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Estanterías con parte de la documentación.
El Archivo Histórico prepara actividades para abrir el centro a toda la sociedad

El Archivo Histórico prepara actividades para abrir el centro a toda la sociedad

El edificio de la calle Capuchinos Alta acoge cada año a un millar de investigadores

elena rubio aragoneses

Miércoles, 17 de junio 2015, 11:36

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Con el paso del tiempo y en la actual era tecnológica, los documentos históricos han adquirido un valor que va más allá de su finalidad original. Son legajos con un importante cometido que hay que conservar. El Archivo Histórico Provincial de Segovia, situado en la calle Capuchinos Alta, junto a la iglesia de San Quirce, guarda unos fondos que ocupan diez kilómetros lineales de estanterías, unos 50.000 volúmenes, entre legajos y cajas de archivo desde la Edad Media hasta la actualidad, documentos que «cubren toda la época a la que se puede referir la historia de la ciudad», explica la directora del centro, María Pía Senent Díez. Según los datos de 2013, recibió a 1.090 investigadores, atendió 3.667 consultas, realizó 109 préstamos, organizó 2.697 cajas y recibió 43 cajas de nuevos fondos. Además, en su biblioteca auxiliar se contabilizan 8.592 libros.

A pesar de que es frecuentado por muchos investigadores y ciudadanos, la nueva dirección se ha marcado como objetivo a corto plazo que sea conocido aún más por los segovianos para que «el Archivo esté dentro de la ciudad», declara Senent. Para lograrlo pretende poner en marcha el próximo curso escolar varias iniciativas para que muchas personas crucen el umbral de sus puertas. Una de ellas sería un programa de visitas de guiadas al edificio, desde niños pequeños hasta alumnos de Bachillerato. «Yo soy archivera porque en COU me enseñaron el Archivo de Simancas y pensé, esto es lo que yo quiero», afirma. Otra, programar exposiciones «dentro de nuestras posibilidades», así como dar a conocer determinada documentación que custodia el centro. Además, quiere revitalizar el convenio que permite a los estudiantes universitarios hacer prácticas para que no sólo acudan alumnos de biblioteconomía o documentación, sino también de grados como Derecho o Administración de Empresas, «que también tendrían cabida por la documentación específica que tenemos».

Usuarios

Para acceder al Archivo Histórico Provincial, sentarse en sus salas y poder consultar sus fondos es necesario ser mayor de edad y llevar el DNI, aunque es un hecho que ya acuden numerosos segovianos. Con frecuencia, por sus salas pasan numerosos investigadores de diferentes puntos del país que utilizan los fondos para sus trabajos. La base de sus investigaciones es el Catastro del Marqués de la Ensenada, de 1752, que consta de 1.000 volúmenes refridos a la provincia de Segovia. «Es lo primero que piden, luego a partir de ahí van tirando del hilo», explica la directora. De hecho, muchos investigadores están realizando tesis doctorales sobre determinados temas para los que necesitan consultar estos documentos históricos. Otros muchos son cronistas locales de algunos municipios que en la actualidad están realizando estudios sobre su pueblo y consiguen de estos papeles una información valiosísima para sus investigaciones.

Pero por las salas de consulta del archivo no sólo pasan estudiosos. Un público muy variado acude a sus instalaciones para comprobar, por ejemplo, documentación catastral porque «el Archivo Histórico Provincial es un servicio público», precisa Senent. En este caso, los usuarios son de todo tipo, desde estudiantes universitarios hasta personas de mediana edad que necesitan consultar documentos que les permiten clarificar dudas, por ejemplo, en temas de herencias.

Fondos públicos...

