El 60% de los salmantinos no pueden entrar en el interior de la hostelería

Tal y como ya adelantó ayer este periódico, la lista de municipios salmantinos incluidos en la lista de localidades de más de 5.000 habitantes que deberán mantener cerrado el interior de los bares y las casas de apuestas ha sufrido algunas variaciones, aunque siguen siendo cinco, la mitad de los 10 con más de dicha cifra de población, los que siguen padeciendo las restricciones de la Junta, que acordó extenderlas a otras nueve localidades de Ávila, Burgos, León, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid y Zamora al superar los 150 casos acumulados de Covid-19 a 14 días por cada 100.000 habitantes. En el caso de la provincia salmantina esa localidad es Ciudad Rodrigo. Además, otras siete, entre ellas la salmantina Villamayor dejan atrás estas restricciones, por lo que esta medida se mantendrá en 33 municipios en toda la región.

La entrada de la localidad mirobrigense en este grupo hace que los cuatro municipios más poblados de Salamanca, con la capital a la cabeza, Santa Marta, Béjar y Ciudad Rodrigo, se encuentren con el interior de la hostelería cerrado.

Ahora mismo y tras estas variaciones, exactamente 197.669 habitantes de la provincia, o lo que es lo mismo el 60% de la población salmantina no puede entrar dentro de los bares y restaurantes, además de en las salas de juego. Siguen fuera de ese grupo de 'castigados' los municipios de Carbajosa de la Sagrada, que salió del grupo hace una semana tras bajar de los 150 casos de incidencia acumulada igual que hizo ayer Villamayor; Guijuelo, que ayer ya había superado los 100 casos y deberá cuidar la evolución para evitar problemas; Peñaranda de Bracamonte, que está muy lejos aún de la zona peligrosa; y finalmente Alba de Tormes, que ha entrado en la 'nueva normalidad' tras registrar una evolución espectacular en los últimos 14 días.

El caso de Ciudad Rodrigo es peculiar porque se ha quedado solo 4 casos por encima de los 150 que marcan el límite para que se apliquen las restricciones. Algo parecido a lo que le pasó a Carbajosa, que también entró en el grupo por un par de casos. Pero en el caso de la localidad del alfoz, a pesar de que fue capaz de frenar la evolución posteriormente y volver a la 'normalidad', la tendencia era ascendente; en el caso de Miróbriga, la situación está más contenida y ayer mismo ya había registrado un ligero descenso en los casos registrados en los últimos siete días. Así, si se mantiene esa evolución favorable, no sería de extrañar que en unos días bajase de los 150 casos por cada 100.000 habitantes, aunque, si eso sucede, no se librará de las restricciones hasta el próximo martes, cuando vuelva a revisarse las cifras.

Pero el caso más peculiar de todo la provincia es el de Alba de Tormes. Hace algo más de dos semanas, el sábado 10 de abril, registraba 174 casos y todo el mundo dio por supuesto que sería una de las localidades que el martes siguiente debería someterse a las restricciones. Tenía incluso más casos que Salamanca capital, que al final acabo entrando en el grupo.

Pero 'milagrosamente', pasó de esos 174 casos a 135 en tan solo dos días y se salvó. Lo más curioso es que desde entonces la evolución de la pandemia ha sido tan positiva que se encuentra en el nivel de 'Nueva Normalidad', es decir, fuera de todo riesgo, con la mejor situación de todos los municipios grandes de Salamanca.

El ejemplo de Alba de Tormes ha sido utilizado por los hosteleros para poner en duda la eficacia de las medidas restrictivas de la Junta. «Si Alba ha pasado de estar casi al límite a la nueva normalidad con el interior de los bares abiertos, y Salamanca capital ha empeorado su situación en catorce días sin que los clientes pudiesen entrar a los bares, ¿qué sentido tiene cerrar el interior de los establecimientos de hostelería?», se preguntan.