«Suspender actos con tanta antelación crea mucha histeria y mete presión en el sector»

–¿Cómo veis ahora mismo el panorama de los espectáculos?

–Nuestro sector pinta muy mal, si fuera cosa de un par de meses podría superarse, pero como hay tanta incertidumbre pinta muy mal. A nivel nacional hay cerca de 700.000 familias que viven de esto y creemos que todos somos iguales ante la ley, pero que este sector está totalmente discriminado respecto a otros sectores. No hay derecho a que el sector de la cultura se hunda por falta de ayudas y apoyo. Este es un sector que al final va a morir curado. Si esto se alarga en el tiempo, muchas empresas van a tener que cerrar.

-La situación de los trabajares es delicada.

-Este es un sector diferente, estás dado de alta por el régimen de artista, por lo que ahora mismo en este momento muchos artistas en este sector antes de la pandemia no estaban dados de alta. A esas personas no se les puede aplicar un ERTE, no pueden recibir ninguna ayuda. No hay una solución para esa gente que está trabajando todo el año pero que le ha cogido esta crisis en un momento en el que no había trabajo. La única solución que vemos es que el Gobierno se acuerde de nosotros a la hora de ayudarnos, que no seamos invisibles. Nosotros nos hemos reunido con todos los músicos para explicarles la situación en la que nos encontramos y estamos buscamos una solución para intentar buscarles todas las ayudas que podamos para ellos para que puedan tirar para adelante, a la vez que nosotros como empresa podamos subsistir mañana. Tenemos que ir todos a uno, empresa, trabajadores, promotores, …

–A nivel personal tiene que ser muy duro darle una noticia así a tus empleados.

–Lo más duro es ver sufrir a un grupo de trabajadores, que para nosotros es nuestra familia. Tenemos miedo de que algunos el día de mañana no tenga para sobrevivir. Cada día buscamos una fórmula para intentar ayudarles y si nos duele por alguien es por ellos porque queremos que estén bien y pasen esta crisis con las menores penurias posibles y que mañana cuando salga el sol estemos de nuevo todos a una. No sabemos lo que va a durar esto y estamos asustados por la precariedad con la que pueda vivir alguno de nuestros compañeros. Es duro ver todo esto, ver a músicos con sus familias, con varios hijos, que todo el sustento familiar depende este negocio. Se te cae el alma a los pies ver que uno de esos niños pueda tener muchas carencias y llegue a pasar penurias si esta situación no mejora. De verdad le pedimos al Gobierno que nos ayude, y no tanto a los empresarios que arriesgamos muchos, pero sobre todo por estos trabajadores que están desamparados.

–¿Y a nivel empresarial?

–Se va sobreviviendo porque uno tiene que ser previsor y tiene que tener un remanso porque siempre puede haber algún imprevisto. Pero es muy complicado mantener esto porque las inversiones son enormes, de más de 200.000 euros, que tú tienes que seguir pagando además de sueldos y más gastos. Ahora mismo tenemos cero ingresos y tenemos que seguir cumpliendo con unas obligaciones, ahora mismo es insostenible. De las 100 actuaciones de este año solo hemos podido hacer 15 y los pagos hay que afrontarlos igual. Todo esto ha empezado en un momento en el que empieza la parte de más trabajo del sector. Nosotros trabajamos todo el año, pero hay muchas otras que esperan estos meses de más actuaciones. Son empresas que trabajan de mayo a octubre y se les va a hacer polvo porque van a perder todos sus contratos.

–¿Cuál crees que sería una de las primeras medidas a tomar?

