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Un profesor forestal explica la forma en la que debe plantarse una bellota.

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Un profesor forestal explica la forma en la que debe plantarse una bellota. A. Tanarro

15.000 bellotas por el clima

La asamblea segoviana contra el cambio climático une fuerzas para reforestar varias zonas de la ciudad

maría martínez

Segovia

Domingo, 17 de noviembre 2019, 08:28

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«En la provincia hay unos 60.000 habitantes y somos aquí unas 20 personas. El tanto por ciento de la gente que no hace nada por el cambio climático sale exacto», decía Miguel Ángel Martín Leonor, profesor de forestales y uno de los participantes de la Gran Bellotada. La quedada, en las proximidades de las Arenas, fue convocada por la Asamblea Segoviana por el Clima, formada por 20 colectivos de la ciudad en lucha por la naturaleza, con el objetivo de plantar 15.000 bellotas, «unos 100 kilos». Previamente, varios de los miembros, quedaron cuatro sábados para recogerlas y procurar que nadie que quisiera se quedara sin poder contribuir.

«Tú quieres y proteges algo cuando lo conoces. Cuando no lo conoces es ajeno. El monte y el campo para la mayoría de las personas que viven en las ciudades es algo ajeno». Considera que existen y son posibles soluciones para que comience a nacer una mayor concienciación a pesar de que no estén «institucionalmente muy bien vistas» como es la educación ambiental, el activismo o votar a partidos con un programa «potente» contra el cambio climático. «Hay muchas cosas, pero claro, suponen un cambio de vida a nivel global para el que la sociedad a día de hoy no está preparada. Hasta que nos demos el batacazo definitivo o hasta que consigamos tener una masa crítica social suficiente, reivindicativa y muy potente, que salga a la calle para decir que hasta aquí hemos llegado, todo seguirá igual».

Herminia Cerezo, presidenta de Segovia por el Clima, pensaba de la misma manera que el profesor y añadía que lo que estaban haciendo esa misma mañana, plantar árboles, era una gran manera de frenar el cambio climático. No se trata de algo exclusivo de la ciudad, sino que se ha expandido por toda España y también están colaborando los niños de las escuelas. «A todas las actividades que estamos haciendo está viniendo bastante gente, incluso jóvenes y pequeños. Los jóvenes están mucho más concienciados que la gente adulta porque están viendo que realmente les hemos robado el futuro».

Recuerda que su abuelo siempre le decía que uno de los problemas que iba a haber en el mundo, era como «una especie de visionario», iba a ser el abandono del campo y los pueblos, y «es que es verdad porque en Castilla y León están totalmente despoblados». «Si estás cerca del campo es más fácil porque observas los problemas y los vas transformando. La gente que vivimos en las ciudades deberíamos procurar una vida más austera. Hay que cambiar el concepto de vida». Se muestra esperanzada en que la concienciación está comenzando a llegar y por ello cree que son importantes este tipo de asociaciones, para que se den cuenta de que es «una crisis grave».

En cambio, Sergio Hernández, otro de los que se ha animado, es más pesimista. «Ninguna es la solución porque el ser humano tiene tantos campos amplios para dañar el planeta, que por mucho que hagamos los demás no se va a hacer nada». Todavía no existe una ley en la que Educación Ambiental se establezca como asignatura obligatoria, pero para él, desde los cinco años lo debería ser porque los niños se ven influenciados por canales de televisión «que no valen para nada» y por los padres que no se preocupan por enseñar a sus hijos «lo que les tienen que enseñar». «Es un poco culpa de todos; de las instituciones, de las familias, del Gobierno... Cada uno tira la mierda que le corresponde al de al lado».

No sabe si su participación merece la pena por muchos motivos. No comprende que la gente solo sepa decir «no he quemado el bosque» en vez de ir a reforestarlo, no entiende los prejuicios y «bobadas» de la sociedad por encima de «valores mucho más altos que no se enseñan. «Se desvincula la familia, se desvinculan los precios de las personas. Hay que tener en cuenta cosas más importantes, valores básicos que deberían estar muy consolidados. Este es el problema».

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