Le edición de libros repunta un 27% en Segovia tras la caída de los últimos años

La Ley 10/2007 define libro como «obra científica, artística, literaria o de cualquier otra índole que constituye una publicación unitaria en uno o varios volúmenes y que puede aparecer impresa o en cualquier otro soporte susceptible de lectura», pues los libros electrónicos ya han irrumpido en el mercado y van ganando posiciones. La publicación de los libros corresponde a los editores, públicos y privados, que emprenden esta tarea de poner en circulación las obras de los autores; y esta actividad fue disminuyendo en los últimos años, de forma significativa a partir de 2010 aunque con peculiaridades en las distintas comunidades autónomas y provincias. En Segovia, la edición de libros descendió en 2011 respecto al año anterior más de un 34%, y bajó de nuevo un 32% en 2012 y un 27% más en 2013.

Son datos del Ministerio de Educación y Cultura, recogidos en su Panorámica de la Edición de Libros, y la causa principal puede ser la crisis que afecta a todos los sectores económicos, aunque en Segovia también ha de tenerse en cuenta que una de las principales empresas editoras y patrocinadoras de libros ha desaparecido: Caja Segovia. Sin embargo, la actividad editorial está experimentando un repunte este año, tan alto como la caída registrada en el ejercicio anterior, del 27%.

Este aumento es considerable, si bien las cifras editoras de la provincia son modestas. Los 44 títulos para los que se ha solicitado este año un número de depósito legal son ya tanto como todos los de 2012, según los datos del Servicio Territorial de Cultura de la Junta en Segovia.

En la provincia hay tres editoriales como tales, pero no son las que más publican aunque muchas de sus ediciones tengan éxito y reconocimiento. Son los organismos públicos, la Diputación, los museos, ayuntamientos y otros organismos municipales, que desde enero han editado más de un tercio de los libros, 17 en total; otros seis son de asociaciones culturales, y dos de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce.

De las editoriales privadas segovianas solo una está adscrita al Gremio de Editores de Castilla y León, La Uña Rota, quizá la que mayor proyección tiene y la más atrevida tanto por los autores y títulos que publica como por su repercusión; este año ha registrado tres libros, otros tres Veoveoediciones, y una cada una Cylea, Ediciones Derviche y Ceyde.

Aún están lejos estas cifras de las registradas en 2010 en la provincia (99 libros) e incluso de las de 2011 y 2009 (se registraron 65 y 74), pero sin haber terminado el ejercicio son ya muchos más que las del año pasado, cuando solo se pusieron en circulación 32 títulos.

La Uña Rota, el paradigma

Creer en lo que hacen. Y «perseverancia». No es una fórmula secreta, sino la forma de trabajar de los responsables de La Uña Rota, que cuando crearon la editorial en 1996 tenía la convicción de que es posible editar en una pequeña ciudad como Segovia. Su trayectoria es una combinación de «audacia» y de ajustar presupuestos, también de seducir a los autores para que publiquen con ellos por medio de un catálogo que «es nuestra biografía y nuestro autorretrato», señala Carlos Rod, fundador de la editorial junto a Arcadio Mardomingo, Mario Pedrazuela y Rodrigo González. Nacieron con «la vocación de publicar a autores vivos y noveles para, con el tiempo, editar también obra de autores y artistas consagrados, algunos de ellos considerados clásicos», y arriesgan con éxito.

El libro que recoge todas las obras de teatro escritas por Juan Mayorga en los últimos 25 años fue uno de los más vendidos en la Feria del Libro de Madrid con su casi 800 páginas, y en su catálogo hay obras de Angélica Liddel, como La casa de la fuerza (Premio Nacional de Literatura Dramática 2012) y el más reciente de El centro del mundo; de Graham Greene, Brecht, Manzoni, Conrad, Beckett o Kenneth Goldsmith. Cuenta con distribuidores prácticamente en toda España y la presencia de Carlos Rodríguez en la Feria del Libro de Guadalajara, México, que ha terminado este fin de semana, ha sido la punta de lanza para abrir brecha en el mercado latinoamericano.

Hay otros aventureros editoriales en la provincia. Lola Vicente y José López Rueda crearon Cylea primero con la intención de que los poemas de la editora tuvieran un marco adecuado, un diseño, ilustraciones y papel de calidad. Destacan en su producción el libro Cuentos para Segovia, de la misma colección que los dedicados a Murcia, Toledo y Granada. Otra es Ediciones Derviche, que publicó en 2013 Leyendas heroicas y picarescas de Segovia, de Jesús Pastor, y con el Instituto de Cultura Tradicional Manuel González Herrero la reedición del Cancionero Castellano de Agapito Marazuela; Itinerarios a pie por la naturaleza segoviana, de Juan Pedro Aragoneses, y Catálogo Monumental de la Provincia de Segovia. La Ciudad de Segovia, de Francisco Rodríguez Marín. Este año ha publicado Tesoros de Segovia, de Ignacio Sanz.

También es de reciente creación Veoveo Ediciones, un proyecto innovador para promocionar nuevas formas de hacer turismo en Segovia y en Castilla y León. Sus socios fundadores son Diego Conte Bragado, arqueólogo y especialista en la divulgación del patrimonio histórico-artístico, y José Antonio Quirce, biólogo y periodista especializado en divulgación ambiental. Con ellos ha publicado también Ignacio Sanz Viaje por el río Queiles, y tienen a punto de editar Viaje por la Sierra de Ayllón, de Ferrer Vidal.

Sanz y La Tertulia de los Martes

Ignacio Sanz es un autor de muchos libros, propios y ajenos. Los de otros los puso en papel como editor técnico de la colección de La Tertulia de los Martes, que en 23 años publicó 28 títulos y que surgió con la idea de que los jóvenes que no podían editar tuvieran una oportunidad de hacerlo. «Sin el apoyo económico de la Obra Social y Cultural de Caja Segovia no hubiera sido posible», reconoce tras exponer los nombres de autores como Luis Javier Moreno, Ramón Ayerra, Pedro Fernández Cocero, Alberto Olmos, Angélica Tanarro, Juan Pablo Ortega, Ignacio Carral, José Antonio Abella...

Abella es otra excepción. Con La Tertulia publicó en 1992 Yuda, su primera novela, que acaba de reeditar en una edición limitada y muy cuidada con su pequeña editorial, La Isla del Náufrago. Ahora es también un ejemplo de autoeditor, la opción que eligen los autores que quienes quieren cuidar al máximo la publicación y controlarla, como por ejemplo han hecho también este año Mariano Gómez de Caso con el libro Agapito Marazuela, el guitarrista o el periodista de El Norte Carlos Álvaro con la obra José Rodao ¡Ese soy yo!, aunque en este caso fue a través de una editorial almeriense, con la que contrató la publicación, pero asumiendo todos los gastos y la distribución, claro.

Son apuestas con riesgo. Pero al tratar temas de Segovia tienen un público fiel. Federico González, de la librería Punto y Línea, comenta que «hay gente que se interesa por todas las facetas de Segovia, históricas o artísticas, y compran cada libro que sale».