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RICARDO RÁBADE / WORD
SALAMANCA
Jueves, 7 de mayo 2020, 11:25
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La lucha contra la propagación del coronavirus está movilizando a un tejido nuclear de la sociedad salmantina, como son sus universidades. Si la USAL cedió semanas atrás las dependencias del emblemático Colegio Arzobispo Fonseca para la atención a pacientes leves afectados por el coronavirus, cesión que ya ha finalizado una vez que han logrado recuperarse de esta patología los enfermos que estaban siendo atendidos, la Pontificia también ha contribuido a este loable empeño.
Coronavirus en Salamanca
Buena prueba de todo ello es que la UPSA puso a disposición del Colegio Oficial de Médicos de Salamanca semanas atrás los apartamentos de su Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe. Se trata de apartamentos compuestos por habitaciones con baño particular, así como una estancia previa para poder trabajar. Cuentan, además, con servicios de limpieza y cocina, menús variados en desayunos, comidas y cenas, así como la posibilidad de que los sanitarios alojados puedan llevarse la comida a su puesto de trabajo, en el caso de tener guardias o dobles turnos, tal como se detalla en la página web de la institución académica salmantina.
De hecho, el propio Colegio de Médicos publicó esta opción de alojamiento en su web, así como el formulario de solicitudes para aquellos sanitarios que tuvieran interés en alojarse temporalmente en el Colegio Mayor Nuestra Señora de Guadalupe.
El abanico de acciones que ha venido desarrollando la Universidad Pontificia en la lucha contra el coronavirus abarca otros frente. Así, semanas atrás y atendiendo a la solicitud que planteó en su momento la Junta de Castilla y León, la UPSA entregó en la Delegación Territorial todo el material sanitario del que disponía la Facultad de Ciencias de la Salud, como guantes de vinilo y vitrilo, gasas estériles y compresas quirúrgicas. También y tal como se reseña también en la página web de la institución académica, la Universidad Pontificia, liderada por profesores de la Facultad de Informática, colaboró en la fabricación, con impresoras 3D, de máscaras protectoras para el personal sanitario de los hospitales, centros de salud y residencias. Solo durante las dos primeras semanas de esta iniciativa se entregaron más de 200 protecciones y la producción ha venido continuando a lo largo de estas últimas semanas.
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