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Una mujer aplica crema con protección solar.
La alergia al sol, una reacción molesta y desconocida

La alergia al sol, una reacción molesta y desconocida

La medicina investiga el origen de un mal en alza que provoca picores y dolor

marta marinero

Sábado, 15 de agosto 2015, 13:53

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No es una alergia. Realmente, no se sabe por qué ocurre, con lo que no se puede catalogar. Quizás sea por una sustancia del organismo que reacciona al astro rey. O quizás otra explicación completamente distinta. Es el misterio del cuerpo humano. Tampoco es un gran problema ni una enfermedad que llene camas de hospital y traiga de cabeza a la comunidad médica, pero es molesto y, si no se le prestan los cuidados necesarios, puede ser bastante incómodo y doloroso. La mal llamada alergia al sol es una erupción lumínica polimórfica, una reacción de la piel, un síntoma. Una lesión cutánea que aparece de repente, relacionada con la exposición solar y que puede provocar distintos efectos en la piel según a quién se le presente.

El doctor Jorge Méndez, alergólogo del Complejo Asistencial de Palencia, explica las posibles manifestaciones de la reacción: «No es quemadura», aclara, «sino una erupción que provoca un picor más o menos intenso que puede durar de varios días a semanas». Méndez explica que esta alergia afecta en la misma persona siempre con la misma reacción, pero que puede demostrarse de formas distintas según quién lo padezca. Puede que este sea el motivo por el que, aunque es una reacción frecuente que aparece en primavera y verano, cuando el sol incide con más intensidad sobre la piel, no todos los que lo padecen lo tienen diagnosticado porque «no le dan importancia» o porque comparan con quien sí que ha visitado al médico y ven que no tienen lo mismo.

Cuatro de cada diez personas padecerán cáncer de piel

  • Las manifestaciones de la alergia al sol pueden coincidir con las de un cáncer de piel sarpullidos, ampollas o enrojecimiento de la piel. Unos signos comunes que, por la gravedad de padecer un cáncer, deben observarse con precaución y visitar a un dermatólogo ante el primer signo de duda.

  • De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer cutáneo es el tipo más frecuente en el mundo y la incidencia del melanoma se está incrementando más rápidamente que cualquier otra neoplasia maligna. Así, cuatro de cada diez personas padecerán cáncer de piel a lo largo de la vida. Según esta organización, en 2000 se diagnosticaron en el mundo más de 200.000 casos de melanoma y se produjeron 65.000 muertes asociadas a este tipo de cáncer.

  • La estadística determina que este tipo de cáncer es más frecuente en personas mayores de 50 años o quienes se han expuesto al sol de forma prolongada o intensa.

  • La OMS afirma que «las radiaciones ultravioleta, y en particular las solares, son carcinógenas para el ser humano y provocan todos los principales tipos de cáncer de piel». Aporta además una información quizás desconocida para el gran público; actualmente, los aparatos de bronceado que emiten rayos ultravioleta están clasificados como carcinógenos para el ser humano por su asociación con los cánceres oculares y de piel melanocíticos.

Todos, o todas, porque es un síntoma más común en mujeres. Aparece, por norma general, tras unas horas de exposición al sol y únicamente en las zonas que han estado al alcance directo de la estrella. «Cuando me da el sol un rato y no llevo crema me provoca sarpullidos, sobre todo por la zona de los brazos y el cuello», explica Ana Martínez, quien lleva padeciendo la reacción desde hace más de cinco años. «Siempre he sido mucho de quemarme fácilmente, pero nunca había tenido erupciones». En el caso de Martínez la reacción aparece 15 o 20 minutos después de la exposición, y si no se aplica crema solar «va a peor». Tan a peor, que hace un par de años tuvo que visitar urgencias porque «la erupción fue más grave, el picor era mucho más intenso y fue difícil de aguantar». Allí la diagnosticaron la alergia.

La causa que le explicaron fue el exceso de tiempo al sol sin protección, o la exposición sin que se hubiera superado una erupción anterior. El remedio: el uso de cremas con corticoides tópicos una vez que ya ha ocurrido. El doctor Méndez se muestra firme respecto al uso de los corticoides tópicos: «No está indicado y no recomendamos la inyección de corticoides ni para prevenir ni para curar, por los posibles efectos secundarios que pueda tener».

El tratamiento, la prevención

El médico reconoce que el tratamiento cuando ya ha ocurrido no es muy efectivo, pero que al final se acaba pasando, y que las cremas con corticoides tópicos pero solo las cremas, de pinchazos nada pueden lograr mejorar parcialmente la incomodidad. Martínez recurre a ellas si la reacción es grave, y por ahora, lo tiene controlado: «Las cremas alivian, se quita con el tiempo».

La duración depende del grado de reacción: entre un par de horas a varios días. En el caso de esta estudiante de Historia de Arte, su caso más grave se extendió semana y media. En Martínez la alergia se manifiesta con enrojecimiento de la piel, pequeñas ampollas, puntitos o un sarpullido. La molestia que la produce también coincide con la explicación general del doctor Méndez: «Pica bastante, y acaba doliendo porque al salir en zonas muy sensibles, si te rascas un mínimo se pone mucho peor».

¿El mejor consejo? La prevención. El doctor Méndez recomienda evitar la exposición al sol en los momentos de máximo calor el mantra del verano y/o, al menos, aplicarse protección total para que no se produzca lesión. Su aparición es inevitable en la mayoría de los casos, pero al menos puede ser controlable: «Tomo bastantes medidas para evitar su aparición, sobre todo no estar expuesta al sol en las horas de máxima intensidad ni mucho tiempo, y siempre con crema de alta protección», señala Ana Martínez. Si aún así aparece, recurre al after sun, y si va a más, a la crema con corticoides tópicos. La hidratación es otra de las claves: «Normalmente aparece un sarpullido pequeño que, si tengo la piel hidratada y cuidada, desaparece en medio día».

Méndez alerta de que hay otras enfermedades que tienen esa misma reacción, el sarpullido, pero que no son alergia al sol. Es el caso del Lupus patología en la que las células del sistema agreden a las del organismo provocando que se dañen los tejidos o la porfiria, que aparece cuando una parte de la hemoglobina no se produce adecuadamente. También, añade el doctor, el uso de algunos medicamentos fotosensibilizantes pueden debilitar la dermis y provocar una reacción en forma de quemadura, pero tampoco es alergia al sol. E incluso aplicarse productos para aliviar la picadura de un mosquito o el escozor de un eccema, es decir, antihistamínicos tópicos, puede provocar una reacción alérgica que puede ser, o no, alergia al sol.

Como rasgo positivo de la alergia al sol, Méndez afirma que no por tener este síntoma se tienen más posibilidades de padecer cáncer de piel «aunque a ambos les afecta la exposición solar».

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