La Santa regresa a su convento y clausura los actos de agosto

Ayer concluyeron las fiestas de la Transverberación den Alba de Tormes. La talla de la Santa ya reposa en su clausura, donde permanecerá hasta octubre.

El último día de los festejos de agosto, amenazas de tormentas al margen, arrancó a primera hora de la mañana con un pasacalles, chocolate con churros y encierros de novillos y vaquillas para una capea popular. Los actos taurinos son muy populares en toda la provincia de Salamanca y Alba no fue una excepción.

El día también tuvo un recuerdo para la Santa, como no podía ser de otra manera, a través de una eucaristía solemne en su honor. La imagen volvió a la clausura a última hora de la tarde, tras un rosario y un tríduo.

El resto de propuestas festivas del domingo consistieron en los habituales gigantes y cabezudos, música a cargo de la orquesta Venecia, fuegos artificiales al caer la noche y el ya habitual toro de fuego, una actividad que se ha repetido durante todas las fiestas de agosto. El toro de fuego, explicaban desde el Ayuntamiento, es una «seña de identidad, un arraigo y una tradición» de Alba de Tormes que se repite desde hace años y las fiestas de la Transverberación no se entienden sin esta actividad.