teléfono, las consultas e intervenciones se desarrollaron según lo programado. Durante la mañana no hubo que anular ninguna cita, comentan.

Doce trabajadores

En cuanto a lo que pueda ocurrir, Sergio García demuestra una calma responsable. Asegura que «vamos a seguir atendiendo a la gente de la misma forma». Se ampara en la profesionalidad del equipo de doce trabajadores que conforman el plantel de la clínica y en la experiencia acumulada en los trece años que lleva implantada en la capital «sin que hayamos tenido ningún problema», vuelve a incidir el director.

Obviamente, no ha sido ajeno a lo sucedido; pero desea diferenciar entre las detenciones de la cúpula de la empresa Vitaldent, «la persona jurídica», como apostilla y el trabajo que se lleva a cabo cada día en cada centro que posee la compañía. García no ha especificado cuántas personas componen la cartera de clientes o cuál es volumen medio de actividad, aunque sí comenta que «es similar al de cualquier clínica dental de este tipo».

En cuanto al aluvión de noticias que se sucedieron, se afana en aseverar que «es rotundamente falso que se trabaje con material de China». «Nuestro material posee todos los controles y garantías de Sanidad y tenemos las facturas para demostrarlo», si llegara el caso. Tanto la clínica Vitaldent en Segovia como el resto de las que operan en el país han de cumplir con la ley, pone de relieve Sergio García. «Todas han de pasar por un proceso de calidad».

Más preocupados se mostraron desde el Colegio de Odontólogos, cuyo gerente, José Manuel Cuadrillero, advirtió de que «un posible, dadas las circunstancias, cierre dejaría en la estacada a un montón de clientes con tratamientos abiertos y en la calle a decenas de trabajadores». Eso además de considerar que precisamente las delegaciones de Vitaldent que no son franquicias «presentan un futuro aún más negro al depender su gestión directamente de la cúpula ahora detenida». Este no sería en caso de Segovia.

El portavoz del Colegio recordó que llevan años advirtiendo del «abrumador nivel de irregularidades de todo tipo que se detectan en este tipo de clínicas» y señaló que en torno al 75% de las quejas que recibe este sector cada año por parte de los pacientes proceden precisamente de estas cadenas dentales.