Los agentes sociales chocan sobre si priorizar la subida salarial o el empleo

El Diálogo Social, coincidieron todos los participantes en el debate, ha sido fructífero en Castilla y León durante los últimos años; ha generado un buen número de acuerdos y, como dijo Carlos Díez, director general de Trabajo de la Junta, sus efectos se han notado de forma positiva en la vida diaria de los ciudadanos. El Diálogo Social de Castilla y León, hubo unanimidad, es un ejemplo a imitar y la envidia de quienes no lo tienen. El Diálogo Social, quedó claro para todos los presentes, no es la negociación colectiva, que es la mesa bipartita a la que se sientan los representantes de la patronal y los sindicatos, pero no de la Junta, para buscar pactos sobre convenios colectivos en general y subidas salariales en particular.

El acuerdo se vuelve casi imposible cuando los agentes sociales se quedan solos. Según se puso de manifiesto en la tercera jornada del ciclo Diálogo Social y salarios frente a la salida de la crisis organizado por el CES de Castilla y León y El Norte de Castilla, celebrada en Segovia tras su paso por Salamanca y Valladolid, en la mesa de negociación colectiva el diálogo puede llegar a convertirse en cosa de sordos.

Los representantes de CC OO y UGT insistieron en que resulta insoportable y, quizás, inviable sustentar la recuperación económica en puestos de trabajo cuyos salarios no dan para salir de la pobreza. El presidente de la patronal segoviana, mientras, defendió que mientras la marcha de la economía siga siendo tan precaria como es actualmente, cualquier empleo que se cree es bueno y una subida salarial que no sea moderada puede resultar nefasta para la competitividad y, por lo tanto, contraproducente.

El ejemplo de los ERE

En el medio, Carlos Díez abogó por «un modelo económico que no se base en costes laborales bajos, sino en innovación y en internacionalización». «Debemos fabricar productos de mayor valor añadido, como los que hacen los países que mejor resisten las crisis». Para el director general de Trabajo de la Junta, «el salario es un factor de competitividad para las empresas» de ahí la dificultad para conjugar ambos. «Un modelo de costes bajos advirtió, no obstante termina por lastrar el consumo interno, en un momento en que las exportaciones muestran signos de agotamiento».

Aunque «el Diálogo Social no repercute en los salarios continuó, sí lo hace en el modelo económico que después, a su vez, repercute en la recuperación. Ylas economías con mayor peso del sector industrial, como se ha buscado incentivar en Castilla y León, son las que mejor se comportan en la adversidad».

Díez quiso llamar la atención sobre la paradoja que se ha producido en las relaciones laborales de la comunidad autónoma en los últimos tiempos, con unos agentes sociales que no consiguen encontrar el punto aceptable para todos cuando se sientan a negociar una subida salarial, pero sí lo hacen cuando se trata de un expediente de regulación de empleo. «En Castilla y León, las negociaciones de los ERE terminan con acuerdo en el 96% de los casos», recordó. Cuando de lo que se trata es de salvar una empresa poniendo todos algo de su parte, el entendimiento es posible.

Este antecedente, y el acuerdo firmado el 31 de marzo, en el que Cecale, CC OO y UGT coincidían en la necesidad de seguir sentados a la mesa de la negociación colectiva, da razones para el optimismo, en opinión del representante de la Administración. Carlos Díez terminó su intervención recordando que «Henry Ford subió los salarios y bajó las horas de trabajo de sus empleados y haciéndolo consiguió aumentar los beneficios de su empresa».

Advirtió María Antonia Sanz Martín, miembro del Consejo de Unión Sindical de CC OO de Segovia, de que «si los trabajadores no ganan, la empresa tampoco gana» y defendió la idea de que «la negociación colectiva debe basarse en que a mismo trabajo, debe recibirse el mismo sueldo». Para la representante sindical, «las empresas deberían centrarse en aumentar la calidad de sus productos más que en preocuparse por los costes laborales», máxime cuando en Castilla yLeón, «el salario medio ya es 200 euros inferior a la media».

«Es el momento de que las empresas, que ya han pagado sus deudas y sus costes financieros, abandonen la moderación salarial», sostuvo Sanz Martín, ya que «un tercio de los trabajadores son pobres, aun trabajando». «Para mayor indignidad, los sueldos más bajos, los de 400 euros, han bajado el 16% mientras los más altos, los de más de 4.000, han subido el 9%».

«Nuestra sociedad continuó está derivando a un modelo más injusto, menos equitativo, menos redistributivo, con condiciones más precarias. La negociación colectiva es fundamental para la recuperación de los salarios y lograr una sociedad más justa y con mayor calidad de vida».

Orgullo y vergüenza

En opinión de Manuel Sanz Prieto, secretario general de Fitag-UGT Segovia, «lo verdaderamente importante es ser capaces de llegar a acuerdos». «En el Diálogo Social lo hemos demostrado y es ahí donde está el futuro, la forma y la herramienta para salir definitivamente de la crisis». Ahora bien, «sin recuperación salarial sostuvo no habrá salida de la crisis» y los salarios quedan fuera de la mesa tripartita.

«Con innovación y educación también se gana competitividad, no solo con devaluación salarial, que producen trabajadores pobres, sin protección, ni cobertura. Los contratos precarios por horas, a media jornada señaló el representante de UGT, solo sirven para maquillar las cifras del paro». Yse preguntó: «Un contrato indefinido de 10 horas a la semana, ¿sirve para salir de la crisis?»

Para Sanz Prieto, «un país que discute sobre cuál debe ser el nivel de moderación de los salarios no puede ser la cuarta economía de Europa;la devaluación salarial no es algo que enorgullezca a un país».

Un esfuerzo conjunto

Frente a las posiciones sindicales, Pedro Palomo, presidente de la Federación Empresarial Segoviana (FES) y de la Cámara de Comercio defendió que «pretender una subida generalizada de salarios sin tomar en consideración la marcha de la productividad de cada sector carece de justificación y pede tener efectos negativos en toda la economía». «Todo ello cuando, además, las empresas deben enfrentarse a unos costes burocráticos y a una carga impositiva que parece hecha contra el trabajo», añadió.

En palabras del representante de la patronal: «Somos conscientes de que ha habido un descenso salarial importante. El crecimiento de 2014 y 2015, tanto de PIB como de empleo, significa que algo está ocurriendo. Es una magnífica noticia, independientemente de la calidad del empleo que se genere que, por otra parte, es algo que depende de cómo se mire».

En opinión de Palomo, «La buena noticia es que los jóvenes se incorporen al mercado laboral, aunque sea con contratos de aprendizaje». «Cuando haya más expansión, trataremos de mejorar los contratos;cuando haya beneficios, estarán en consonancia con los salarios».

Concretó el presidente de la FESque «el último acuerdo nacional sobre negociación colectiva, que funcionó bien, hablaba de subidas salariales del 0,6% al 0,8% con un máximo del 1%». «Estos parámetros quizá puedan llevarnos a un nuevo acuerdo en breve», concedió.

En cualquier caso, advirtió de que una eventual «recuperación de márgenes debe ir encaminada a mejorar las instalaciones productivas, la formación y gestión empresarial» y que «todas las rentas deben realizar esfuerzo conjunto». «Tanto los salarios como los beneficios, porque es necesario destinar parte del excedente a la inversión, con la finalidad de apuntalar la mejora de la competitividad».

«La negociación colectiva concluyó debe centrarse en propiciar incremento del empleo y mientras este no se produzca, la moderación salarial debe ir acompasada a la productividad porque de lo contrario se verá afectada la competitividad».