¿Existe la canción perfecta?
Los zaragozanos Tachenko actúan este sábado en la sala Beat Club dentro del ciclo WIC de música independiente, y acompañados en el cartel por Alborotador Gomasio
César Blanco Elipe
Viernes, 12 de febrero 2016, 15:26
¿Existe la canción perfecta? ¿Es posible la cuadratura del círculo melódico? Aunque Tachenko son conscientes de que no, son insaquibles a desalientos y modas que comprometan su sello: ser un grupo de pop, con mayúsculas. Es la definición que ellos escogen y no seremos los demás los que les quiten la razón. Más de diez años de experimentación avalan su inconformismo. Los zaragozanos han practicado el 'cholismo' en la música antes de que Simeone hiciera famoso el 'partido a partido'.
La banda ha ido canción a canción, disco a disco, con la paciencia como uno de los elemento transmutadores de la materia sonora en hermosas letras y melodías. Su última creación es quizás el disco que más se ha desviado de la pócima creada y mejorada con el tiempo como aliado en esa búsqueda de la perfección. 'El comportamiento privado' (Limbo Starr, 2015) sube unos metros más el ya de por si elevado listón que se han marcado.
Como reza su tarjeta de presentación de este sexto largo, la elegante y nada forzada vuelta de tuerca que ha dado Tachenko en este álbum no llega a resultar revolucionaria ni radical, pero sí es el giro más pronunciado de su carrera reciente. La irresistible 'Festivales de la fe' que abre el disco, el final a lo Jason Pierce (Spiritulized) de 'Otras vidas' o los requiebros de 'Declaración universal' recorren con éxito territorios inexplorados hasta la fecha por la banda.
Haciendo honor al nombre, Tachenko exhiben una inusitada altura en su gusto por hacer canciones que dicen y suenan. En su anterior álbum, 'El amor y las mayorías' volvían a huir de los lugares comunes y salpicaban las canciones con críticas a la pobredumbre política y económica. Demuestran que el pop y el indie están en el mundo y no es algo lejano o disidente de la realidad.
Tachenko ha construido su propia identidad sonora. Tienen una personalidad que les abre las puertas a las mejores críticas. 'El comportamiento privado' está entre lo mejor del año pasado para mucha prensa especializada. Un carro del que llevan sin bajarse mucho tiempo por méritos propios y por esas canciones casi casi redondas.
Vocación popular
Esa paciencia que alumbra la ciencia compositora de Tachenko se materializa a través de estupendas armonías vocales y sobre todo moldea unas letras muy por encima de la media del género. Es talento. Entre la inocencia y la cruda realidad, han sido capaces de hacerse un hueco en la escena indie, aunque su condición puramente pop les convierte en carne para cualquier aficionado a la música de calidad. Y es que cada canción echa anclas en la memoria con gran facilidad, pues no dejan de ser unos verdaderos orfebres compositores pop de verdadera vocación popular.
Tachenko nació de las semillas que plantó otro de los nombres que han escrito renglones de oro para predicar la escena alternativa nacional, El Niño Gusano, banda zaragozana fundamental para entender la música española que hirvió en los noventa.
Su directo llega a Segovia de la mano del ciclo de música independiente Winter Indie City. El popular WIC cumple su sexta edición con una segunda parte atiborrada de buenos conciertos que conducirán hasta la primavera. Unos de personalidades ya asentadas en el microcosmos alternativo, como los propios Tachenko, y otras que cada vez suenan mejor y más, como Alborotador Gomasio, segundo nombre del cartel de este sábado por la noche en la sala Beat Club.
Los madrileños retuercen reminiscencias patrias y foráneas de los ochenta y noventa en una suerte pop ruidoso y melódico. A finales de 2014, Limbo Starr les enroló en su sello para compartir cartera con Reina Republicana, El Mató a un Policía Motorizado, Ornamento y Delito, Franc3s, Nacho Vegas o los propios Tachenko. La reedición de 'Los excesos de los niños' fue la catapulta para los madrileños y su ascenso a ligas mayores.