El clima social, el túnel de Navacerrada y la autovía de Aranda

Carácter emprendedor en toda regla. El máximo responsable de la CEOE, JuanRosell, demostrando que conoce la provincia, empresarios segovianos y de Segovia en el exterior, asociaciones empresariales como la de Madrid representada por su presidente, Juan Pablo Lázaro, figuras como Antonio Horcajo, presidente del Centro Segoviano de Madrid, representantes del mundo universitario, como Carolina Delgado (encargada del Parque Científico de la UVA en el campus María Zambrano), dirigentes de entidades financieras, alcaldes, concejales, diputados provinciales y nacionales... Todos a una, espejo de buen clima social para impulsar el destino de inversión, Segovia destacada por ese clima que destacó Pedro Palomo y del que participan administraciones públicas, empresarios y trabajadores. Dispuestos a escuchar no solo lo que hay sino lo que falta, como lo que surgió en la mesa redonda (y tras ella) con Álvaro Gil Robles, director de la Fundación Valsaín, el presidente de INDRA, Fernando Abril-Martorell, y Javier García Hernández, director técnico y de producción de SGD La Granja.

Fue al final cuando Antonio Horcajo evocó la creación de infraestructuras como el primer túnel de Guadarrama, cuando mencionó otros retos a su juicio necesarios ahora, como el túnel de Navacerrada descartado en los años 60 y la autovía entre Aranda de Duero y Segovia. Y trabajará en ello.

Le había precedido el relato de Gil Robles, para quien Segovia es «una realidad en marcha» con «ofertas culturales como pocas ciudades» y «la mejor Facultad de Publicidad de España», dos universidades y un enorme potencial para «trabajar en tranquilidad» (por lo que la ha elegido la Escuela de Estudios Políticos de Moscú) y para desarrollar sectores como el del turismo ligado a la naturaleza, (por el Parque de Guadarrama y la Reserva de la Biosfera) y la enseñanza del castellano a extranjeros.

Abril-Martorell, que aludió a la calidad de vida y la ubicación estratégica de Segovia para un mercado de 7 millones de personas a cien kilómetros, planteó la necesidad de «seguir comunicando» y hacer un «insistente» marketing institucional «sin complejos y sin renunciar a nada», contando con que es importante la unidad de administraciones, empresarios y ciudadanos y con que hay «talento y ventajas diferenciales para apostar por el nuevo sector de la transformación digital, «el de la cuarta revolución industrial», el llamado Industria 4.0.

Propuestas para atraer inversiones. Como las materializadas por la firma SGD La Granja en los últimos cinco años (30 millones de euros) y las previstas para el próximo quinquenio (50 millones). Las razones de los inversores las explicó Javier García Hernández, director de producción de la empresa de la provincia con mayor número de trabajadores (alrededor de 500): cercanía a Madrid y Valladolid, un apoyo «incondicional» de las instituciones, tejido industrial y suelo bien equipado, buenas comunicaciones, un excelente e implicado capital humano y «un clima laboral envidiable».