Borrar
Aspecto actual del exterior de la iglesia de la Santísima Trinidad tras la restauración.

La restauración integral de la Trinidad de Segovia devuelve el esplendor al templo

La parroquia y la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico presentan las obras realizadas durante 13 meses con 609.000 euros

Miguel Ángel López

Lunes, 26 de octubre 2015, 20:51

La nave central parece más esbelta. Tiene más luz y, aunque a simple vista casi no se percibe, más altura; los bancos y la tarima del suelo son nuevos, y las basas de las columnas, antes ocultas, muestran que la obra realizada ha bajado unos veinte centímetros hacia el pavimento original. El suelo primigenio, el del siglo XII, queda aún unos 40 centímetros más abajo pero el presupuesto de esta restauración integral de la iglesia románica de la Santísima Trinidad de Segovia no ha permitido profundizar más. El proyecto es fruto del trabajo colectivo, de la propia parroquia de la Trinidad, que según el párroco, Andrés de la Calle, vio «una puerta abierta para emprender la restauración» en la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico (heredera en este caso de la extinta Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León que crearon las cajas de ahorros), y de la colaboración de la Fundación Caja de Burgos y la Obra Social de La Caixa. Las obras realizadas por la empresa Rearasa se han llevado trece meses y 609.000 euros y en la financiación han tenido un papel importante los feligreses con sus aportaciones, incluidas las destinadas para «vestir la iglesia con nuevos bancos, megafonía y otros menesteres», señaló el párroco.

Desde fuera, la iglesia de la Trinidad, ya liberada de los andamios, luce un aspecto totalmente renovado. En cada esquina de la coronación de la torre se ven las plataformas para nos nidos de cigüeña, los sillares de caliza están limpios, sin la costra negruzca, y la estructura ha ganado en estabilidad al ser eliminadas las grietas mediante la consolidación y cosido de las fábricas. El resultado lo apreciaron este lunes un grupo de feligreses que acompañaron en la visita al templo al director de la Fundación Santa María la Real, Juan Carlos Prieto; el director de instituciones de Caixa Bank en Castilla y León, Gerardo Revilla; la directora del área social de Fundación Caja de Burgos, Rosa María Pérez, y el arquitecto director del proyecto, Joaquín García.

Proyecto integral

La restauración se planteó desde el principio como un proyecto integral para garantizar la estabilidad estructural del conjunto y resolver problemas como la evacuación del agua de lluvia en varias zonas, como en el tejado del atrio, donde un desagüe en malas condiciones empapaba el muro y facilitaba que hubiera humedad en el interior. La obra, ha sido además, en palabras del arquitecto, «un pretexto para arreglar un edificio que estaba en mal estado, un pretexto de conocimiento», pues otro de los objetivos ha sido documentar todos los trabajos para que los futuros investigadores puedan ampliar el conocimiento histórico del templo. Es más, con este fin tras la restauración realizada se han dejado a la vista en algunas partes hasta seis estratos, como indicó el arquitecto.

Joaquín García explicó que ahora, al rebajar el suelo unos 40 centímetros en la zona del presbiterio y algo menos en la nave central (a instancias de la parroquia y del Obispado), la iglesia ha ganado en proporción, en elevación y en volumen. El saneamiento y la evaporación de las fábricas ha mejorado de forma sustancial con la instalación de cámaras de ventilación en el arranque de los muros; también la metodología y los medios empleados han resuelto dudas sobre intervenciones anteriores en las bóvedas, actuaciones probablemente de Cabello Dorero (de mediados del siglo XX) y otras anteriores, y han cosido uno de los arcos con un tirante interior, entre otros trabajos. El templo, recalcó el arquitecto, «necesitaba esta intervención».

Interdisciplinar

Una de las características más importantes de este proyecto ha sido el carácter interdisciplinar desde la elaboración del proyecto a la ejecución de las obras. Joaquín García comentó que «ha habido un equipo muy importante» en el que se han integrado el arqueólogo Javier Quintana, el restaurador Carlos Sanz, el arquitecto Jesús Manzano, el aparejador Jesús García Maldonado, «todos trabajando al unísono para conseguir un beneficio para el edificio, que realmente lo necesitaba».

Los trabajos se han concentrado sobre todo en la torre, cuya cubierta estaba muy deteriorada, y la solución adoptada alarga (que no excluye) los trabajos de mantenimiento del tejado, el típico de teja a la segoviana que va enganchada, se mueve menos con el viento y la afectan menos las aves. García remarcó además la actuación para reforzar la estabilidad y seguridad de la torre, que quizá desde su construcción original ya presentó problemas, y una las intervenciones ha consistido en el refuerzo de los atirantados colocados en la restauración de 1986.

También destacan los trabajos para consolidar las fábrica, limpiar y tratar la piedra, la renovación de los rejuntados en mal estado, el arreglo de cornisas e impostas, el repaso completo de las cubiertas, las obras de la torre y las actuaciones en las bóvedas, el ábside, los pavimentos y la carpintería. Así, se ha levantado el suelo en el perímetro exterior del ábside para sanear el arranque de los muros y evitar la humedad, con el refuerzo del encuentro del muro del testero con la fachada norte y reparar el deterioro producido por el agua.

Aparte de con los nuevos elementos de iluminación eléctrica, la luminosidad interior ha cambiado mucho. Ha mejorado con la limpieza de los muros (destaca mucho más la portada gótica isabelina de la capilla de los Campo, del siglo XVI) y el nuevo enfoscado de las bóvedas. La reintegración de la policromía de las pinturas murales también resalta. Dos elementos destacados son las ménsulas que decoran el arranque de los arcos de refuerzo de la bóveda del ábside (construidos entre el final de la terminación del edificio románico y la reforma renacentista) que ahora, tras retirar el yeso que las cubría desde los años 40 del siglo pasado, muestran la decoración original de dos cabezas felinas en tonos rojos y negros.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla La restauración integral de la Trinidad de Segovia devuelve el esplendor al templo

La restauración integral de la Trinidad de Segovia devuelve el esplendor al templo