El rector lamenta «la intolerancia y el odio» en torno a la cátedra de tauromaquia

El rector lamentó que el tema de la cátedra de la tauromaquia «se esté desbordando». Explicó que ésta cuenta con una ayuda de la Junta de Castilla y León, que la Universidad «no pone un euro» y que en los centros de educación superior «debe debatirse de todo o casi todo». Con esta premisa, añadió que «lo más prudente y razonable», vistos los ánimos del lunes y los mensajes en las redes sociales, era suspender la presentación pública de la cátedra porque existían «muchas posibilidades» de que se produjesen «incidentes» en la Universidad.

Hernández Ruipérez lamentó la escalada de manifestaciones y reacciones que se produjeron tras la cancelación. Denunció «el fanatismo, la intolerancia y el odio» desatados en torno a esta cuestión y confesó que ha recibido mensajes de todo tipo, desde críticas constructivas porque la Usal acoja esta cátedra a «insultos, tanto de unos como de otros». El rector no denunciará estos ataques porque «esto no se resuelve exacerbando estas cosas».

El rector invitó a todos a «reflexionar» y a abandonar «los análisis de trazo grueso», pero también dejó claro que «no se puede criticar a la Universidad» afirmando que «no deja debatir o que cede a las presiones». «Admito que se me critique a mí, pero no parto peras con nadie que critique a la Universidad», zanjó.

Finalmente, Hernández Ruipérez pidió «bajar el tono» de las manifestaciones para no cebar «la crispación y la intolerancia» porque «de la crispación, la intolerancia y la descalificación de quien no piensa como nosotros o no actúa al dictado de lo que nosotros pensamos, no va a salir nada bueno».

La cátedra seguirá en marcha como proyecto de investigación adjudicado por la Junta de Castilla y León. En cuanto a si se presentará públicamente, el rector dejó entrever que podría hacerse pero cambiando el formato habitual de puertas abiertas y optando, quizá, por invitaciones.