Los conductores segovianos suman 2,4 millones de euros en multas en seis meses

De afán recaudatorio, nada de nada, en contra de lo que pregonan las asociaciones de conductores y otros colectivos. Las normas están para ser cumplidas, y las sanciones se fijan para castigar esas conductas ilegales. Sí, ilegales, porque así está establecido por una legislación que regula el comportamiento al volante o como peatón. Y por cierto, a los conductores que cometen infracciones no se les caza, se les detecta y se les denuncia solo si procede. Si la irregularidad conlleva multa, pues se le aplica.

Que el discurso de Tráfico no es popular ya se sabe; pero sus responsables al menos quieren que los giros del lenguaje no echen más leña al fuego. Hecha la salvedad, la Dirección General de Tráfico (DGT) está inmersa en una de esas épocas que dan más trabajo. Las salidas y los regresos de vacaciones se entremezclan con los trayectos cortos entre los pueblos que viven sus fiestas. Las carreteras tomadas por los flujos circulatorios y los dispositivos especiales que velan por la seguridad. No en vano, en la operación de primeros de mes la previsión de la DGT era de que las carreteras de la provincia soportaran 115.000 viajes en 72 horas.

Esta semana, los agentes de Tráfico estarán particularmente pendientes del consumo de alcohol y de drogas al volante dentro del marco de una de las campañas extraordinarias que suelen llevar a cabo.

A pesar de las campañas y de los controles que son disuasorios, como insiste la subdelegada del Gobierno en Segovia, Pilar Sanz sigue habiendo malas conductas al volante que acarrean sanción económica, según el código que las tipifica. La más habitual es pisar el acelerador más de lo establecido para cada tramo.

El cerco que ha diseñado la DGT para atajar los peligrosos excesos de velocidad se ha estrechado con la mejora de los dispositivos de vigilancia y medición. El radar móvil y su extensión, por ejemplo, han propiciado que las denuncias por circular a una velocidad inadecuada hayan subido desde 2011 hasta ahora.

35.094 expedientes

Aquel año se contabilizaron en total casi 11.600 expedientes de sanción por ir más rápido de lo estipulado, sumadas las detecciones que conllevaron la parada del vehículo y las denuncias que fueron remitidas a posteriori con la fotografía de la infracción. Solo en los seis primeros seis meses del ejercicio en curso, las denuncias gestionadas por este motivo ha alcanzado las 22.123. En todo el conjunto del año pasado, las denuncias por velocidad excesiva captada a través de un radar móvil y sin parada del vehículo llegaron a las 23.202, a las que se añadieron 5.389 infracciones con parada.

Si se tiene en cuenta que, en la primera mitad del presente curso, Tráfico ha gestionado en la provincia 35.094 incumplimientos de los diferentes preceptos contemplados y tipificados en el código circulatorio, la velocidad excesiva acapara el 63% de las denuncias. Es, con mucha diferencia, la principal razón de pérdida de créditos del carné por puntos y también el motivo más habitual de multa económica.

Sin cinturón y mal aparcados

A falta de que transite por el calendario el segundo semestre, las infracciones referidas a paradas o estacionamientos indebidos se aúpan al segundo puesto de las causas más frecuentes de denuncia, y superan las relacionadas con circular sin el cinturón de seguridad o sin el elemento de sujeción correspondiente. Esta irregularidad acumuló más de dos mil denuncias al cierre del ejercicio pasado, según los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico.

En el primer semestre de este año, la DGT ha cobrado más de 2,47 millones de euros en concepto de sanciones aplicadas a las malas praxis al volante. En todo 2014, esa cantidad ascendió a 4,36 millones, más o menos en la media de lo que ingresa Tráfico en la provincia por las denuncias que interpone y las multas que llevan aparejadas.