Portugal condecora a la Universidad para engrandecer su VIII Centenario
La USAL se convierte en la primera universidad de fuera de Portugal en recibir la Orden Militar de Santiago de la Espada
Uno de los momentos más fotografiados por la nube de reporteros gráficos que cubrieron informativamente el acto académico en el Paraninfo fue la entrega por parte del presidente de Portugal del Grado Honorífico de la Orden Militar de Santiago de la Espada a la Universidad salmantina, que fue recogida por su rector Ricardo Rivero. La Orden Militar de Santiago de la Espada es una condecoración de la República de Portugal que premia el mérito literario, científico y artístico y en este sentido el mandatario luso subrayó que «los ocho siglos de pasado, presente y futuro de la Universidad de Salamanca justifican la decisión de honrarla» con una condecoración que se entrega por primera vez a una universidad no portuguesa. Al término del acto, se descubrió un vítor conmemorativo de la visita en el claustro inferior de las Escuelas Mayores. El Rey y el líder portugués también visitaron la Biblioteca, donde firmaron en el libro de honor y recibieron un facsímil de 'Theatrum Orbis Terrarum' como obsequio.
El rector Ricardo Rivero señaló, en el momento de profundizar en los vínculos históricos que ligan a la USAL con la Universidad de Coimbra, que «somos universidades gemelas», al tiempo que puso de manifiesto que en Iberoamérica «portugueses y españoles difundimos lengua, cultura y solidaridad civilizatoria», de manera que «dónde sino aquí están las raíces del saber común».
Humanismo
En otro pasaje de sus reflexiones, Rivero puso el foco en los nombres que forjaron el desarrollo del humanismo impulsado desde el Estudio salmantino, verbalizando los logros de aquellos españoles y portugueses que fueron génesis de «un tándem europeísta de difusión de la cultura». A lo largo de los siglos, matizó, esa alianza acabó sembrando frutos tan sustanciales como la circunnavegación, el descubrimiento de la circulación sanguínea, la fundación de ciudades como Sao Paulo o, ya en el ámbito puramente académico, la creación en Salamanca del Grado de Estudios Portugueses y la colaboración para poner en marcha y gestionar el Centro de Estudios Ibéricos de Guarda, sin olvidar la perpetua admiración del exrector Unamuno por el país vecino.
«Coimbra y Salamanca tienden los dos principales puentes académicos hacia América Latina. Somos madres patrias para los universitarios del otro lado del Atlántico», recordó Rivero en el tramo final de su intervención, en el que también hubo espacio para evocar el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional recibido por ambas naciones en 1986, «año en el que llegamos a la Comunidad Europea gracias a mucha gente formada en las aulas de Salamanca y Coimbra, que contribuyeron decisivamente a la democracia».
Además, las profundas raíces compartidas por Salamanca y Coimbra fueron exteriorizadas y puestas en valor en la intervención que protagonizó el rector de la Universidad de Coimbra, Joao Gabriel Silva.