En la actualidad, el Archivo Histórico de Segovia conserva el fondo notarial centenario, documentación de las delegaciones y organismos provinciales del Estado o de la Junta de Castilla y León, archivos judiciales, y fondos privados o de entidades locales. Además, una particularidad de este Archivo es que, junto al volumen amplísimo del Protocolo Notarial de 1503 a 1910, cuenta con un conjunto documental infrecuente y de una riqueza extraordinaria: el fondo del Corregidor o del Alcalde Mayor, preferentemente judicial pero también gubernativo y complementario del notarial, dado que los escribanos del número prestaban también funciones actuarias en los concejos y tribunales. Este fondo acopia datos sobre procedimientos civiles y penales de los momentos cumbre de la Edad Moderna y la Contemporánea: la Guerra de Sucesión, la de Independencia y el proceso de Desamortización. Y junto a estos temas, otros como la atribución de mayorazgos, las regulaciones de montes y plantíos, los abastos o el orden público.

Además, el fondo judicial antiguo se imbrica con los expedientes de los juzgados de primera instancia e instrucción del régimen liberal y de todo el siglo XX, especialmente expresivos en los años 1930 a 1945, por su relación con el seguimiento de responsabilidades políticas de la Guerra Civil. Cuenta también con los fondos procedentes de la Junta Provincial de Beneficencia y de la Delegación de Hacienda, esta última por lo que toca de modo directo al proceso desamortizador y a las instauraciones de la Intervención, y las dministraciones hacen estadísticas provinciales. Por lo que respecta a los inmuebles, tiene toda la documentación proveniente de la delegación del Instituto Geográfico Nacional (antes Instituto Geográfico y Catastraly de las oficinas de Conservación del Catastro y del Centro de Gestión Catastra de la Delegación de Hacienda, que son constantemente solicitadas.

...y privados

Dentro del Archivo Histórico de Segovia también es preciso hacer mención de los fondos privados que integra: un pequeño volumen del linaje Arias Dávila, el archivo del Conde de Velarde y, de modo muy especial por su alcance, el archivo del Marquesado de Lozoya (adquirido por la Junta de Castilla y León en 2006 y aún en trance de ordenación y descripción), que es complemento excelente de los datos aportados por los protocolos notariales y los documentos del corregimiento, ya que ofrece abundantísimas relaciones genealógicas y noticias sobre la propiedad de la tierra, el comercio de cabezas ovinas y lanas y el régimen de pastos.

Una riqueza documental que debe ser tenida en cuenta en todo su conjunto «ya que no es el hecho de que sea un ejemplar más importante sino lo que realmente tiene valor es que están todos juntos y tengan una interrelación. El objeto es parte de un todo», apunta la directora.

Desde 1947

El primer Archivo Histórico Provincial de Segovia abrió sus puertas el 20 de enero de 1947. El Ministerio de Educación adaptó el antiguo edificio de la Cárcel Vieja, en la Calle Real, para alojar la nueva infraestructura. Aunque la instalación en ese inmueble fue en su momento una excelente medida, la convivencia con la Biblioteca y las deficiente adaptación de un edificio concebido como presidio comenzaron pronto a multiplicar problemas, resumibles en uno solo: estrechez y falta de espacio.

El Ministerio de Cultura adquirió en 1988 un edificio más capaz y para uso exclusivo del Archivo en la calle Capuchinos Alta. Este edificio albergó en su origen dos viviendas de sólida construcción, posiblemente del siglo XVI, que el caballero de Alcántara Juan de Ortega Lara y Angulo aprovechó para convertir, a partir de 1702, en una sola vivienda de mayores dimensiones y gran empaque. Las obras para su adaptación como archivo, profundas pero rápidas, comenzaron en 1995 y finalizaron en 1996.

Desde entonces, el Archivo Histórico Provincial ocupa esta sede, donde las medidas de seguridad son importantes, con sistemas antifuegos en todo el edificio, además de contar con muros más gruesos de lo normal, puertas cortafuegos cada determinados metros o estanterías móviles y compactas que ahogarían un incendio en caso de producirse.

El edificio cuenta con cuatro plantas de depósito, con una superficie útil de 2.200 metros cuadrados en la que trabajan ocho personas: tres técnicos, una auxiliar de biblioteca, tres ordenanzas y un administrativo.

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