Ranquines estrena su centro de día para personas con enfermedad mental grave

Este espacio cuenta con 40 plazas que su coordinador, Francisco Berbegal, cree que se completarán porque han comprobado que existe «mucha necesidad». Además, su intención no solo es cubrir la capital sino gran parte de la provincia, ya que disponen de un coche para intentar dar la mayor cobertura.

Desde que su equipo se incorporó el pasado 21 de agosto, ya se han acercado a algunas de estas personas que utilizan otros recursos de Cáritas, como el Espacio Abierto o Padre Damián, para dar a conocer este nuevo servicio de día con un horario de lunes a viernes, de 9:00 a 18:00 horas. «Hemos identificado a unas 12 personas en este momento, que están en la calle o viviendo en recursos de Cáritas con un problema de salud mental», detallaba este responsable durante la inauguración. El objetivo es ayudar a esas personas a que lleven adelante su vida, como Berbegal puntualizaba, «con la mayor autonomía posible a través de terapias individuales, grupales, talleres ocupacionales, etc.».

El perfil de las personas que pasarán por estas instalaciones es de más hombres que mujeres, de una edad media de 45 años, con un trastorno mental grave, «que en algunos casos han necesitado a veces ingreso hospitalario y con un diagnóstico o que no tienen o que es antiguo ya que por su situación no pueden llevar el tratamiento con normalidad», describía el coordinador de Ranquines.

La idea del equipo de este proyecto es mantener una colaboración con el equipo de Salud Mental de Sacyl, «que se irá concretando», pero algunas de las ideas se centran tanto en la formación de los profesionales de Ranquines como en la formación de los usuarios en aspectos como la adherencia a los tratamientos. Junto a Francisco Berbegal desarrollarán su labor dos educadoras y una psicóloga, Laura Recio, Alejandra Polo y Laura Ciudad, que contarán con el apoyo de voluntarios de Cáritas Diocesana.

Este equipo de Ranquines reconoce que se trata de un centro de día «diferente» a lo que hay en otros:«Será un centro abierto, con talleres que elijan ellos, además, también lo impartirán en algunos casos», detallaban en las nuevas instalaciones de Santa Marta. La idea es celebrar cada mes una asamblea con todas las personas del centro de día, «y elegir qué talleres quieren hacer, su duración, etc.».

En cuanto a las actividades que desarrollarán en el horario previsto, van desde talleres ocupacionales, terapéuticos y salidas al exterior con el objetivo de hacer «comunidad», así como acciones conjuntas con organizaciones de Santa Marta al ser el municipio al que pertenecen. «Más enfocado a la inclusión social porque creemos que la ocupación del tiempo ayuda a que el problema de salud mental se lleve de otra forma», matizaban las trabajadoras de Ranquines, porque no tener nada que hacer, «no ayuda en este proceso».

Cabe recordar que el centro de día forma parte de la primera de las fases del Proyecto Ranquines porque la idea es en un futuro contar con pisos de inserción y una pequeña residencia para aquellos casos en los que no se puedan dar una mayor autonomía.