El lobo de Caperucita se vuelve vegetariano

Imagínense una versión ecológica del célebre cuento de Caperucita Roja en la que el lobo prefiere hincarle el diente a cualquier producto de la huerta antes que a un rebaño de ovejas o a la inocente niña vestida de rojo y a su abuela. La representación que el grupo Trotaldeas ofreció ayer, ante decenas de niños, muchos de ellos acompañados de sus padres, en las instalaciones del Centro Nacional de Educación Ambiental (Ceneam) es un buen ejemplo de cómo los clásicos de toda la vida se adaptan a los tiempos actuales para hacer llegar, a través del teatro, valores éticos como la igualdad, la tolerancia o el respeto por la naturaleza, además de fomentar la autocrítica.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente había programado el cuentacuentos La verdadera historia de Caperucita Roja, una amena historia que muestra que las apariencias engañan. A partir de la obra Agnese Baruzzi y Sandro Natalin, el grupo ofreció una versión muy original de este cuento, donde el lobo puede ser vegetariano y la historia puede terminar de una forma inesperada. Después de la función, se realizaron juegos y actividades relacionadas con el cuento.

Esta actividad se enmarca dentro del programa Cuentacuentosorganizado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para este verano, con el fin de promover la sensibilización sobre el medio ambiente entre el público infantil, así como fomentar el interés por la lectura y la naturaleza. Los niños tienen oportunidad de llevarse en préstamo libros y vídeos, así como conocer los recursos del centro, como exposiciones, excursiones, programas educativos, web, fototeca o la biblioteca.