Las teresas se encuentran en Segovia
Medio centenar de
Miguel Ángel López
Sábado, 18 de octubre 2014, 23:02
Sol y una temperatura estupenda, veraniega. Y luz fuerte y otoñal. Rodeadas de turistas, cerca de medio centenar de mujeres, al principio dispersas por la plaza, participaron este sábado en el Azoguejo en el primer Encuentro de Teresas. Mayores, maduras, de mediana edad, alguna joven y un par de niñas. Todas con este nombre, el de la santa de Alba de Tormes, aunque a algunas les llamen así, a otras Tere, Maite u otro apelativo familiar. Todas orgullosas de llamarse como Teresa de Cepeda, si no habrían estado junto al Acueducto. Respondieron a la convocatoria realizada por el Ayuntamiento para abrir de esta forma el año teresiano, el del V Centenario de Santa Teresa de Jesús, a mediodía y de forma simultánea con muchas teresas de otras ciudades que lo conmemoran.
Así fue. En Segovia, Ávila, Palencia y Medina del Campo fue el día de las Teresas y en Alba de Tormes, además, una jornada con honda impronta teresiana. En la localidad salmantina se presentó un sello y un matasellos conmemorativo del Centenario, del que se vendieron un millar de unidades. «Nos hemos quedado sin existencias», comentaba la alcaldesa, Concepción Miguélez.
En Segovia, las teresas que acudieron a la plaza del Azoguejo recogieron un obsequio en el Centro de Recepción de Visitantes después de la bienvenida de la alcaldesa Clara Luquero y la concejala de Patrimonio y Turismo, Claudia de Santos, y antes de la foto de grupo en la terraza de Santa Columba. El diploma reproduce la pintura de una de las pechinas de la capilla del Convento de San José, al que se trasladaron las monjas carmelitas desde el primero que fundó Santa Teresa en Segovia en frente, en el edificio que hoy es sede del Colegio de Arquitectos en la calle Marqués del Arco; en la imagen se ve a la santa con tres manos porque era su deseo contar con las tres para escribir.
La parte posterior es un texto del padre Jerónimo Gracián, quien departió muchas veces con Teresa de Cepeda sobre el origen de su nombre, que acaso como dejó escrito, pueda proceder de Dorotea, o quizá de Tersá, tataranieta del bíblico José. Y Tersá, añadía el religioso, se deriva de la voz que significa doctrina y verdad y de otra que quiere decir contemplación de gozo, «y todas esas cosas convienen bien a nuestra Teresa», concluía.
Casi da igual la etimología de este nombre tan español. Este primer Encuentro de Teresas fue el preludio del evento internacional que acogerá Ávila en abril, y la primera actividad en Segovia de una jornada que abre «un año muy especial» para recordar a la religiosa, mística y escritora, «una mujer luchadora, ejemplo en aquella época, capaz de enfrentarse a la jerarquía de la Iglesia» para emprender sus fundaciones, como les transmitió Clara Luquero a las participantes.
Las teresas segovianas compartieron después una comida con el menú carmelitano y luego realizaron la ruta diseñada por la Concejalía de Turismo para este proyecto que une a los 17 ayuntamientos de la Red de Ciudades Teresianas y tiene una dimensión cultural, turística y religiosa. Este aspecto se concretó ayer en una misa en el convento de los carmelitas, y en la oportunidad de visitar la cueva y el huerto donde oraba San Juan de la Cruz.
Este domingo el programa es más abierto. A las seis menos cuarto de la tarde, la alcaldesa descubrirá una placa conmemorativa en la fachada del convento de las monjas carmelitas, donde después se celebrará la misa de inicio del V Centenario, y cuando termine la liturgia el escritor Gustavo Martín Garzo hablará de las facetas literarias y humanas de Santa Teresa, «del espíritu de lo humilde», señala Claudia de Santos.