Correos suprime en Segovia 37 puestos de trabajo en cinco años

Como SantoTomás, los representantes laborales de Correos hasta que no vean y toquen no creerán en la empresa y en el plan de acción que redactó para mejorar la situación de sus trabajadores. Ante el mutis de la compañía pública, Comisiones Obreras (CC OO) ha dado un primer paso y advierte de que retomará las movilizaciones que ya promovió junto a otras organizaciones a finales del año pasado.

Los números aportados por los responsables de la Unión Provincial ilustran el conflicto en el que están inmersos. La problemática se puede resumir en una regla de tres: menos plantilla, más sobrecarga de trabajo y las consecuencias que 'pagan' los ciudadanos con retrasos de varios días en las entregas. Sobre todo en barrios periféricos y en las zonas rurales más despobladas -según han expuesto los portavoces de Comisiones-, que han visto mermado el plazo de entrega a uno o dos días a la semana.

En concreto, en los últimos cinco años la empresa postal ha prescindido de 37 puestos de trabajo en la provincia, ha detallado el secretario de Correos de CC OO de Segovia. De esos empleos, 25 eran de repartidores y el resto se distribuye entre las oficinas y los servicios internos. «La amortización de bajas o jubilaciones es cero», lamenta Benito Gómez. La empresa lleva sin crear crear puestos de trabajo desde 2008, apostilla.

120 eventuales menos

A esa sangría laboral hay que añadir la media de 120 contratos eventuales que cada año ha suprimido la compañía desde hace un lustro. Antes, en Segovia, se venían haciendo unos 600 cada ejercicio, recuerda Gómez. Es una reducción del 20% en la contratación temporal.

Este tijretazo al personal provoca que la plantilla tenga que hacer «un sobreesfuerzo». Los carteros tienen que hacer ahora más kilómetros y portar más peso, lo que se ha visto reflejado en un aumento considerable de las bajas por problemas de espalda, expone Ignacio García, responsable de Formación de la Unión Provincial de Comisiones en Correos.

Las exigencias del sindicato pasan por la firma de un nuevo convenio regulador. El anterior caducó en noviembre de 2013 y desde entonces la plantilla no cuenta con esta herramienta. También reclama mejoras salariales que compensen esa mayor carga laboral, además de que se dé luz verde al proyecto de viabilidad redactado por la empresa y en el que incluyó algunas de las cien propuestas lanzadas por CC OO, explica Benito Gómez.

Colas y retrasos

Mientras el conflicto continúe, los ciudadanos tendrán que soportar «interminables colas en las oficinas por esa falta de plantilla». En la provincia, el ajuste más reciente se evidencia en las unidades de reparto de la capital, Hontoria, San Rafael, Santa María o Cuéllar, por citar algunas de las zonas damnificadas.

La obligación de hacer más kilómetros y una entrega diaria de productos especializados también conlleva más tiempo de trabajo, subrayan fuentes sindicales, que alertan del riesgo que corre la salud de los carteros con este plus de esfuerzo.