La Feria de Cuéllar abre sus puertas con 140 expositores y productos de todo tipo

Mirando al cielo. Así arrancaba la XXX edición de la Feria Comarcal de Cuéllar, ya que una fina lluvia quiso restar protagonismo a lo importante, la puesta de largo de este certamen multisectorial que espera recibir 50.000 visitantes estos días. El protocolario corte de cinta se trasladó a la entrada a la carpa principal, y el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez, fue el encargado de ejecutarlo.

«Este año se ha superado con respecto a ediciones anteriores. No solo son los 15.000 metros de exposición, sino la calidad de los productos», reflejó Vázquez justo después de la inauguración. Entre las autoridades asistentes, con el alcalde, Jesús García Pastor, a la cabeza, se encontraba la Corporación municipal, la subdelegada de gobierno, Pilar Sanz, el diputado Rafael Casado, el alcalde de Cantalejo, José Antonio Sanz, el de Chañe, Dionisio García, o el senador popular Juan Manuel Represa. Junto a ellos el comandante jefe de la Guardia Civil, Fernando Gil, o Javier Moreno, jefe de la Policía Local.

El regidor local, Jesús García Pastor, quiso recalcar «la evolución de la feria y la importancia que tiene esta feria multisectorial», además, de indicar que «es un referente la feria de Cuéllar a nivel nacional, y hay que aprovecharlo porque serán 50.000 los visitantes que pasen por aquí».

En esa misma línea insistía Vázquez, al señalar que esta feria «no quiere mostrar solo los productos de la tierra sino las facetas que tiene desde el punto de vista industrial o comercial como es el caso del mueble». Ellos fueron los primeros en recorrer la carpa de alimentación con sus 24 expositores, al igual que la carpa de industria y servicios con hasta 23 propuestas diferentes. También se acercaron hasta la carpa del mueble, un sector que necesita un impulso tras años complicados.

Una de las novedades en esta feria que duplica el número de participantes, era la exposición Campos de cultivo y oficios de la provincia, que los asistentes recorrieron con todo tipo de detalle, destacando la importancia del sector agrario en tierras segovianas. Por último, la cita les llevaba hasta otra de las novedades: la carpa de cervezas y vinos donde disfrutaban de una cata.

«Hemos querido colaborar con un stand propio donde se muestra un producto específico como son las diecisiete bodegas de la provincia. Está en auge al igual que la cerveza artesana», dijo Francisco Vázquez, y en esa línea se movía el diputado de Promoción Económica, Rafael Casado: «Es una apuesta por la propia marca de Alimentos de Segovia, están todas las bodegas, y de cerveza cada vez hay más. Ahora son cinco las que están identificadas».

En la primera jornada se celebraron ya las primeras catas tanto de vino como de cerveza, y que se van a extender durante toda la Feria. Los artesanos, copa en mano, muestran cómo se debe degustar cualquiera de estas bebidas, indicando paso a paso el proceso para saborearlo mejor. Muchos fueron los asistentes que se acercaron hasta esta carpa tanto para comprar como para participar en cualquiera de estas catas. También, y de manera paralela se realizaba uno de los primeros talleres de este certamen, dirigido a los más pequeños, como era el taller de alfarería. El alfarero local Chiqui mostró a los niños las técnicas del proceso de elaboración de piezas de cerámica, tales como varios botijos.

Las magníficas vistas desde la muralla fueron otro motivo importante para que los visitantes recorrieran las murallas de la ciudadela de Cuéllar, y fotografiarse con el recinto ferial de fondo, y por supuesto con el castillo.