Cospedal reprueba los «boicots» del PSOE y le acusa de cambiar democracia por pactos
La secretaria general del Partido Popular, que ha inaugurado este domingo la sede de la formación en Segovia, advierte de que las políticas excluyentes de «los vetos solo terminan en pobreza y paro»
César Blanco Elipe
Domingo, 14 de febrero 2016, 19:51
María Dolores Cospedal ha arengado a las tropas populares de Segovia en tiempos convulsos para el partido. La dirigente ha llegado a la capital del Acueducto para insuflar ánimos y hacer pedagogía. Alcaldes, concejales y afiliados a las siglas en la provincia la han arropado y abrigado en la fría y húmeda mañana dominical, sin saber que esa convulsión iba a ir más apenas dos horas después, cuando explotó la bomba informativa en la sede Génova: la dimisión al frente del PP de Madrid de Esperanza Aguirre.
Ni una sola de las palabras que ha dedicado a las huestes segovianas en sus diecinueve minutos de alocución invitaban a intuir el terremoto que sacudía al partido a tan solo poco más de veinte minutos en Ave del hotel Los Arcos de Segovia. Loas, agradecimientos y, por supuesto, críticas, muchas críticas al Partido Socialista y a su líder, Pedro Sánchez con motivo de la ronda para intentar formar gobierno.
De Cospedal ha instruído a las huestes con el mensaje de la claridad como envoltorio de las ideas a transmitir. La famosa pedagogía que insisten en perfeccionar los populares. Y claros y diáfanos han sido los dardos teledirigidos al PSOE y a su líder, Pedro Sánchez.
Sustituir democracia por «sillones»
La dirigente nacional los ha lanzado en activa, pasiva y pluscuamperfecta para que quedara cristalino. Uno, a la diana del resultado de las últimas elecciones para sembrar autoconfianza: el Partido Popular ha sido el ganador de las elecciones (por si alguno de los presentes no le había quedado claro después de que Mariano Rajoy declinara la candidatura someterse a la investidura como presidente del Ejecutivo del país).
Gómez de la Serna «os ha pagado con cobardía y traición»
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acto en segovia
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La visita de la secretaria general del PP era una 'deuda' que tenía con los compañeros de Segovia, que le habían reservado la inauguración y destapar la placa conmemorativa de de la nueva sede, en funcionamiento desde hace casi un año. El presidente de los populares de la provincia, Francisco Vazquez, ha abierto el turno de las intervenciones sacado pecho por la victoria del partido en las elecciones del 20-D y ha reprochado al PSOE ser un partido «de delegaciones cuyos cargos vienen solo los viernes a ofrecer ruedas de prensa». Por el contrario, Vázquez ha presentado un PP cercano unas siglas «de Segovia pegadas a la tierra».
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También ha tenido palabras críticas para Podemos, a los que reprueba «haber cambiado la palabra casta por sillones, porque ahora solo les interés ver dónde se sientan y ahora son más casta que nadie». Francisco Vázquez se ha quejado del «mercadeo» para hacerse con la presidencia, mientras Mariano Rajoy «sigue estando en su sitio diciendo verdades y tendiendo la mano a los perdedores».
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Por su parte, el secretario regional del PP de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha insistido en que son el PSOE y el resto de formaciones políticas las que han de facilitar el Gobierno del Partido Popular, que ha sido el más votado; «cualquier otra cosa sería una burla y un atajo a la democracia». El dirigente autonómico ha felicitado a los compañeros de Segovia por el resultado electoral, a pesar del caso de Pedro Gómez de la Serna, a quien ha puesto de ejemplo de cómo el PP castiga la corrupción al ser expulsado de las siglas y, por ende, del grupo parlamentario. Sin embargo, el diputado por Segovia no ha renunciado al acta, y Fernández Mañueco se lo ha reprochado con dureza porque «no se merece el escaño». Dirigiéndose a los militantes de la provincia, alcaldes y concejales, el secretario autonómico ha afeado que Pedro Gómez de la Serna «os haya pagado la confianza que le brindastéis primero con vergüenza, luego con cobardía y después con traición».
