Las demoras en Traumatología elevan a 47 días el tiempo medio de baja laboral

Más de un año después de su última reunión, el Consejo de Salud de Área de Segovia volvió a ser el tablero donde los sindicatos recordaron al delegado territorial de la Junta y a los responsables del buen funcionamiento y gestión de la sanidad en la provincia el problema «gravísimo» que suponen los retrasos a la hora de entrar en quirófano. Ese superlativo lo adjetiva Miguel Ángel Mateo, secretario de Organización de la Federación de Servicios Públicos de Unión General de Trabajadores (FSP-UGT) en Segovia. Este mal que padece la Atención Especializada no parece haber encontrado el tratamiento justo que aligere y alivie la nómina de pacientes que aguardan en la provincia una intervención quirúrgica.

Las estadísticas más recientes publicadas por la Consejería de Sanidad, a través de su portal del ciudadano, corresponden al tercer trimestre del año en curso. Los números, tan fríos ellos, revelan sin embargo un problema candente en algunas especialidades. Tristemente, y por mayor que es el esfuerzo de su plantilla, no se puede hacer mucho más. Faltan manos. En concreto, la dirección del complejo hospitalario calcula que dos traumatólogos más permitirían abrir otro quirófano. Y ello redundaría en que la lista de espera iría a menos y los retrasos no se prolongarían tanto. El trimestre pasado, la unidad cerró con 122 días de tardanza media y un total de 693 pacientes en espera de pasar por quirófano. De ellos, 183 personas acumulaban ya entre seis y doce meses en la relación de pendientes de operación quirúrgica.

A pesar de la profesionalidad

El deseo que manifestaba José Manuel Vicente en verano es el mismo anhelo por el que podría suspirar ahora: refuerzos para atajar que los retrasos sigan al alza. Pero la contratación no es sencilla. Y así se volvió a expresar en el Consejo de Salud de Área celebrado ayer. Como ha explicado en alguna ocasión el gerente, la cercanía a Madrid a veces juega a favor y otras veces juega en contra, porque un contrato en la Comunidad vecina puede resultar más atractivo. Esta vez es un lastre.

La central sindical lo rebate y pide a la administración que haga un mayor esfuerzo en las condiciones que ofrece a los potenciales traumatólogos llamados a reforzar la plantilla del complejo asistencial segoviano. «No se les puede estar ofreciendo trabajar dos, tres o cuatro meses», critica Miguel Ángel Mateo

El director gerente valora y alaba la profesionalidad y el esfuerzo de los equipos, su dedicación a pesar de las dificultades. Que no son pocas. El afán y los planes específicos adoptados por reducir las esperas en otras áreas quirúrgicas van dando sus frutos, pero en Traumatología cuesta más. Y los responsables de la sanidad provincial son conscientes.

Pero UGT no admite tantas explicaciones y su portavoz manifestó tras la reunión de ayer que la situación es «vergonzosa». Esos números recabados a finales de septiembre dejan un retraso medio para entrar en quirófano de 83 jornadas entre todas las especialidades. Casi tres meses. En la globalidad, no solo no ha bajado con respecto al mismo periodo del curso pasado, sino que ha aumentado en dos días. Todavía sale peor parado si se compara con los 68 días que de media tardaban los segovianos en pasar por el quirófano; o con los 61 con los que comenzó el ejercicio que ahora finaliza.

Prioridades

El secretario de Organización de UGT alerta de otra problemática originada por el aumento de las listas de espera. Es el efecto dominó y las fichas caen unas tras otras. Los retrasos asistenciales alargan las incapacidades temporales registradas en los últimos meses. Las bajas laborales cada vez duran más. Mateo señala que el tiempo medio se ha elevado hasta los 47 días. Mucho que tiene que ver el atasco de Traumatología, ya que las lesiones de este tipo incapacitan más a la hora del desempeño de ciertas tareas.

Los responsables prefieren fijarse en sistema que criba a los pacientes en función de la gravedad. Así, en lo que atañe al primer nivel de prioridad, cuando tratamiento quirúrgico, siendo programable, no admite una demora superior a un mes, el Hospital General solo tuvo un paciente fuera del plazo de los cuarenta que estaban catalogados con esta preferencia. La demora media que se alargó la espera para la intervención fue de nueve días, de hecho mejor que el promedio regional.

En cuanto a las operaciones tipificadas como de prioridad 2, es decir, aquellos enfermos que presentan una situación clínica o social que admite una tardanza relativa, siendo recomendable la intervención en un plazo inferior a 90 días. El 100% de los 133 segovianos encuadrados en este nivel de urgencia fueron operados con anterioridad al límite estipulado. En concreto, el retraso medio fue de 27 días, cuando en el resto de los complejos hospitalarios de Castilla y León el promedió se elevó hasta los dos meses.