El sector del ibérico teme caídas del 30% en el precio del cerdo y la bellota

«Hay mucha inseguridad pero no porque no haya bellota, que al menos en la provincia de Salamanca la hay», dice Pablo Rodríguez, ganadero y vocal en la Mesa de Porcino de la Lonja Agropecuaria de Salamanca. «La gente no sabe si comprar cerdos o no, si rentar o no; nadie sabe por dónde va a salir esto».

Nicolás Galán, ganadero de Ituero de Azaba (Salamanca), coincide en que bellota no falta: «En este valle del Azaba está muy buena, falla la de roble, pero por aquí no tenemos tanta».

Santos Sánchez, de Dehesa Almariego de Ciudad Rodrigo (Salamanca) coincide con las apreciaciones de sus colegas y añade que en el campo los cerdos «están comiendo la bellota de roble que se va cayendo, andan como locos». Ese fruto no es el que producirá su engorde, «pero están engolosinados con él», añade. A pesar de las buenas perspectivas, añade, «ahora ya hace falta que llueva; si no, el campo se convertirá en un desastre para la bellota, la sementera o la otoñada».

La siguiente cuestión es saber si hay primales disponibles para entrar en esas montaneras, es decir, animales de unos 90 kilos que tendrán que completar su peso antes de ir al matadero a base de bellota. Para ajustarse a la norma de calidad del ibérico, como muy tarde deberán acceder a esas fincas hacia la festividad de Todos los Santos.

«Los primales ya están hechos, ahora hay que colocarlos. Si tomamos como referencia la lonja de Extremadura, el año pasado un cerdo de ocho arrobas (11,5 kilogramos) se pagaba a 250 euros y este año no pasará de 170 euros», dice Sánchez. Salamanca no tiene claro si cotizará a partir del próximo lunes los primales. «Si hay operaciones, sí; pero si no hay no podemos reflejar un precio de mercado que no existe y que no nos da referencias», matiza Pablo Rodríguez.

A la caída en el precio de los cochinos se suma la previsible rebaja en la cotización de las fincas en una proporción similar, que según algunos ganaderos podría llegar al 30%. Es decir, si la campaña pasada por cada cerdo que entrara en montanera se pagaba 100 euros o incluso algo más si la dehesa es buena, este año ya se da por hecho que serán 70 euros o menos.

Nicolás Galán comenta que en su zona «nunca hay fincas disponibles, están cogidas de un año para otro pero supongo que en esta ocasión habrá que renegociar los precios». El sector es consciente de que hay mucho producto que no se ha sacado de las bodegas «pero hay que mirar a la larga, debemos seguir adelante porque además estamos hablando de producción que no se venderá hasta dentro de tres o cuatro años», insiste Galán.

La pasada campaña se sacrificaron 732.962 cerdos procedentes de las montaneras de todo el país. En concreto, en Castilla y León se criaron 55.384 cerdos con bellota, de los que 11.311 pertenecían a la máxima categoría (ibéricos 100%); otros 14.162 eran ibéricos del 75% y 29.911 del 50%, según los datos facilitados por la interprofesional del ibérico Asici. A pesar de que la región está muy lejos del engorde a bellora de Andalucía y Extremadura, buena parte de esos cerdos de bellota se sacrificaron en mataderos de la comunidad, un total de 438.283.

Por provincias, la de Salamanca cebó a bellota el año pasado 50.128 cerdos de bellota, Zamora 1.527, Ávila 858 y Valladolid otros 429.