Otro dardo, que ha repetido en varias ocasiones para que quedase bien clavado es que, frente a la «gran coalición» que propone el Partido Popular con socialistas y Ciudadanos se contrapone la alternativa de «un Gobierno del PSOE aupado por los independentistas y bajo el ordeno y mando de los radicales de izquierdas», en clara alusión a Podemos. Para María Dolores de Cospedal, los socialistas quieren «sustituir la voluntad de los españoles por los acuerdos en los despachos y los sillones».
Dicho acuerdo sería «un error en la democracia que podría en peligro y amenazaría la unidad de España», ha incidido la secretaria nacional. Ha sido tajante para apuntalar que el PP es la formación que «garantiza la igualdad de todos los españoles y el interés general de todos los ciudadanos».
El «límite» de la unidad de España
«La unión y unidad de los españoles es el límite de cualquier acuerdo y para cualquier político responsable, traspasar esa línea es traicionar al país y a sus ciudadanos», ha manifestado María Dolores de Cospedal ganándose el aplauso de los feligreses populares. Por si quedaba alguna duda alguna duda, a la hora de firmar el punto y final de su arenga ha concluido con la definición de lo que representa el Partido Popular, «el único que defiende España».
La dirigente castellana-manchega ha reprochado al líder del PSOE su política de exclusión del PP a la hora de consensuar un nuevo ejecutivo para nación, anteponiendo «el radicalismo de izquierda y el independentismo». «Los boicots y los vetos al Partido Popular solo terminan en pobreza y paro», ha advertido en varios momentos de la intervención. «A veces la aritmética del corto plazo se convierte en hipotecas a largo plazo, y no nos podemos permitir jugar con España», ha hecho hincapié María Dolores de Cospedal al poner el solfa «los intereses personales» del secretario general del PSOE de «querer a toda costa» la presidencia del Gobierno.
Así, ha lamentado que el documento interno en el que han trabajado los socialistas y presentado recientemente por Sánchez se haya hecho «para no molestar a los independentistas». Frente a ello, De Cospedal ha insistido en la oferta de la gran coalicion de PP, PSOE y C's porque las tres formaciones comparten las líneas directrices básicas para defender la idea de España que tiene la inmensa mayoría de los españoles.
La corrupción, en dos minutos
La secretaria general ha desgranado los cincos pactos que proponen los populares. El primero, por el empleo y el crecimiento económico. El segundo, una reforma fiscal y de financiación que garantice la igualdad de acceso a todos los españoles a los servicios públicos. En tercer lugar, ha citado la propuesta de alianza en favor una «sanidad gratuita, mejor y universal» para que el sistema de pensiones no entre en quiebra, «como ya ocurriera en dos ocasiones con gobiernos socialistas». El cuarto pacto se refiere a la educación. Y el quinto, el que ha denominado del «fortalecimiento institucional, o lo que es lo mismo, asegurar la unidad del país.
En este último capítulo ha incluido la lucha contra la corrupción que tanta zozobra ha sembrado en unas siglas populares tocadas en las últimas semanas por los casos de Madrid y Valencia. María Dolores de Cospedal ha querido dejarse de medias tintas y trasladar a los populares de Segovia que el partido mantiene su compromiso de lucha contra estos episodios, «muchos de los cuales vienen del pasado, que se están atajando porque hay un gobierno que permite a los jueces, a la Policía y a la Guardia Civil actuar con independencia».
Para la secretaria nacional del PP, esta es la mejor muestra de que la formación se ratifica en su voluntad de combatir contra la corrupción y «la forma de decir a los corruptos que nunca van a estar dentro del PP», ha elevado el tono ante los aplausos de los militantes.