–Es importante que no se suspendan los eventos gratuitamente, lo primero es intentar aplazar las fechas y después tener calma y esperar. Creo que es un fallo muy gordo por parte del Gobierno y los Ayuntamientos, se están suspendiendo actuaciones de septiembre cuando llevamos solo un mes confinados y de aquí a septiembre quedan 5 meses. Nadie sabe lo que va a pasar mañana y suspender actos con tantísima antelación es crear muchísima histeria y meter presión en este sector. No pasa nada por suspender una actuación en septiembre, pero no suspenderla en abril cuando todavía no sabes cómo se va a afrontar el siguiente mes. A nosotros ya nos han suspendido Fallas, San Fermines, grandes actuaciones en Vitoria y Bilbao,… Que se suspendan las de ahora es entendible, pero suspender ya las de agosto igual es un poco exagerado, tengamos calma. A fecha de hoy tenemos más de 40 actuaciones suspendidas. Nosotros hemos cancelado la mitad de mes de marzo, abril, mayo y ya se están cancelando cosas de junio. Nos llaman también para cancelar cosas de septiembre, pero les pedimos paciencia y que eviten que lo hagan ya y esperen a los acontecimientos de estos meses. Si no volvemos esta temporada supondría la pérdida de más de 100 actuaciones. Nuestros representantes y promotores hablan con los municipios y nos dicen que se tiene que suspender las actuaciones y lo entendemos perfectamente en estas fechas porque hay que hacer un parón total porque existe un alto riesgo. La idea es que no se suspendan las fiestas, sino que se aplacen a dentro de unos meses, sería una gran ayuda para el sector o al menos que nos dejen contratados para el año que viene cualquier espectáculo y así podamos ver un poco de luz en esta situación.

–Sería importante que las localidades salmantinas cuenten con la gente de la tierra.

–Yo llevo luchando por ello muchos años, para que las autoridades locales apuesten por la gente de la provincia, pero ahora quizá mucho más. Es hora de que todos rememos en la misma dirección. Hablo de que cuando todo esto acabe bajemos todos al pequeño comercio, al bar de la esquina,… Que entre todos repuntemos esta situación de los sectores locales y ayudarnos entre todos. Todo lo que sea una ayuda desde los municipios de la provincia encantados. En Salamanca somos muchas orquestas, espectáculos, discotecas móviles, duos,… hablamos de más de cien grupos y que Salamanca o municipios de la provincia cuenten con nosotros sería una gran ayuda.

–¿Os veis solos?

–La histeria y el miedo es muy grande, hablamos mucho entre toda la gente del sector a nivel local y nacional y tenemos que darnos ánimos porque el futuro de muchísimas familias está en el aire. Fuera de este sector nadie nos llama, nadie nos apoya, todas las llamadas que recibimos son solo para suspender actuaciones. Hablamos entre nosotros para buscar soluciones, ayudas y apoyos, sobre todo para que el Gobierno nos escuche porque somos un sector discriminado. Están hablando de hacer eventos con seguridad y eso no se puede hacer, pero sí se puede hacer con prevención. Creemos que si el Gobierno toma las medidas adecuadas podríamos trabajar perfectamente como muchos otros sectores.

–¿Sois un sector invisible?

–Vemos todos los días a tanta gente de este sector poniendo un poco de luz entre tanta tristeza. Gente que canta, toca y pone música en los balcones de todo el país y ponen un poco de alegría. Estamos llevando esta cuarentena viendo series y películas, escuchando música, bailamos,… todo eso es cultura y se está yendo al garete.

–¿Cómo crees que será la vuelta a la rutina?

–Vives con la incertidumbre de no saber qué va a pasar mañana. Nosotros estábamos en plenos ensayos generales para el nuevo espectáculo y nadie se puso en contacto con nosotros. De repente, tuvimos que pasar de 100 a 0, sin saber nada de lo que va a pasar y tener que vivir con esa incertidumbre. Hemos tenido que suspender todos los ensayos porque nuestra puesta en escena requiere que estemos todos juntos. Nuestra idea es que cuando se levante el confinamiento estar un mes a saco a ponernos al día con los ensayos porque creemos que no se va a poder actuar de un día para otro y aprovechar este tiempo para ponernos a punto.