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nacho sáez
Martes, 31 de marzo 2015, 12:36
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El miedo escénico no solo es una expresión que hizo célebre Jorge Valdano para referirse al respeto que infundía el Santiago Bernabéu a los equipos que lo visitaban para medirse al Real Madrid. También es un problema que afecta a una importante parte de la población cuando uno se tiene que situar al frente de un micrófono o de un atril para pronunciar un discurso ante audiencias más o menos grandes. Comienzan los sudores, el tembleque en las manos, la mirada perdida, y se corre el grave riesgo de que los están enfrente acaben estando más pendientes de esos tics de inseguridad que del mensaje que está tratando de transmitir el orador.
Para todas esas personas resultó muy útil la charla que organizó la Concejalía de Empleo, Desarrollo y Tecnología y que protagonizó este lunes por la tarde Javier Reyero (Madrid, 1965). Periodista, presentador de televisión y experto en Comunicación Directiva, la cara visible durante muchos años de la información deportiva en Telemadrid fue el presentador del emblemático programa Fútbol es fútbol de la cadena autonómica madrileña analizó en la Sala Caja Segovia «los diez errores imperdonables al hablar en público». Unos fallos que no solo están presentes, según Reyero, en el clásico discurso anual del empresario a su plantilla de trabajadores.
Prácticamente todas nuestras interrelaciones orales en el ámbito profesional son susceptibles, explica, de ser realizadas de forma más eficaz. Presentaciones, reuniones, entrevistas de trabajo, visitas comerciales... Sin embargo, tendemos a cometer una serie de errores comunes que Reyero, como experto en formación de directivos, tiene claramente identificados. Uno de ellos es el miedo. «El miedo es irracional. No hay nadie que hablando en público no se encuentre nervioso. Pero te puede hacer mejor. Primero te tienes que hacer una serie de preguntas, como cúal es el beneficio que obtengo dirigiéndome a esa audiencia. O si sé más que los que me están escuchando sobre el tema del que voy a hablar, porque si es que no, a lo mejor no merece la pena empezar», argumenta Reyero, autor de dos libros (Presentación perfecta y Hablar para convencer) que giran precisamente en torno a estas cuestiones.
Cree que ese miedo a hablar en público se puede combatir. «Es muy importante ensayar. Tienes que tener clara la estructura de lo que vas a contar. No te pongas a hablar si no sabes cómo vas a terminar», apunta. «También es importante el control psicosomático y realizar ejercicios de respiración», añade.
Mal uso del 'powerpoint'
Otro de los fallos frecuentes es lo que este profesor universitario porque también da clases en la universidad califica como «el nefasto uso del powerpoint», una más de las taras con las que cuentan los españoles a la hora de intentar transmitir un mensaje. «Porque en general los españoles hablamos mal en público», afirma. «Es normal lo que nos pasa. No es porque seamos peores que en otros países; solo que tenemos una mala formación en este ámbito», analiza. «En España pocos han estudiado sobre este asunto. No se enseña en los colegios, ni en los institutos, ni en la universidad, a pesar de que es muy necesario en presentaciones, reuniones, visitas comerciales... No solo para el consejero delegado de una empresa que se dirige a sus accionistas. En nuestra vida profesional nos pasamos el día hablando, pero no lo hacemos lo bien que deberíamos».
Cualquiera que haya tenido que enfrentarse a una audiencia habrá recibido los clásicos consejos de no te pongas nervioso o pon las manos de esta forma, pero le costará bastante más encontrar, según Reyero, a alguien que le transmita unos conocimientos realmente útiles acerca de los puntos básicos para que tu discurso cale. «Hablar en público es una habilidad que muchas veces se supone y los consejos que se dan no son útiles. Sería cínico por mi parte decir que para llegar a ser consejero delegado de una empresa hay que ser el mejor hablando en público, pero si lo haces bien vas a ser mejor y vas a conseguir tener una imagen más brillante», asevera Reyero, que se ha empapado durante estos años de estudio de la materia de las necesidades que tienen los directivos en comunicación oral.
«Las recomendaciones que hago le suelen valer a todo el mundo porque las necesidades son prácticamente las mismas», indica. En las conferencias que él imparte trata de ser «entretenido, didáctico y hasta divertido», según cuenta. Para ello, dota a sus exposiciones de un enfoque práctico y utiliza recursos audiovisuales gracias a su conocimiento de la televisión y también de la publicidad. «Son consejos útiles que valen tanto para personas que tienen que enfocar a grandes audiencias como para aquéllas que se tienen que dirigir a grupos más reducidos», concluye.
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